sábado, septiembre 22, 2012

Diálogos de paz
“Sabemos bien que el pueblo colombiano no va a quedarse callado”: FARC

Así lo afirman las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo, FARC-EP, mediante un comunicado firmado el 22 de septiembre por el Secretariado Mayor Central, desde las montañas de Colombia.

A continuación la transcripción íntegra del comunicado, el cual fue publicado por ese ejército insurgente en su página de Internet, como un aporte al enriquecimiento del debate para los diálogos por la paz:

Evocando al comandante Jorge Briceño en su segundo aniversario
¡Nacimos para vencer, y no para ser vencidos!

¿Quién nos va atajar a nosotros en este país? Nadie. Ni los ríos, ni el sol, ni nada.
Por eso queremos hablar. Buscar otra salida para que no haya tanto muerto.

El epígrafe ilustra de modo singular el optimismo y el convencimiento revolucionarios del Camarada Jorge Briceño.

Nunca hablaba en primera persona, porque sabía que no se trataba de una lucha de él, como individuo, sino del esfuerzo colectivo de miles de guerrilleros de las FARC-EP,-

que encarnaban el sentir de un pueblo rebelde y perseguido que los animaba y respaldaba totalmente en su empeño por el poder, la paz y la justicia social.

Por eso, en los días del desmedido e infernal acoso que terminó por arrebatarle la vida, decidió rescatar y hacer suya, y de toda la gran familia fariana, aquella consigna con la que lo recordaremos siempre: ¡Nacimos para vencer, y no para ser vencidos!

De esa manera transmitía el sentido de pertenencia a la clase trabajadora, a su organización partidaria, a su ejército invencible. Sabía, como Gaitán, que no era cuestión de un hombre, sino de un pueblo.

También decía al periodista en la entrevista citada: Los generales siempre han dicho que nosotros no tenemos corazón, que nosotros no tenemos ideales políticos, ni principios. Pero en eso se han equivocado toda la vida.

El Mono sabía bien que no sólo los generales se equivocan con nosotros, sino el conjunto completo de las clases dominantes, de su clase política, de sus voceros y analistas. Son incapaces de interpretar la realidad desde la óptica de los de abajo.

Como aves de presa, contemplan el panorama desde las alturas. Así, para todos ellos la paz no es otra cosa que la desaparición de las guerrillas, como sea.

Tal percepción les permite soñar con satisfacción en los puntos que crecería el Producto Interno Bruto, en los beneficios que reportarían las inversiones, en los negocios que podrían celebrar al calor de su seguridad.

Ninguno piensa que la paz implica desaparecer los absurdos índices de inequidad social.

Ni en que para que pueda materializarse la misma, se requerirán profundos cambios democráticos en el régimen político.

Ni uno solo de los integrantes de la burguesía o el latifundismo mide la paz en términos de vidas, de solución a las carencias más sentidas de la gran población empobrecida.

Menos aún en términos de respeto a la existencia de una verdadera oposición política. Para reformas está el Congreso, lleguen ahí con votos, repiten.

Como si no fuera la violencia criminal emanada del Estado la principal causa del conflicto armado colombiano.

Como si las instituciones a las que nos invitan a insertarnos confiadamente no fueran mal olientes antros de corrupción política.

Como si no existieran  las escandalosas evidencias diarias en torno a la vinculación de la más rancia clase política con el paramilitarismo y el narcotráfico. Como si el alto mando militar fuera ajeno a tales prácticas.

La oligarquía entreguista en el poder se regocija en la idea de que en los últimos diez años la situación mundial y nacional se transformó enormemente. Tanto que las cosas están maduras para la terminación del conflicto.

Pero no porque la injusticia y la desigualdad alcancen niveles indignantes capaces de generar un irresistible estallido social.

Sino porque aseguran que las guerrillas fueron vencidas estratégicamente y carecen de porvenir.

Cuando nos citan el caso de países del continente en los que fuerzas de izquierda accedieron al poder por vías electorales, disimulan su profundo desprecio hacia las fórmulas económicas, políticas y sociales del vecindario.

Así como su velado anhelo de que la conspiración imperialista consiga aplastarlos. Sus monopolios mediáticos tachan esos gobiernos de odiosas dictaduras y no esquivan el afán por vincularlos al tráfico de drogas o el apoyo al terrorismo.

Pero donde más se pone de presente su talante soberbio y elitista es en el tema de la participación popular en el proceso de paz.

No sólo parten del criterio de que la insurgencia carece del más mínimo derecho a representar la vocería del pueblo colombiano,-
sino además consideran que mucha gente metiendo la nariz en un asunto de tanta importancia, únicamente puede traer bochinches y entrabar los progresos en la discusión.

Así que de lo que se trata es de ser serios, de proponer cosas sensatas, de ser pragmáticos y aspirar tan solo a lo que la oligarquía está dispuesta a conceder.

Que está decretado desde mucho antes, en su Plan Nacional de Desarrollo, en su ley de víctimas y restitución, en su marco legal para la paz, en su proyecto de ley de desarrollo rural.

Es a esos personajes y argumentos que vamos a enfrentarnos abiertamente en la nueva Mesa de Conversaciones.

Ya lo decía el camarada Jorge Briceño: Las FARC son muy serias en sus planteamientos sobre el proceso de conversaciones para buscar una salida civilizada distinta a los tiros…

Estamos dispuestos a hacer lo que sea para buscar salidas dialogadas. Por eso mismo supimos asimilar su muerte, y la de Alfonso, transformándolas en una superior fuerza moral, en un agudo acicate para perseverar, en una férrea decisión de victoria.

Es claro que la gigantesca agresión de los últimos diez años no logró amellar un milímetro el filo de nuestras ideas.

Y éstas han demostrado suficientemente que son mucho más más fuertes que el más poderoso de los ejércitos.

Nuestra inquebrantable unidad interna, nuestra elevada moral revolucionaria y el incesante apoyo popular nos garantizan que saldremos victoriosos de esta nueva prueba.

Sabemos bien que el pueblo colombiano no va a quedarse callado, que siente llegada su oportunidad para reclamar y exigir, y que se movilizará masivamente por los cambios.

Refiriéndose al Presidente de entonces, el Mono expresó con su habitual desenfado: Pastrana para nosotros es un hombre de la oligarquía, un neoliberal y un delfín. Pero que tiene voluntad de hablar.

Entonces vamos a ver hasta dónde le aguanta el calzón. No parece desacertado pensar en su vigencia con relación al actual primer mandatario. Las cosas en una década cambian, pero quizás no tanto como quisieran algunos.

Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, 22 de septiembre de 2012

viernes, septiembre 21, 2012

Seguridad narcocrática/
Condenada la nación por asesinato de indígena por las Fuerzas Militares
Además la desprestigiada institución tendrá que pedir perdón a los familiares de la víctima y a sus comunidades. Igualmente El Ministerio de Defensa y el Ejército están obligados a pagar una millonaria indemnización.
Por Camilo Raigozo

La Sección Tercera del Consejo de Estado halló culpable al Ejército Nacional del asesinato a sangre fría de un anciano indígena en Riosucio, Caldas.

