sábado, diciembre 28, 2013

Terrorismo de Estado
Condenan a criminales del Ejército por asesinato a sangre fría
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El bandido del Ejército Nacional, sargento Carlos Augusto Patiño González, fue condenado a 20 años de “cárcel” acusado de ser coautor del asesinato a sangre fría del taxista Carlos Eduardo Arias Godoy.

De acuerdo con la información de la Fiscalía, Arias Godoy despareció en Bogotá entre el 6 y el 7 de julio de 2006 y luego apareció reportado como guerrillero que murió durante un supuesto combate en Chipaque, Cundinamarca.

El taxista fue víctima de terroristas del Ejército pertenecientes a la Compañía Fortaleza No. 3 acantonada en el municipio de Une, Cundinamarca, adscrita al Batallón de Artillería No. 13 General Fernando Landazabal Reyes.

Los bandidos denominados “soldados campesinos”, pertenecientes a la mencionada compañía aceptaron su responsabilidad en el crimen y fueron condenados tras acogerse al beneficio de sentencia anticipada.

El fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, a cargo del proceso, vinculó a Patiño González, quien aceptó los cargos y se acogió también al beneficio de la sentencia anticipada, lo que conllevó a que el Juzgado Penal del Circuito de Cáqueza (Cundinamarca) lo condenara como coautor del homicidio en persona protegida. El ente investigador no menciona cuantos criminales fueron condenados.

Terrorismo de Estado
A la cárcel presuntos policías asesinos
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Un juez de control de garantías de Medellín dictó medida de aseguramiento en centro carcelario contra el teniente de la Policía, Carlos Arley Totena Girón y contra el patrullero, Darwin Israel Ortíz Caicedo, por el homicidio de  Henry Jaramillo Betancur, de 33 años de edad.

La víctima fue retenido el 6 de octubre pasado bajo los efectos de sustancias estupefacientes en el centro de Medellín y luego conducido hasta la Estación Candelaria de la Policía, de donde fue sacado horas después sin sentido.  Su muerte se produjo más tarde en la Policlínica de Medellín, informó la Fiscalía.

De acuerdo con Medicina Legal y Ciencias Forenses, el cadáver presentaba hematomas en la cabeza, el cuello, el abdomen y los genitales, al parecer por una golpiza propinada en la estación de policía.

Según los médicos forenses Jaramillo Betancur pereció por contusión hemorrágica severa en los pulmones.

Los presuntos terroristas del régimen fueron capturados el pasado 27 de diciembre por agentes del CTI. El oficial y el patrullero no aceptaron los cargos imputados por la Fiscalía por el delito de homicidio agravado. 

La defensa de los presuntos bandidos apeló la decisión de primera instancia ante los Jueces Penales del Circuito de Medellín, expresó el ente investigador.

viernes, diciembre 27, 2013

Masacre de Mondoñedo
Condenan a 40 años de cárcel a criminal de la Policía por secuestro y asesinato a sangre fría
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El Juzgado Séptimo Penal del Circuito Especializado de Bogotá condenó al terrorista de la Policía, mayor Héctor Edisson Castro Corredor, por los delitos de secuestro extorsivo agravado y homicidio agravado, informó la Brigada Jurídica Eduardo Umaña Mendoza.

El bandido del régimen fue sentenciado a pagar 40 años de prisión debido a las pruebas contundentes en su contra que lo hallaron responsable de crímenes de lesa humanidad, como lo había advertido la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Sin embargo la Procuraduría en cabeza de Alejandro Ordoñez, alias “monseñor absolvedor de la yidispolítica, parapolítica y de los falsos positivos”, como es su costumbre de absolver a los criminales y condenar a los inocentes, había pedido la absolución para este terrorista de la Policía.

El juez compulso copias a la Fiscalía General de la Nación para que se investigue los diferentes homicidios que se han presentado en el trascurso de este proceso ya que a la fecha permanecen en la total impunidad, dijo la fuente.