El crimen fue cometido por bandidos pertenecientes al Batallón Ayacucho de Caldas, quienes, como siempre sucede en estos casos, culparon a la insurgencia de las FARC, solo que esta vez la coartada les falló.

Los criminales habían reportado que el anciano había sido asesinado por las FARC en un atentado de la guerrilla contra el entonces gobernador del departamento, Tony Jozame.   

Sin embargo las investigaciones de la justicia pudieron establecer que dicho atentado nunca ocurrió y que los militares amenazaron a los testigos del crimen para que no denunciaran los hechos

El veredicto de la justicia obliga al Ministerio de Defensa y al Ejército Nacional, a pagar una indemnización a los familiares de la víctima y a pedirles perdón públicamente en el resguardo Cañamomo Lomaprieta ubicado en Riosucio.

Actualmente el gobierno del presidente Santos, el ministro de Defensa, altos mandos militares, el procurador Alejandro Ordoñez, congresistas inescrupulosos y la extrema derecha, entre otros,-

impulsan una reforma al fuero militar, con lo cual los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por miembros de la fuerza pública quedarán en la impunidad.

Puro Centro Narcocrático/
Uribe se contactaba con los paramilitares a través de Pedro Juan Moreno denunciaron tres excabecillas
Por Camilo Raigozo

El cabecilla paramilitar Salvatore Mancuso, desde una cárcel en Estados Unidos, señaló ante el Tribunal de Justicia y Paz que el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, mantenía contacto con los paramilitares a través de su secretario de gobierno Pedro Juan Moreno.

Exactamente lo mismo denunciaron desde una cárcel en Colombia al periodista Holman Morris los cabecillas Fredy Rendón, alias “el alemán” y Raúl Hasbún, alias “Pedro Bonito”.

Estos dos últimos criminales confirmaron lo dicho por Mancuso: qué el contacto de los ‘paras’ con Álvaro Uribe era Pedro Juan Moreno, quien presuntamente fue asesinado fingiendo un accidente aeronáutico en el 2006.

También aseveraron que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, alias “El número uno de la Casa de Nari”, estuvo detrás de los asesinatos de Carlos y Vicente Castaño, porque sabían demasiado.

Igualmente, “El alemán y “Pedro bonito” le dijeron a Morris que el excomisionado de paz Luis Carlos Restrepo fue quien estuvo detrás del operativo que terminó con el asesinato de los Castaño.

Además agregaron que Jaime Alberto Uribe, alias “El pecoso”, hermano menor de Álvaro Uribe Vélez, tenía vínculos con los paramilitares.

“Pedro bonito” afirmó, entre muchas otras cosas, que en una oportunidad Santiago Uribe Vélez, el otro hermano del expresidente, lo recogió en su carro para llevarlo ante otro cabecilla paramilitar para arreglar “asuntos de la organización”.

Por su parte Mancuso le dijo a Justicia y Paz qué a través del exsecretario de Gobierno, Pedro Juan Moreno, se coordinaron "acciones de seguridad", en la que los paramilitares apoyaron operaciones del Ejército y la Policía.

Mancuso confesó que había conoció a Álvaro Uribe Vélez en una exhibición de caballos en Córdoba en 1996 , en la que se hacían apuestas de hasta 10 millones de pesos.

Mancuso también expresó sobre reuniones con Álvaro Uribe en la finca El Ubérrimo y que el coronel de la Policía Raúl Suárez lo acompañó a esa hacienda.

En 1997, cuando Uribe era gobernador de Antioquia, Suárez se desempeñaba como comandante de la Policía de Córdoba. Mancuso ya había señalado que el oficial era colaborador de los paramilitares.

jueves, septiembre 20, 2012

Diálogos de paz/
"Estamos dispuestos a alcanzar la paz democrática y duradera": FARC
"El Gobierno propuso el diálogo de paz y aceptamos, pero eso no significa que estemos derrotados"
Por Radio Nacional de Venezuela

El corresponsal de Radio Nacional de Venezuela (RNV) en La Habana, Cuba, Raimundo Urrechaga, entrevistó en exclusiva al comandante Mauricio Jaramillo, representante de la Fuerzas Armadas-
 
Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo, FARC-EP, para conocer a los puntos de vista de las FARC con vistas a las conversaciones de paz a iniciarse el próximo 8 de octubre en Oslo, Noruega.

¿Cuál es la diferencia entre este diálogo de paz y los otros del pasado?

Si hay diferencias porque se ha recrudecido el desarrollo  de la política neoliberal en Colombia y por lo tanto hay más desigualdad social y desequilibrio en esta sociedad tan golpeada y amedrentada.

El Gobierno colombiano dice que ha hecho un esfuerzo grande, por eso estamos sentados tratando de solucionar todos esos problemas.

Estamos precedidos de un gobierno inquisidor que ha prohibido a las personas manifestarse y ha perdido todas sus posibilidades democráticas. Colombia está sumergida en un problema grave.

Nosotros –FARC- tenemos la voluntad política de solucionar este problema, por eso estamos en este diálogo. Estamos dispuestos a alcanzar la paz democrática y duradera.

¿Cómo creen ustedes que pudieran persuadir al Gobierno, que lo mejor para Colombia sería iniciar unos diálogos con el cese al fuego y si creen que es suficiente tiempo el que se ha establecido por el Gobierno colombiano para llegar a un acuerdo final?

Lo lógico en un acuerdo de este tipo es que esté precedido por un cese al fuego para crear todas las condiciones y poder avanzar hacia lo que nos hemos propuesto.
 
Si hay voluntad política, el Gobierno tiene que acceder y nosotros haremos lo mismo, pero si el Gobierno no tiene una pretensión de ese mismo tipo,-
 
es muy difícil que las partes se puedan acercar a una posibilidad real porque esa distancia crea inestabilidad en lo que vamos a desarrollar. Vamos a esperar que el Gobierno tome esas decisiones.

Hay varios temas en la agenda que impactan a la sociedad colombiana. Un primer punto que se plantea en este acuerdo, es la política de desarrollo agrario integral.
 
¿Cómo concibe la FARC este punto para lograr un desarrollo social, económico y equitativo del país?

Ese es uno de los temas fundamentales que tenemos que enfrentar. Básicamente el tema social para Colombia es uno de los temas fundamentales donde Colombia está en un proceso de deslegitimación total donde la gente está desprovista de todos los servicios primarios.
 
El desarrollo ecónomo también es un desarrollo desigual, es una economía dependiente de los Estados Unidos

En el tema de las tierras, el Gobierno trae un paquete que tiene que ser un poco de leyes de desarrollo rural y de tierras, pero nosotros creemos que no es tan simple hablar de estas cosas-
 
sino hay que hablar de una forma agraria integral donde en Colombia hay que verlo desde el punto de vista de las regiones, y por lo tanto habrá que hablar de unas cinco reformas agrarias distintas.
 
Creo que el Gobierno y nosotros las FARC tenemos que hacer un esfuerzo grande para allanar todos estos problemas.

Otro de los temas es el narcotráfico que ha sido bandera política para los grupos de poder en Colombia, entre ellos el expresidente Álvaro Uribe, quien acusa a las FARC de ser los principales responsables de ese flagelo en el país
 
¿Cómo las FARC plantea una solución al problema de las drogas ilícitas en Colombia?

Desde un inicio nosotros hemos planteado la posible solución y se lo propusimos al país, al Gobierno y al mundo, el cual abarca una salida a los cultivos de este tipo de drogas.
 
Nosotros decíamos que el problema no es un problema de carácter militar sino un problema de carácter social, y como tal proponíamos encararlo con políticas que tienen que ver con la-
 
eliminación de las drogas y plantearle al pueblo colombiano, a los cultivadores que son los campesinos más pobres cómo sustituir estos cultivos. Eso lo hicimos frente a más de 40 países, ahora lo están planteando.

El gobierno colombiano está siendo juzgado por la justicia. Hay unos 80 parlamentarios que están comprometidos con estos cargos.

Uno de los puntos de la agenda de paz es la participación política. Allí se establecen varias posiciones entre los cuales está el de derecho y garantía para el ejercicio de la oposición política-
 
en general y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del acuerdo final, mecanismos democráticos de participación ciudadana,-
 
incluidos los de participación directa y medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local.
 
Teniendo en cuenta la experiencia del pasado de distintas movilizaciones de otros grupos guerrilleros ¿Cómo se puede hacer viable en el contexto actual de Colombia, una participación social y política de la izquierda?
 
¿No temen ustedes que si logran un acuerdo puede repetirse situaciones donde fueron eliminados los más importantes líderes de la izquierda colombiana?

Indudablemente, nosotros atravesamos por esta incógnita de esperar que el Gobierno cumpla con todo lo que está planteando al país.
 
Es un poco difícil, en el sentido de cómo está rodeado el Gobierno, ya que hay una cantidad de problemas de carácter político. Comenzando por esta vertiente más ultraderechista que es la de Uribe Vélez.
 
Nosotros estamos esperando cómo transcurre todo esto y cómo se van viendo las posibilidades para que Colombia entre en un desarrollo político que les permita a todas las personas participar abiertamente y democráticamente.

Es muy importante que el pueblo colombiano y el pueblo latinoamericano esté pendiente, por ello estamos solicitando el acompañamiento para estas posibilidades se vuelvan una realidad.

En las declaraciones y en los principios de las FARC se reitera un aspecto vital que es el apoyo popular del pueblo colombiano no solo para lograr un acuerdo de paz sino para desmontar las causas que dieron origen a este conflicto de hace décadas

¿Cómo lograr ese apoyo masivo para alcanzar ahora los cambios estructurales que requiere Colombia casi medio siglo después?

Ese apoyo popular a través de estos últimos años, la sociedad colombiana ha comenzado a exigirle al gobierno y a las FARC entrar en una etapa de conversaciones para alcanzar una salida distinta a todos estos problemas que tenemos en Colombia.
 
Las movilizaciones últimas que se han realizado en el país, dan cuenta de que hay la necesita de sentarnos en la mesa, con la participación de todos estos movimientos sociales.

Según este documento para iniciar el diálogo se establece que la construcción de la paz es un asunto de la sociedad en su conjunto que requiere la participación de todos sin distinción.
 
Se ha suscitado en Colombia en los últimos días un gran debate de distintas organizaciones de la sociedad civil sobre su participación en la mesa de diálogo entre las FARC y el Gobierno
 
¿Cree las FARC que organizaciones de la sociedad civil, que representan al pueblo colombiano, deben participar de manera directa en este diálogo que se va a iniciar próximamente?

Ellos van a ser actores de primera en la mesa. Van a estar alrededor nuestro y van a rubricar muchos de los acuerdos en la mesa. Estarán como actores de primer tipo.
 
Esperamos que toda la sociedad civil, no solamente colombiana sino los países vecinos y latinoamericanos estén pendientes para que no haya confusiones.
 
No vamos a caer como siempre hemos caído, que nosotros hemos sido siempre los que hemos acabado o o damos por terminado los proceso de paz.

En todos estos años hemos peleado por salir adelante y por alcanzar una paz estable y duradera. Eso ha sido siempre unos de los elementos fundamentales para nosotros,-
 
por ejemplo cuando estuvimos en Caracas y en San Vicente del Caguán, donde todos esos procesos fueron fallidos porque el gobierno lo dio por terminado.

Tras el anuncio de estos diálogos, distintos sectores de la sociedad colombiana se han pronunciado en contra, entre ellos aquellas personas que apuestan al conflicto armado como una forma de vida de hacer negocio y de participación política en Colombia
 
¿Cómo interpretar esas declaraciones de esos sectores de la sociedad particular donde se han visto pronunciamientos del expresidente Álvaro Uribe y superar esos obstáculos de grupos tan poderosos para que impere la paz en el país?

Indudablemente estamos esperando el concurso de todo el país. Hay muchos obstáculos de frente y tenemos que tratar de que esos obstáculos no sean el elemento que frustre ese diálogo.
 
Creemos que los Estados Unidos son directamente responsables de estas trabas que se nos están presentando, porque ellos están instigando el Plan Colombia, el Plan Patriota, están colocando las bases militares en nuestra Patria.
 
Nosotros no estamos en guerra con ningún país vecino, la militarización es extrema. Todos estos elementos son trabas para no alcanzar lo que nos hemos propuesto.
 
En estos tiempos que está en desarrollo los TLC y esta economía neoliberal que es muy difícil, porque el desarrollo de todo eso está en las privatizaciones.

Por ejemplo, comenzó la minería pero en Colombia solo van a quedar muchos huecos porque la riqueza del subsuelo va a desaparecer.

Hemos visto que en América Latina y el Caribe muchos gobiernos han cogido con beneplácito este diálogo para tratar que en Colombia reine la paz, siendo el único país de América Latina que tiene aun un conflicto armado
 
¿Cree las FARC que la situación política, social y económica que vive el continente hoy, y en particular con gobiernos que buscan la felicidad y el bienestar de su pueblo propicia estos diálogos para buscar la paz?

Hemos recibido el apoyo incondicional de parte del gobierno de Cuba y Venezuela, que son países fundamentales para el desarrollo de la actividad que estamos desarrollando.
 
Ya hemos recibido apoyo de Argentina, Ecuador, Nicaragua, incluyendo el presidente Obama, esperamos que así sea.