El 6 de septiembre de 1996 los jóvenes Vladimir Zambrano, Arquímedes Moreno, Jenner Alfonso Mora y Juan Carlos Palacio Gómez salieron de sus casas en la ciudad de Bogotá y nunca más regresaron.

Al día siguiente los universitarios fueron encontrados en el basurero del municipio de Mondoñedo, ubicado en la hacienda Fute, cerca de la carretera que conduce de Mosquera a Soacha.

En hechos relacionados, fueron asesinados los jóvenes Martín Alonso Valdivieso y Federico Quesada, en el barrio Fontibón y Argelia de Kennedy, respectivamente, estos eran amigos de los encontrados en Mondoñedo. Fotos:


jueves, diciembre 26, 2013

Capturan a líder comunitario por protestar contra las petroleras en Casanare
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Agentes de la Sijin capturaron en Yopal al líder comunitario Josué Zorro por participar en las protestas sociales que las comunidades han realizado contra los abusos de las empresas petroleras.

El líder es acusado de dirigir los disturbios ocurridos en el municipio de Trinidad y San Luis de Palenque, el 3 de agosto del año pasado, cuando manifestantes fueron agredidos por las fuerzas represoras del régimen, Ejército y Policía.

Informaciones de medios locales dicen que Zorro ingresó en esa ocasión junto a otras personas encapuchadas a las instalaciones de las petroleras Careto, Petirrojo, Cernícalo, y el Yopo, ocasionado daños materiales.

Voceros de organizaciones sociales afirman que es una acción del régimen para criminalizar las protestas sociales y una venganza, ya que ese día fueron retenidos durante varias horas y desarmados varios agentes del Esmad por los manifestantes.

Josué Zorro fue dejado a disposición de la autoridad judicial competente, donde fue legalizada su captura y se ordenó su reclusión en centro penitenciario de Yopal, víctima de falso positivo judicial. Foto Prensa Libre.


Terrorismo made in USA
Las muertes de los comandantes de las FARC EP a manos de la CIA fueron burdos asesinatos
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El expresidente de Cuba Fidel Castro ya había advertido desde hace tres años que la muerte del comandante guerrillero Víctor Julio Suárez Rojas, de las FARC EP, más conocido como 'Mono Jojoy', ocurrida el 22 de de septiembre de 2009 a manos de una acción encubierta de la CIA, fue en realidad un burdo asesinato.

En su reflexión del 30 de septiembre del mismo año Fidel Castro afirmó entre otras cosas que, "Imagino que no pocos militares colombianos estén abochornados por las grotescas versiones de la supuesta batalla en que murió el Comandante Jorge Briceño Suárez. En primer lugar, no hubo combate alguno. Fue un burdo y bochornoso asesinato".

El tiempo le dio la razón al comandante Castro. La investigación del diario estadounidense The Wshington Post, confirmó que las muertes de al menos 12 líderes de la guerrilla de las FARC EP, fueron en realidad producto de acciones encubiertas ilegales de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, quienes utilizaron secretamente la CIA, la NSA, fuerzas especiales, mercenarios, armas con tecnología de punta y otras agencias, para asesinar a los líderes insurgentes.

El ‘Negro Acasio’, ´Raúl Reyes´, ‘Alfonso Cano’, ‘Martín Caballero’ y muchos líderes más, fueron asesinados en las mismas condiciones y por los mismos perpetradores que cometieron el crimen del ‘Mono Jojoy’. Es decir todos fueron “burdos asesinatos”, en palabras del expresidente Castro. 

Contrario a lo que han afirmado el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y el expresidente Uribe, en los asesinatos de los líderes de las FARC EP intervinieron conjuntamente la CIA y los militares colombianos. Pero finalmente fueron los agentes estadounidenses quienes apretaron el gatillo. 