Con respecto al desarrollo económico que han obtenido todos estos países de América del Sur contrasta mucho con las dificultades que tiene los otros países de Europa y Estados Unidos.

¿Cómo ver que este diálogo que se va a iniciar próximamente no es una victoria del gobierno colombiano y una debilidad de las FARC?

Cuando comenzamos a hablar fue porque en un momento determinado el Gobierno nos propuso hablar.
 
En desarrollo de esta propuesta buscamos una posibilidad distinta de encontrar la paz, analizamos la propuesta y expresamos que estamos en plena disponibilidad y no porque estemos derrotados. El Gobierno propuso y estamos de acuerdo con la invitación.

En uno de los pronunciamientos del máximo líder de las FARC, Timoleon Jiménez, expresó que llegan a la mesa de diálogo sin rencores y arrogancias para plantearle al Gobierno nacional que considere importante a los de abajo y que no juzgue con ingenuidades sus anhelos
 
¿Qué ofrece las FARC al pueblo colombiano a aquellos que han sido borrados por los grandes consorcios mediáticos y los grupos de poder durante décadas?

Estamos peleando fundamentalmente porque en Colombia haya una inclusión de todos esos actores que han sido excluidos, apabullados, amedrentados por el Gobierno nacional y que no les ha permitido la participación en todos los eventos que tiene referencia en un país como Colombia.
 
Nuestra pelea es que todos los pobres de Colombia sean incluidos como parte de la sociedad. Foto: Raimundo Urrechaga.

Parauribismo/
Quién le teme al caso de Jineth Bedoya
Por: Claudia Julieta Duque/ Radio Nizkor

'Donde hay poca justicia, es un peligro tener razón' 
Francisco de Quevedo

La declaratoria la semana pasada del caso de la periodista Jineth Bedoya Lima como un crimen de lesa humanidad develó como ninguno los intereses y estructuras de la impunidad en Colombia.

A pocas horas de conocerse la decisión de una fiscal instructora, desde la propia cúpula de la Fiscalía General de la Nación se emitió un comunicado que ponía en duda la determinación y,-

el fin de semana, Abelardo De La Espriella, reconocido defensor de paramilitares y parapolíticos, calificó el hecho de “absurdo”.

Y no era para menos: en una providencia jurídicamente contundente pero políticamente incorrecta para los tiempos que corren, la fiscal 49 de la Unidad de Derechos Humanos, Bibiana Orozco,-

estableció que en lo sucedido contra Jineth se ejecutó un plan sistemático del paramilitarismo para acallar a la prensa en Colombia, y de paso excluyó de los beneficios de la ley de Justicia y Paz a los tres sindicados-

de planear y cometer los vejámenes a los que fue sometida Jineth en mayo de 2000, dos de los cuales, Emiro Pereira Rivero y Alejandro Cárdenas Orozco, fueron reconocidos por la periodista como sus verdugos y violadores.

El otro asegurado, Mario Jaimes, fue quien citó a Jineth a la entrevista que en realidad la llevaría a su propio calvario.

Para la fiscal del caso, “lo acontecido no fue un acto aislado o esporádico de violencia”, sino que obedeció a un plan “que hundía sus raíces en las mismas tácticas y estrategias de guerra-

de una organización armada al margen de la ley que profesaba una línea de conducta, una directriz, una política que alentaba, incentivaba o promovía la realización de los ilícitos en contra de la-

población civil, y en este caso directamente contra Jineth Bedoya Lima bajo esa doble condición: la de miembro de la población civil y la de ejercer su actividad como periodista”.

No se trata de la primera vez que un fiscal de derechos humanos hace uso del tipo penal “crímenes contra la humanidad” para calificar los ataques contra la población civil por parte de los-

paramilitares, pero sí de la primera en que se cumple la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de julio de 2007 –la misma que desató la furia del entonces presidente-

Álvaro Uribe– que consagró el deber del Estado de investigar y sancionar en forma eficaz delitos por cuya gravedad los procesados no pueden ser cobijados por la ley de Justicia y Paz ni beneficiados de amnistías, rebajas o indultos.

Tanto el abogado De La Espriella como la cúpula de la Fiscalía General de la Nación, al igual que un sinnúmero de abogados y victimarios, saben que la resolución de la fiscal 49 podría llevar a que las-

víctimas de masacres, ejecuciones, violaciones sexuales y otros delitos cometidos por paramilitares puedan reclamar el reconocimiento de la sistematicidad y masividad de los mismos y su carácter de crímenes contra la humanidad.

En este sentido, resulta casi inofensivo declarar como de lesa humanidad delitos que están a punto de prescribir y cuyos victimarios o están muertos o en la más absoluta impunidad-

o ya “sacrificados” públicamente, de quienes se alega su pertenencia a organizaciones criminales extintas (Cartel de Medellín) –como el caso de Luis Carlos Galán o el de Rodrigo Lara Bonilla.

En cambio, consagrar esa figura para procesos penales en los que las víctimas, como Jineth Bedoya, no sólo están vivas sino activas en su lucha por la verdad y la justicia, y los perpetradores

identificados pertenecen a estructuras cobijadas con beneficios jurídicos como los contemplados por la denominada Ley de Justicia y Paz, resulta toda una amenaza para lo que en el país se-

conoce como “justicia transicional”, que no es otra cosa que un sofisticado modelo de ingeniería jurídica en favor de la impunidad con el cual se selló una supuesta paz con el paramilitarismo.

La amenaza es aún mayor cuando se está ad portas de un nuevo “marco jurídico para la paz” que limitaría las expectativas de justicia para las víctimas de las guerrillas en el contexto de los diálogos-

que están a punto de comenzar, o del “blindaje jurídico” para los militares involucrados en violaciones a los derechos humanos, que hoy se abre paso en el proyecto de reforma al fuero penal militar.

No en vano el presidente Juan Manuel Santos aseguró el martes que “es en el seno del Congreso donde se va a decidir dónde se va a trazar el límite entre justicia y paz”.

El caso de Jineth Bedoya, colega sometida a los más crueles vejámenes por investigar el tráfico de armas, las desapariciones y homicidios que sucedían al interior de la cárcel-

para el año 2000 –hechos confesados por alias Don Mario y Pirata en agosto de 2010– se ha convertido así en una peligrosa talanquera contra la impunidad absoluta.

Su lucha, por años solitaria, sigue siendo la de una mujer que, como asegura la fiscal Orozco, “a sus recién cumplidos 26 años sufrió la que se percibe como la más trágica, dolorosamente traumática y amarga experiencia de su vida.

Fue víctima de secuestro, fue torturada y violentada sexualmente. Pero ella sigue ahí, como el cedro del Líbano, irreverente, incólume frente al vendaval de los tiempos de su existencia”.

Parauribismo/
‘Paras’ asesinaron a un profesor en Córdoba
Por Camilo Raigozo

La víctima en esta ocasión fue el docente Osman Flórez Salgado, asesinado  en el municipio de Sahagún, Córdoba.

Flórez era  licenciado en educación física y desde hace dos años había sido amenazado por los ‘paras’.

Debido a las amenazas de muerte el profesor fue  trasladado, pero los sicarios del régimen lo siguieron hasta terminar con su vida, según información de la Asociación de Maestros de Córdoba.

La “República Paramilitar Independiente de Córdoba”, como se le conoce popularmente a este departamento, no solo porque allí se encuentra la finca El Ubérrimo, sino también por el control absoluto que mantienen las estructuras paramilitares, las cuales mantienen un promedio anual de más de 500 personas asesinadas.

Domingo Ayala, presidente de la asociación de profesores,  informó a los medios que al menos 50 profesores están amenazados por las estructuras paramilitares, sin que las autoridades civiles y militares hagan algo para protegerlos.

miércoles, septiembre 19, 2012

El Quindío conformó la comisión de impulso para la Constituyente por la Paz
Por: Paula Beltrán Fundación Hasquiz

La presentación de la Constituyente nacional por la paz ya inició en Santander y en el Quindío, con lo cual se espera que en el resto del territorio nacional se trabaje sobre este proyecto para

consolidarse en un mandato nacional que llegue a Oslo y la Habana pues “es absolutamente necesario que la comunidad participe de este proceso e intervenga de forma decidida” afirma Cesar Arias, vocero de Marcha patriótica.

“La paz no es solo la entrega de los fusiles, fundamentalmente es resolver los problemas que están en el fondo del conflicto y lo provocaron”  sostiene Arias, es por ello que las socializaciones de la-

Constituyente por la paz, a realizarse en las diferentes regiones, son espacios de discusión sobre cuáles son los principales problemas de las comunidades y qué elementos  darían sentido a una paz sólida.

En el Quindío participa la izquierda liberal, el sector de desplazados, de maestros, estudiantes, mujeres, consejos de acción comunal, cultural y de ambientalistas, LGBT; -

es una participación amplia. “También invitamos a el sector empresarial, político y de la Iglesia”  afirmo Salinas, representante Redepaz, Quindío.

Las organizaciones entienden que la guerra que se libra en Colombia es una guerra integral ya que contiene lo económico,  lo social, lo  político y lo ambiental, en ese sentido se retoman cinco puntos neurálgicos que se deben plantear para la solución integral del conflicto:

1. Empleo, en el Quindío la pobreza es extrema, “hay gente que come gallinazos o que utiliza el papel para alimentarse.

La Alcaldía de Armenia da a conocer el Plan de Desarrollo Departamental población que sobrepasa las 100.000 personas de otras 200.000 personas económicamente activas”.

Proponemos la agro industrialización, dándole valor agregado a lo que nosotros produzcamos. “para sembrar la paz hay que aflojar la tierra” asegura Jenaro Gallego, miembro de la comisión de impulso en el Quindío.

2. Inseguridad, derivada en gran medida del micrográfico: factor que provoca la escalada de la violencia en los municipios, la prostitución, la trata de blancas, el asesinato de habitantes de la calle: “pero no se debe combatir con más represión sino con oportunidades”

3. Mega minería, el 80% del Departamento ya está concesionado, el túnel de la línea ya arroja indicadores graves de las consecuencias de este tipo de obras. “Llamamos a la población a realizar una consulta popular que la comunidad defina si está de acuerdo con esta actividad”

4. Salud: desatención y riesgo de cierre de los Hospitales porque las EPS no pagan. “Proponemos un referendo por la derogatoria de ley 100.”

5. Educación: Hacinamiento, seguridad alimentaria de las niñas y niños. Por tanto debe haber una mejora.

En la reunión efectuada en el marco de la Semana por la paz  hubo dos momentos importantes: “El día de hoy se explica la parte jurídica de la Constituyente-

y su importancia, posteriormente se define la comisión de impulso por el Quindío”, afirmo Salinas, representante Redepaz, Quindío. Así mismo  explica qué es una constituyente y cuál es su importancia:

“Una constituyente es un mecanismo de participación ciudadana, fomentada por un grupo de personas. Se encuentra en el artículo 3 de Constitución  Política, donde se habla de que la soberanía reside en el Pueblo.

“Redepaz impulso la primera constituyente nacional en el Nororiente Antioqueño, también en Mogote Santander, Tolima y Nariño, estas constituyentes que tuvieron logros…”

“El aporte de la Constituyente es fortalecer y blindar el proceso de paz”: Salinas, representante Redepaz, Quindío.

Para el caso del Quindío, se busca iniciar un debate serio sobre “cuál debe ser el modelo de desarrollo de nuestra región, si el minero o el turístico o de la caficultura” comentó Salinas, y que dichos temas puedan constituirse como-

“Un aporte que le hace el Quindío al tema de la paz, enriqueciendo esos documentos que tienen que llegar a las mesas de diálogo en la Habana y en Oslo” afirmó Jenaro Gallego, integrante de la comisión de impulso.

Así pues es de vital importancia que la sociedad civil “organice sus insumos, haga debates regionales, temáticos, que se dispongan infraestructura como los consejos municipales,-

regionales y nacional de paz, las mesas de jóvenes por la paz, la Mesa de Unidad Agraria, las propuestas que han trabajado durante años las mujeres, los debates académicos-

de las iniciativas de paz y de los grupos de investigación de las universidades etc.” como aseguró Thatiana Montaña, en un artículo a propósito de la coyuntura actual publicado por Indepaz.

El camino de paz deberá ser recorrido por todos y cada uno de los colombianos y solo su  participación activa en la construcción de una paz integral podrá garantizarla.

Un paso importante es la propuesta de esta Constituyente por la paz, que espera impulsar un mandato nacional que saldrá en noviembre y que tendrá el objetivo de llegar a las mesas de diálogo.

Algunos Integrantes, comité impulso pre constituyente del Quindío:

Mario Baena- Asociación de derechos humanos Demetrio Prieto
Cesar Alonso Arias Barbosa-vocero mvto político Marcha Patriótica Quindío
Jhon Jairo Salinas- Redepaz Quindío

Jhon Jairo Hernández- federación de estudiantes del Quindío FEU
Ancizar Quintero Vocero de desplazados del Quindío
Alfredo Bernal- Veedurías Ciudadanas Quindío

Orlando Mosquera- Dirigente Político
Yerly Mauricio Cuvides- derechos humanos
Nora Del Carmen Peláez -sector mujeres
Humberto Zapata-educación

Abusos e infracciones al DIH por parte del Ejército en Ituango, Antioquia
Por: Asociación Campesina de Ituango

El sábado 8 septiembre de 2012, llegaron tropas de la Brigada Móvil 18 del Ejército Nacional a la casa del campesino Bernardo López, ubicada en la vereda el Capote.
 
Allí permanecieron infringiendo las normas del Derecho Internacional Humanitario, hasta el día 13 del mismo mes.