Al respecto el Wshington Post afirma que las claves y códigos para accionar las bombas inteligentes no fueron suministrados por desconfianza a ningún colombiano. Entonces es absurdo que estos dos siniestros personajes continúen mintiéndole al país haciéndole creer que todo corrió por cuenta de las fuerzas militares colombianas.

A continuación apartes de la mencionada columna del comandante Fidel Castro tomados de Cubadebate.com:

Piedad Córdoba y su lucha por la paz

Hace tres días se publicó la noticia de que el Procurador General de Colombia, Alejandro Ordóñez Maldonado, había destituido e inhabilitado por 18 años para ejercer cargos políticos a la prestigiosa Senadora colombiana Piedad Córdoba, por supuesta promoción y colaboración con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Frente a una medida tan inusual y drástica, contra la titular de un cargo electivo de la más alta institución legislativa del Estado, ésta no tiene otra alternativa que recurrir ante el propio Procurador que engendró la medida.

Era lógico que tal arbitrariedad provocara un fuerte rechazo, expresado por las más diversas personalidades políticas, entre ellas, ex prisioneros de las FARC y familiares de los que fueron liberados por gestiones de la senadora, ex candidatos a la presidencia, personas que ocuparon ese alto cargo, otros que fueron, o son, senadores o miembros del poder legislativo.

Piedad Córdoba es una persona inteligente y valiente, expositora brillante, de pensamiento bien articulado. Hace pocas semanas nos visitó acompañada de otras personalidades destacadas, entre ellas, un sacerdote jesuita de notable honestidad.

Venían animados por un profundo deseo de buscar la paz para su país y solicitaban la colaboración de Cuba, recordando que durante años, y a solicitud del propio gobierno de Colombia, prestamos nuestro territorio y nuestra colaboración para las reuniones que tuvieron lugar en la capital de nuestro país entre representantes del Gobierno de Colombia y el ELN.

No me sorprende, sin embargo, la decisión tomada por el Procurador General, que obedece a la política oficial de ese país virtualmente ocupado por las tropas yankis.

No me gusta hablar a medias tintas, y diré lo que pienso. Hace sólo una semana, estaba a punto de iniciarse el debate general del 65 Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Durante tres días, se habían discutido las penosas metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y el jueves 23 de septiembre se iniciaba la Asamblea General, con la participación de los Jefes de Estado o de altos representantes de cada país.

El primero en hacer uso de la palabra sería, como es costumbre, el Secretario General de la ONU y, de inmediato, el Presidente de Estados Unidos, país sede de la Organización y presunto amo del mundo.

La sesión comenzaba a las 9 de la mañana. Como es lógico, estaba interesado en conocer qué diría el ilustre Barack Obama, Premio Nobel de la Paz, tan pronto concluyera Ban Ki-moon.

Imaginé ingenuamente que la CNN en español o en inglés trasmitiría el discurso, generalmente breve, de Obama. Por esa vía escuché los debates entre aspirantes a ese cargo en la ciudad de Las Vegas, dos años antes.

Llegó la hora, pasaban los minutos y CNN ofrecía noticias aparentemente espectaculares sobre la muerte de un jefe guerrillero colombiano. Estas eran importantes, pero no de especial trascendencia. Continuaba yo interesado por saber qué decía Obama de los gravísimos problemas que sufre el mundo.

¿Acaso la situación del planeta está para que ambos estén bobeando y haciendo esperar a la Asamblea? Pedí que pusieran en otro televisor la CNN en inglés y tampoco una palabra sobre la Asamblea.

Entonces, ¿de qué hablaba la CNN? Daba noticias, y esperaba que concluyera las que emitía sobre Colombia. Pero pasaron 10, 20, 30 minutos y seguía en lo mismo.

Narraba incidencias de un colosal combate que se estaba librando, o se había librado, en Colombia, los destinos del continente iban a depender de eso, según se deducía de las palabras y el estilo de la narración del locutor.

Se mostraban fotos y filmes en todos los colores de la muerte de Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez o “Mono Jojoy”.

Es el golpe más fuerte recibido por las FARC, afirmaba el locutor, supera la caída de Manuel Marulanda y la de Raúl Reyes juntos.

Acción demoledora, afirmaba. Según se deducía, había tenido lugar un espectacular combate con la participación de 30 aviones de bombardeo, 27 helicópteros, batallones completos de tropas selectas empeñados en feroz acción bélica.

Realmente, algo más que las batallas de Carabobo, Pichincha y Ayacucho juntas. Con la vieja experiencia en estas lides, no concebía semejante batalla en una región boscosa y apartada de Colombia.

La descomunal acción estaba condimentada con imágenes de todo tipo, viejas y nuevas, del comandante rebelde. Para el redactor de noticias de CNN, Alfonso Cano, quien sustituyó a Marulanda, era un intelectual universitario que no gozaba de apoyo entre los combatientes; el verdadero jefe había muerto. Las FARC tendrían que rendirse.

Hablemos claro. Las noticias referidas a la famosa batalla en la que murió el comandante de las FARC -un movimiento revolucionario colombiano que surgió hace más de 50 años, después de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, asesinado por la oligarquía- y la destitución de Piedad Córdoba, están muy lejos de llevar la paz a Colombia; por el contrario, podrían acelerar los cambios revolucionarios en ese país.

Imagino que no pocos militares colombianos estén abochornados por las grotescas versiones de la supuesta batalla en que murió el Comandante Jorge Briceño Suárez. En primer lugar, no hubo combate alguno. Fue un burdo y bochornoso asesinato.

El almirante Edgar Cely, tal vez embarazado con el parte de guerra con que la autoridad oficial informó la noticia y otras versiones oscuras, declaró que: “Jorge Briceño, alias ‘Mono Jojoy’, murió por ‘aplastamiento’ cuando [...] la construcción en la que estaba escondido en la selva se le vino encima.”        

”‘Lo que sabemos es que murió por aplastamiento, su búnker le cayó encima’, [...] ‘no es verdad que tuviera un tiro en la cabeza’.” Así lo declaró a la emisora Caracol Radio, según la agencia de noticias norteamericana AP.

A la operación le pusieron un nombre bíblico “Sodoma”, una de las dos ciudades castigadas por sus pecados, sobre ella cayó una lluvia de fuego y azufre.

Lo más grave es lo que falta por contar, que ya hasta el gato lo sabe, porque los propios yankis lo han publicado.

El gobierno de Estados Unidos le suministró a su aliado más de 30 bombas inteligentes. En las botas que le suministraron al jefe guerrillero, le instalaron un GPS. Guiadas por ese instrumento, las bombas programadas estallaron en el campamento donde estaba Jorge Briceño.

¿Por qué no se explica al mundo la verdad? ¿Por qué sugieren una batalla que nunca tuvo lugar?

Otros hechos bochornosos observé a través de la televisión. El Presidente de Estados Unidos recibió efusivamente a Uribe en Washington, y lo respaldó para ofrecer clases sobre “democracia” en una universidad estadounidense.

Uribe, fue uno de los principales creadores del paramilitarismo, sobre cuyos miembros cae la responsabilidad del auge del narcotráfico y la muerte de decenas de miles de personas.

Fue con Barack Obama que Uribe suscribió la entrega de siete bases militares y virtualmente, de cualquier parte del territorio de Colombia, para la instalación de hombres y equipos de las fuerzas armadas yankis. De cementerios clandestinos está lleno el país.

Obama, a través de Ban Ki-moon, concedió a Uribe la inmunidad, asignándole nada menos que la vicepresidencia de la comisión que investiga el ataque a la flotilla que llevaba ayuda a los palestinos sitiados en Gaza.

Uribe en los últimos días de su presidencia tenía ya organizada la operación utilizando el GPS en las botas nuevas que necesitaba el guerrillero colombiano.