En las fincas de Víctor Monsalve y de Abelino Guzmán, lugar conocido como Cerro Colombia, las tropas de la Brigada Móvil 18 se encuentran acantonadas desde hace varios meses infringiendo el DIH y perturbando las labores de los campesinos.

Las tropas de la mencionada brigada a también se encuentran establecidas en la casa de José Isaac Echavarría Meza, y en la vivienda de Israel González en lugar conocido como vereda Yolombó.

También denunciamos al bloqueo alimentario que vienen padeciendo algunas comunidades de Ituango por parte del Ejército Nacional bajo el mando del coronel Gonzalo Antonio Gómez Amaya.

A los campesinos les toca hacer firmar las facturas de sus víveres que compran ya que solo pueden comprar la cantidad que  el ejército autorice.

No contentos con esto les toca dejar el número del documento de identidad y del celular, algunos personas han recibidos llamadas de algunos miembros del Ejército en especial las mujeres.

Igualmente se vienen presentándose patrullajes con personas que ocultan el rostro con pasa montaña, utilizando prendas y armamento exclusivos de las fuerzas militares como  ocurrió el pasado 13 de septiembre en  el corregimiento de la Granja.

Puerto Berrío, Antioquia
Comandante de la Policía agredió y amenazó a periodista
Por Comunicador agredido

El día 08 de Septiembre en el ejercicio de mi profesión como corresponsal de noticias de región, le pedí información al comandante de policía de Puerto Berrío, teniente Julián Andrés Flórez,-

mediante derecho de petición, sobre las medidas que se han venido tomando para contrarrestar el perifoneo móvil, dentro del marco del mapa de ruido elaborado por Corantioquia que reposa en la oficina de Planeación de dicha entidad.

La respuesta fue ir a mi lugar de residencia en Puerto Berrío, calle 53 nro. 06 - 45 a buscarme con diez policías porque “yo no tenía por qué hacerle derechos de petición y que no le jodiera la vida, que yo era un periodista chichipato, que saliera para darme una golpiza, que no me dejara ver y le daba golpes al carro".

Evité salir precisamente para no confrontar con el teniente, pero éste seguía diciéndole al director administrativo de la emisora La Ribereña para quienes hago labor periodística.

Luego, el lunes 10 de septiembre recibí una llamada a las 10:52 a.m., se identificó como el comandante de policía de Puerto Berrío.

De entrada me insultó tratándome de "periodista maleducado y chichipato", y me dijo que  me iba a responder el derecho de petición y que dejara de ser hijueputa".

La situación sigue hostil por parte del comandante de policía de Puerto Berrío, teniente Julián Andrés Flórez.

Quiero denunciar públicamente que este comandante de policía sigue en una posición hostil irrespetando la labor periodística en mi derecho a la libertad de prensa.

De igual manera el teniente se sigue comportando de manera hostil para con mi trabajo periodístico, por lo tanto he puesto en conocimiento tal situación de las entidades de control disciplinario de la Policía Nacional y de la Procuraduría. Foto Internet.

Nuevas agresiones y amenazas contra defensora de derechos humanos cuyo esposo fue asesinado por el Ejército
Por Corporación de Derechos Humanos Caguán Vive

Carmen Leonor Roa es una reconocida lideresa que apoya el proceso organizativo comunitario en especial el de las mujeres.

Actualmente es la encargada de Derechos Humanos de la Asociación de Juntas de Acción Comunal de San Vicente del Caguán, Asojuntas, asociación que agrupa 360 juntas de acción comunal  en San Vicente del Caguán.

Además hace parte de la Asociación de Mujeres por la Paz y la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, Asodemuc.

El 27 de agosto pasado en el barrio Palmeras Altas, a las 9 de la noche, en el casco urbano de San Vicente del Caguán, cuando se dirigía a su casa, en el sitio conocido como La Manga, dos sujetos interceptaron a Carmen Leonor Roa.

Uno la cogió del brazo y la empujó hacía el otro, quien le cogió del cabello e hizo que lo mirara a los ojos. “¿Carmen Roa?”. Ella le dijo que sí.

“Mire vieja hijueputa, usted tiene que irse a predicar el comunismo a la puta mierda. A usted le mataron su marido y sigue chimbeando”.

No la dejaron hablar porque todo el tiempo la insultaron. El que le tenía cogida la cabeza era un hombre crespo, alto, con acento costeño y de contextura gruesa.

“¿Usted a que comandante le obedece?”. Ella le contestó “¿Cuál comandante?, yo trabajo con mujeres, a favor de los derechos de la mujer”.

El otro criminal le dijo: “¿Sí? Si usted mantiene rezando, predicando comunismo”. Al momento que el segundo sujeto la soltó le dijo: “Mire gran hijueputa, usted tiene que perderse de aquí, tiene esta noche para que se pierda de aquí”.

Simultáneamente a la agresión verbal, le pegó con la rodilla en un muslo y una patada, mientras le ordenaba que se “perdiera” del lugar.

Antecedentes

Primer desplazamiento: En enero del año 2005 el esposo de Carmen Roa, Arnoldo Naranjo Ramírez, fue asesinado y presentado como integrante del Frente 32 de las FARC, en la vereda La Pradera, inspección Arizona, municipio de Puerto Caicedo, Putumayo.

Estos hechos se encuentran en investigación en la Fiscalía 70 de Cali como un caso de “falso positivo”.

Los militares implicados en el crimen fueron acusados por los delitos de homicidio, tortura y desaparición forzada, pero salieron libres por vencimiento de términos. Por este hecho Carmen Roa fue desplazada de la vereda.

Segundo desplazamiento: En junio de 2005 miembros del Ejército Nacional llegaron a la vivienda temporal de Carmen Roa en su búsqueda, lo que hizo que se desplazara nuevamente, esta vez del Putumayo.

Tercer desplazamiento: Luego de su retorno, en abril de 2008, recibió amenazas de muerte que la obligaron a salir nuevamente del departamento.

El  27 de agosto del mismo año salió definitivamente del Putumayo con apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja, por amenazas derivadas de las denuncias hechas por el asesinato de su esposo.

Cuarto desplazamiento: En Bogotá, donde se encontraba escondida, en el año 2009, sufrió otra amenaza por denunciar el crimen de su esposo.

A raíz de esta amenaza, por medio de la Fiscalía le otorgaron medidas de protección temporale y la Corporación Claretiana Norman Pérez Bello la trasladó de ciudad.

Quinto desplazamiento: El 7 de abril de 2010, en la ciudad de Ibagué, fue víctima de un atentado contra su vida, la Corporación Claretiana Norman Pérez Bello la trasladó nuevamente de ciudad.

Diálogos de paz
Las FARC-EP nombran al 'Sargento Pascuas' para completar su equipo negociador
Por Camilo Raigozo

El comandante “Joaquín París” confirmó que el legendario guerrillero conocido como “Sargento Pascuas” (segundeo de izq a der en la foto), es quién completa la nómina del equipo-

negociador de las FARC-EP, que enfrentará a la decena que  representa y defiende los intereses del régimen y de la oligarquía nacional y extranjera en la mesa de diálogos.