Cuando el nuevo presidente de Colombia viajó a Estados Unidos para hablar en la Asamblea General, conocía que la operación estaba en marcha, y al conocer Obama la noticia del asesinato del guerrillero, abrazó efusivamente a Santos.

Me pregunto si en esa ocasión se habló algo del acatamiento de la decisión emitida por el Senado de Colombia, declarando ilegal la autorización de Uribe para establecer las bases militares yankis. En ellas se apoyó el grosero asesinato.

He criticado a las FARC. Expresé públicamente en una Reflexión mi desacuerdo con la retención de los prisioneros de guerra y los sacrificios que para estos implicaban las duras condiciones de la vida en la selva. Expliqué las razones y la experiencia adquirida en nuestra lucha.

Fui crítico de las concepciones estratégicas del movimiento guerrillero colombiano. Pero jamás negué el carácter revolucionario de las FARC.

Consideré y considero que Marulanda fue uno de los más destacados guerrilleros colombianos y latinoamericanos. 

Cuando muchos nombres de políticos mediocres sean olvidados, el de Marulanda será reconocido como uno de los más dignos y firmes luchadores por el bienestar de los campesinos, los trabajadores y los pobres de América Latina. 

El prestigio y la autoridad moral de Piedad Córdoba se han multiplicado.

Fidel Castro Ruz
Septiembre 30 de 2010

Lea también:

Patiño pide "cuidado" con las revelaciones sobre el apoyo de la CIA contra las FARC

martes, diciembre 24, 2013

Terrorismo de Estado
Con cinismo el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón admitió que intervención de la CIA en Colombia no es nueva
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El ministro de la guerra  y la represión contra el pueblo colombiano Juan Carlos Pinzón, puede tener de ahora en adelante otro título más: ministro de la intervención extranjera y colonización del país.

Pinzón, como muchos otros prohombres,  se convierte de esa manera, en traidor de la patria, porque rompe la Carta Magna que es el contrato social convenido por los colombianos.

Como jefe de la cartera de Defensa debería entregarse por completo  junto con sus generales y sus tropas  a la defensa de la soberanía nacional, que es lo que les ordena la Constitución, como también por lo que les pagamos sus abultados  salarios.

Sin embargo este 23 de diciembre desde San Andrés, donde estaba entregando lanchas militares para continuar sus provocaciones contra Nicaragua, Pinzón afirmó sin ningún sonrojo que la intervención de la tenebrosa CIA en Colombia no es nueva.

Para disimular su traición a la patria Pinzón llama a la intervención de la potencia del norte en los asuntos internos colombianos: “cooperación”.

Es la misma “cooperación” que recibieron Pinochet, Somoza, Videla y tantos otros criminales que sometieron a sus pueblos a sangrientas represiones. Traidores a sus naciones como Pinzón, Santos, Uribe, Pastrana y muchos otros.

"La verdad es que todo el mundo sabe, esto no tiene nada de nuevo, que tenemos una cooperación fuerte, muy fuerte con los Estados Unidos", dijo Pinzón con un cinismo sólo comparable al de Uribe, sobre las revelaciones de The Washington Post.

Agregó Pinzón, entre otras barbaridades que, "Sobre eso que no haya duda, hemos obtenido capacidades, conocimientos, entrenamiento, fortalecimiento, pero las operaciones que han realizado nuestras Fuerzas Militares y de Policía son actos heroicos de colombianos".

Pinzón miente porque según la información del Washington Post, la CIA no le entregó a ningún colombiano las claves y códigos secretos con los que se accionaban las bombas inteligentes.

Pinzón tiene razón en que el trabajo bruto lo hicieron los militares colombianos, pero el inteligente lo hicieron los estadounidenses quienes en última instancia fueron los que accionaron las bombas inteligentes, inclusive para atacar al hermano pueblo ecuatoriano desde Colombia.