Pascuas es uno de los fundadores de las FARC-EP, contemporáneo del histórico comandante de ese ejército rebelde, “Manuel Marulanda Vélez”.

La nómina fariana queda entonces compuesta de la siguiente manera: Los cinco titulares plenipotenciarios: 'Iván Márquez', Rodrigo Granda, 'Marco León Calarcá', 'Simón Trinidad' y 'Joaquín París'.

Suplentes: ‘Miguel Pascuas', 'Jesús Santrich', 'Hermes Aguilar', ' Rubén Zamora' y 'Bernardo Salcedo'.

Por su parte el equipo que representa y defiende los intereses del régimen y de la oligarquía nacional y extranjera en la Mesa de Diálogo, está conformado por:

Humberto de la Calle, Luis Carlos Villegas, Óscar Naranjo, Jorge Enrique Mora, Frank Pearl, Sergio Jaramillo, Alejandro Eder, Jaime Avendaño, Lucía Jaramillo y Elena Ambrosi.

martes, septiembre 18, 2012

Diálogos de paz
Entrevista exclusiva a 'Timoleón Jiménez', máximo comandante de las FARC-EP, realizada por Carlos Lozano

Timoleón Jiménez, co­mandante en Jefe del Estado Mayor Central de las FARC– EP, es la cabe­za visible del legendario movimien­to guerrillero, hoy comprometido en la búsqueda de la paz democráti­ca, mediante un nuevo diálogo con el Gobierno Nacional.

Es la continuidad de una orientación de la guerrilla de las FARC– EP. Se lo había dicho Manuel Marulanda a Voz, durante los diálo­gos del Caguán: “La paz es una ban­dera de los revolucionarios”.

Esta entrevista se da en un momen­to histórico, ad portas de un nuevo es­fuerzo para lograr la paz en Colombia. Aquí están las respuestas de Timoleón Jiménez, concretas, precisas.

Se po­dría decir, sin falso optimismo, que la paz está más cerca que antes, pero to­davía hay mucho recorrido por delan­te. Todo el país espera que no sea una nueva frustración.

Comienza un nuevo proceso de diálogo con un Gobierno de alguna manera heredero de la “seguridad de­mocrática” uribista. ¿Cómo lo abor­dan las FARC?

Nosotros siem­pre hemos estado dispuestos a la bús­queda de soluciones distintas a la gue­rra. Con Uribe no fue posible, por su abierto desconoci­miento de nuestra condición política.

Santos no es solo heredero de la segu­ridad democrática, sino además uno de sus protagonistas estelares. De hecho, con maquillajes al nombre, ha conti­nuado con ella.

Pero como él mismo lo dice, decidió asumir los riesgos de dialogar y dio pasos positivos en ese sentido.

Cualquier colombiano diría que el verdadero riesgo es la guerra y no el diálogo, por eso no vacilamos en aceptar las conversaciones para buscar la paz.

En cuanto al modo de abordar el nuevo proceso, diría que lo hacemos con grandes expectativas de alcanzar el fin del conflicto.

El Presidente re­pite que no piensa cometer los errores del pasado y confiamos en que así sea.

Usted sabe que el principal error de to­dos los procesos anteriores ha sido el de llegar a la mesa a exigir rendiciones, sin voluntad real de atender a la solu­ción de las causas que dieron origen y siguen alimentando la confrontación.

La agenda contempla el tema de la “dejación de armas”, que sería el punto de llegada de un acuerdo o pac­to de paz. ¿Qué expectativas tienen las FARC al respecto?

Carecería de sentido iniciar un pro­ceso encaminado a conseguir la ter­minación definitiva del conflicto, sin contemplar la dejación de armas como punto de llegada.

Dejación de armas consiste en la abolición del empleo de la fuerza, de la apelación a cualquier tipo de violencias, para la consecu­ción de fines económicos o políticos.

Es un verdadero adiós a las armas. Si lográramos que en Colombia eso fuera una realidad, nuestro país daría un sal­to enorme hacia adelante.

Confiamos nuevamente en que la administración Santos, y todos los sectores empeñados en la violencia como método de acción económica y política, coincidan en es­te criterio con nosotros.

Los “errores del pasado”

El Presidente Santos ha dicho que su Gobierno requiere que es­te proceso de diálogo “no repita los errores del pasado”; que exista la garantía que va a conducir al fin del conflicto; y que el Gobierno manten­drá los operativos militares y la pre­sión militar sobre las FARC. ¿Cuáles son los presupues­tos de la insurgencia para que el proceso culmine con éxito?

La oligarquía dominante en Colombia, apoyada só­lidamente por los Gobiernos de los Estados Unidos, lleva ya casi 50 años apostándole al exterminio de las gue­rrillas.

Doce presidentes, uno con man­dato repetido, han prometido invaria­blemente nuestro fin y dado manos li­bres al aparato militar para cumplirlo.

Cuando Santos ordena incrementar las operaciones no está dando satisfaccio­nes a los sectores de extrema derecha, lo hace porque cree con ellos, como to­dos los anteriores gobiernos, que de ve­ras podrá rendirnos por obra de la fuer­za.

Precisamente es ese el círculo vi­cioso que se necesita romper. Si usted observa el plebiscito general de apro­bación a las conversaciones de paz,-

se dará cuenta de que la inmensa mayo­ría de los colombianos no comparte la salida militar, entre otras cosas porque con mayor cordura que sus gobernan­tes, sabe que no será posible.

Nosotros partimos de la idea de que este proceso será exitoso, en la medida en que esas grandes mayorías que se inclinan por la solución política tengan oportunidad de hablar, de movilizarse, de influir, de decidir al respecto. Y las estamos invi­tando a hacerlo.

En varios sectores que apoyan el diálogo se está planteando la pro­puesta de tregua, cese de fuegos y ce­ses de hostilidades. ¿Qué opinan las FARC– EP?

Estamos completamente de acuer­do. Siempre ha sido uno de nuestros primeros planteamientos al producir­se aproximaciones con los distintos gobiernos.

Desafortunadamente, la oligarquía colombiana se ha inclina­do porque los diálo­gos se produzcan en medio de la confron­tación.

Si el despe­je del proceso pasado hubiera estado acom­pañado de un meca­nismo de esa natura­leza, otra hubiera sido la suerte del mismo.

En Colombia, las cla­ses dominantes, su clase política y sus medios de comunicación sufren la ma­nía de mirar solo a uno de los lados.

Informar de la matanza de 30 guerrilleros en un bombardeo aéreo despier­ta sus aplausos, mientras que las bajas oficiales en combate se repudian como asesinatos.

Con dicha manipulación se busca además presionarnos grosera­mente en las mesas de diálogos.

El papel de Voz

Ustedes, como medio alternativo de heroica perdurabilidad, son quizás quienes de manera más honrada han in­formado al país, desde décadas atrás, de la infame persecución criminal prac­ticada en Colombia contra ese tipo de organizaciones.

De los archivos de Voz podría elaborarse la más fidedig­na historia de los crímenes de Estado en contra del pueblo de este país.

El núme­ro de víctimas en Colombia se equipa­ra al espantoso holocausto judío en la Europa ocupada por los nazis.

Entonces adquiere singular im­portancia el papel de los distintos movi­mientos sociales, sin­dicales, agrarios, po­pulares, que el Estado colombiano pretende ignorar al abordar con migajas de manera in­dividual uno que otro caso emblemáti­co.

Esa Colombia ignorada y victimizada es la que tiene que ponerse de pie ahora para reclamar por sus muertos y desaparecidos, para exigir el fin defini­tivo de la guerra,-

para impedir que se consagre la impunidad, para exigir la satisfacción de los viejos clamores por los que fue violentada de modo tan ge­neralizado y atroz.

¿Qué opina de los 6 a 8 meses que presupuesta el Presidente Santos?

Se trata de una expectativa que él está generando por su cuenta, en contravía de lo pactado en la letra y el es­píritu del Encuentro Exploratorio.

Allí se concertó no poner fechas fatales, ni siquiera la palabra meses, así que lo expresado por el Presidente nos indica lo difícil que va a ser este camino que emprendemos.

De paso, evidencia de manera clara la estrategia que van a implementar: cuando no logren algo en la mesa intentarán imponerlo en los medios.
Para llegar a La Habana y realizar el Encuentro Exploratorio dura­mos dos años, cuando inicialmente se creyó que sería cuestión de semanas.

Y no fue precisamente por causa de la insurgencia, tema del cual no quiero dar pormenores por respeto el compromiso de mantener por el momento en re­serva los detalles al respecto, aunque por las crónicas que han salido en los medios, la contraparte parece haberse olvidado de ello.

Un asunto de los colombianos

¿Qué propuesta política le hacen las FARC– EP a los colombianos al co­menzar el diálogo?

Movilizarse en torno a la termina­ción definitiva del conflicto. La guerra o la paz son asuntos que nos conciernen a todos los colombianos y estamos obligados a pronunciarnos.

El Gobierno pretende que los diálogos se realicen exclusivamente entre sus voceros y los nuestros, de modo discretísimo, sin bochinches, como repite insistentemente.

Como cuando Laureano Gómez y Lleras Camargo firmaron en Europa los acuerdos de Sitges y Benidorm. Además, pretende que las FARC demos allá el espaldarazo a sus planes de gobierno, como lo más con­veniente para el país.

Es decir, que se des­conozca otra vez a la población colombiana, que se pacte a sus espaldas lo que en verdad solo interesa y convie­ne a las transnacionales, banqueros, empresarios y terratenientes.

Eso no puede suceder más en este país. Las grandes mayorías deben ser escuchadas y atendidas. Nuestra propuesta apunta a eso.

¿Por qué se decidieron las FARC a asumir este nuevo intento de paz? ¿Debilidad? ¿Estrategia? ¿Realismo?

Quienes afirman que la presión militar ha sido definitiva para movernos a una negociación política, olvidan que esta década de guerra se desató cuando Pastrana puso fin de manera unilateral al proceso de paz que se celebraba en el Caguán.

Es el Estado quien regresa a la Mesa de Diálogos con las FARC, para lo cual habrá hecho sus valora­ciones internas.

Una de ellas, así no la haga pública, tiene que ser el reco­nocimiento de que el enorme esfuer­zo realizado para vencernos ha resul­tado inútil.

Las FARC seguimos ahí, combatiendo, resistiendo, avanzando. Ahora volvemos al escenario natural de la política, los diálogos civilizados.

Es absurdo afirmar que nos han obligado a sentarnos a la Mesa, cuando fue el Estado quien se levantó furioso de ella. Dialogamos, porque la solución políti­ca ha sido siempre una bandera nuestra y del movimiento popular.

Serios golpes

¿Pero entonces no han recibido las FARC golpes severos durante es­tos diez últimos años?

No puede negarse que hemos recibido serios golpes. Y sumamente dolorosos. Las muertes de cuatro miem­bros del Secretariado Nacional no pueden ser minimizadas.

Son muy duras también las muertes de combatientes bajo el fuego de los bombardeos. Sin embargo, hemos asimilado con coraje todos esos casos.

Ninguno de los actuales miembros del Secretariado cuenta con menos de treinta y cinco años de experiencia guerrillera, lo cual puede aplicarse también a casi todo el Estado Mayor Central.

Los relevos no se improvisan. 48 años de lucha continua han producido un formidable engranaje.

Seguimos adelante, con dolor en el alma, pero más avezados y convencidos de nuestras razones. En toda guerra hay muertos.

La campaña mediática insiste en presentarnos como una organización derrotada y sin fu­turo. Igual ha sido siempre.

Si se tratara de hacer frente a una fuerza vencida, no estarían trabajando en incrementar aún más el pie de fuerza y el ya de por sí enorme arsenal adquirido. Son verdades que el Estado y los medios ocultan deliberadamente.

Entonces, aunque las FARC no ejecuten acciones del calibre de las de catorce años atrás, ¿puede afirmarse que la confrontación continúa siendo de grandes proporciones?

El Ministro de Defensa los minimiza a ustedes por completo y alega que la confronta­ción persiste tan solo en el área rural de diez municipios aislados del país.

Las FARC-EP operamos y nos movemos en los mismos territorios que ellos ocupan. El supuesto control ejercido por los comandos conjuntos, fuerzas de tarea, brigadas y batallones, es puesto en ascuas con frecuencia por la actividad de las guerrillas móviles.

El número de bajas de las fuerzas armadas ha venido en alza de tiempo atrás. Claro, también nosotros recibimos golpes, mucho más publicitados por los medios.

Es que ese es el conflicto. Una guerra se libra según las circunstancias, no existen modalidades operativas válidas para todas las situaciones.

Es obvio que las condiciones de hoy no son iguales a las de una década atrás, sobre todo por uso masivo de la aviación militar, pero se combate diariamente.

En todos los Bloques de las FARC se trabaja en función de variar esa ecuación en cualquier momento.

Sea como sea, la perduración del conflicto implicará mayor muerte y destrucción, más luto y lágrimas, más pobreza y miseria para unos y mayor riqueza para los otros.

Imagínese las vidas que se hubieran ahorrado estos diez años. Por eso buscamos los diálo­gos, la solución incruenta, el entendi­miento por vías políticas.

Con ese pro­pósito vamos a La Habana. Confiamos en que el Gobierno Nacional también entiende la necesidad de poner fin a tan larga violencia practicada contra el pue­blo colombiano.


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