El ministro de Defensa miente también cuando afirma que “las operaciones que han realizado nuestras Fuerzas Militares y de Policía son actos heroicos de colombianos”.

¿Qué hay de heroísmo servirle de idiotas útiles a una potencia extranjera para que con su poder bélico y tecnológico, de manera cobarde, asesine a sus propios compatriotas?

Lea también:
Gobiernos de EU y Colombia han asesinado conjuntamente al menos a 12 líderes de las FARC EP con bombas inteligentes

lunes, diciembre 23, 2013

Terrorismo made in USA
Gobiernos de EU y Colombia han asesinado conjuntamente al menos a 12 líderes de las FARC EP con bombas inteligentes
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El periódico estadounidense The Washington Post publicó una información el pasado 21 de diciembre en la que relata cómo los gobiernos de George Bush y Álvaro Uribe, asesinaron conjuntamente a al menos 12 líderes de la insurgencia de las FARC EP utilizando bombas inteligentes de última tecnología estadounidense.

La información está basada en declaraciones de más de 30 funcionarios estadounidenses y colombianos, tanto de los gobiernos actuales  como de los anteriores. La fuente aclara que  la mayoría de los declarantes lo hicieron con la condición de anonimato.

En la estrategia encubierta autorizada por Bush a principios de la década del 2000 y continuada por Obama, actúan la temible Central de Inteligencia Americana, CIA, la Agencia de Seguridad Nacional, NSA, militares y mercenarios estadounidenses, entre otros.

La siniestra operación  es financiada a través de un "presupuesto negro", distinto al paquete de “ayuda militar” de EU  a Colombia, conocido como Plan Colombia, el cual alcanza los 9.000 millones de dólares.

El plan secreto de EU en Colombia proporciona inteligencia en tiempo real a los militares colombianos, dándoles la ubicación individual de los comandantes de las FARC EP y del ELN (no de paramilitares) para que sean asesinados.

Además de lo anterior, desde el 2006 Estados Unidos utiliza en la guerra contra la insurgencia colombiana bombas inteligentes eficaces para los asesinatos selectivos.

Estas armas tienen orientación GPS que transforma una bomba corriente en una bomba inteligente de alta precisión capaz de matar a un hombre a centenares de kilómetros en la profundidad de la selva.

Las bombas inteligentes, también llamadas municiones o PGMs guiadas de precisión, dan exactamente en el blanco si su ubicación se puede determinar, ya que las geo-coordenadas del sitio en que se encuentra se programan en el cerebro de la bomba.

Para el año 2003 se conocía la presencia en Colombia de al menos  40 agencias estadounidenses y 4.500 personas, incluidos los mercenarios denominados contratistas. Todos operan fuera de la embajada de EU en Bogotá, entonces la  embajada del imperio más grande del mundo, hoy solo la supera la de Afganistán.

En febrero de ese mismo año las FARC EP derribaron un avión Cessna con cuatro agentes de inteligencia estadounidenses y un piloto colombiano.

Un estadounidense y el colombiano murieron, mientras que los otros tres fueron hechos prisioneros por las FARC EP.  Los dos gobiernos afirmaron que estas cinco personas trabajaban en la erradicación de coca.

Un coronel estadounidense afirmó que le puso en conocimiento al entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos el plan, quién a su vez lo transmitió al presidente Uribe. Santos convenció al  secretario de Defensa de EU, Donald Rumsfeld para ejecutarlo.

En junio de 2006, Uribe visitó a Bush en la Casa Blanca y le pidió que hiciera en Colombia  lo mismo que Estados Unidos había hecho para asesinar al jefe de al-Qaeda en Irak, Abu Musab al-Zarqawi.

En ese asesinato EU envió un F-16 equipado con dos bombas inteligentes de 500 libras cada una, las cuales explotaron en el sitio exacto donde se encontraba Abu Musab al-Zarqawi y lo mató en el acto.

"Es evidente que esto era muy importante para Uribe”, dijo el  jubilado de la Fuerza Aérea, general Michael V. Hayden, quien había asumido el cargo de director de la CIA sólo unos meses antes.

El gobierno estadounidense envió de manera encubierta a Colombia a un oficial de la CIA quien creó la Célula de la Embajada de EU de Fusión de Inteligencia, conocido como el búnker, donde cada día 24 técnicos en sus respectivos equipos conectados a satélites rastreaban a las guerrillas.

Unos cartografían vía satélite las regiones y las selvas, otros buscan los campamentos y sitios subterráneos utilizados por las FARC EP y otro grupo procesa imágenes y el movimiento de los vehículos etiquetados con dispositivos de localización.

Igualmente las voces en las comunicaciones de radio y telefonía celular son interceptadas, descifradas y traducidas por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) por su sigla en inglés).

Fuera del bunker, agentes y mercenarios de la CIA les enseñan el arte de reclutar informantes a las unidades colombianas que son controlados con  detector de mentiras. Además ofrecen dinero a las personas para que informen sobre la ubicación de los guerrilleros.

Al macabro plan le había resultado un escollo: los abogados de la Casa Blanca, de la CIA, de los departamentos de Justicia, Defensa y de Estado, advirtieron que una cosa era utilizar un PGM para derrotar a un enemigo en el campo de batalla, lo cual la Fuerza Aérea de EU ha hecho durante años, y otra muy distinta usarlo contra un líder individual de las FARC EP.

Esto último  se constituiría en un asesinato, lo cual está prohibido por la ley de Estados Unidos y sus ejecutores podrían ser acusados ​​de participar en dichos crímenes, incluso si los perpetraban terceros.

El escollo fue resuelto de manera simple pero engañosa. Los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia declararon a las FARC EP y al ELN como grupos "terroristas" y “narcoterroristas” que atentan  contra la seguridad nacional de ambos países. Hasta Nelson Mandela estuvo en esas listas hasta finales de 2008.

Así fue como se desató una campaña monstruosa de propaganda sucia contra ese grupo insurgente por parte de los principales medios de comunicación colombianos, estadounidenses e internacionales, que no ahorran esfuerzos en calificar de “narcoterroristas”  a los guerrilleros de las FARC EP para cumplir su cometido.

Ultimada la coartada los agentes de la CIA, NSA, militares, otras agencias y mercenarios estadounidenses, pueden participar en el asesinatos de líderes de la guerrilla con la seguridad de que sus crímenes quedarán en la impunidad. EU mantiene al menos 7 bases militares en Colombia con la complicidad del régimen.

La primera víctima del plan encubierto fue Tomás Medina Caracas, conocido como ‘El Negro Acacio’, cuyo asesinato fue perpetrado el 1 de septiembre de 2007 a las 4:30 de la mañana, en los llanos orientales.

La intensa propaganda sucia a través de los medios lo presentaba como  jefe “narcotraficante” de las FARC y comandante del Frente 16. De la misma forma fueron asesinados los comandantes  ‘Martín Caballero’, ‘Raúl Reyes’, ‘Mono Jojoy’, 'Alfonso Cano' y al menos otros 8 líderes y centenares de guerrilleros.

The Washington Post afirma que este programa secreto en Colombia es una de las mayores acciones de la inteligencia encubierta desarrollados por Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Estos hechos también demuestran la incapacidad de los ministros de Defensa  y de los altos mandos militares colombianos para enfrentar por si solos a los ejércitos insurgentes, no obstante las abismales ventajas numéricas, económicas y tecnológicas que poseen sobre la guerrilla.

También se deduce la formidable capacidad de resistencia de los guerrilleros al enfrentar en tan precarias condiciones a los poderosos enemigos y no conocer la derrota. Al fin y al cabo son hijos de Bolívar.

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