sábado, febrero 08, 2014

‘Chuzadas’ del Ejército
La senadora Gloría Inés Ramírez repudió enérgicamente las ‘chuzadas’ del Ejército
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Recordó que estos actos ilegales de espionajes y seguimientos, entre otros delitos, “han sido una práctica inveterada de los organismos de inteligencia del Estado que de vez en cuando salen a la luz pública pero siempre han sido vigentes.

La senadora citó la experiencia del DAS afirmando que “Durante los ocho años de gobierno de Uribe Vélez, este organismo se convirtió en un tenebroso aparato ampliamente influido por el paramilitarismo y dedicado a perseguir a los contradictores políticos”.

Ramírez criticó que la existencia de una “sala gris” de la inteligencia del ejército, la cual habría espiado no solo a los negociadores de paz del gobierno en La Habana, sino también a personalidades como la ex senadora Piedad Córdoba y el Representante a la Cámara Iván Cepeda.

“No es más que la confirmación de que estos problemas no se resuelven liquidando unas entidades y creando otras que siguen haciendo lo mismo, sino adoptando una política y unas medidas suficientemente eficaces para garantizar el respeto a la legalidad y a la ética pública”, expresó la legisladora de izquierda.

En ese mismo sentido la líder política adujo que separar de sus cargos al director de inteligencia del Ejército y al Jefe de la Central de Inteligencia Técnica, Citec, no tocan el fondo del problema, por lo que exigió al gobierno, a la Fiscalía y otros entes competentes a que investiguen rigurosamente para saber toda la verdad y para que los delincuentes sean sancionados ejemplarmente.

“Lo que hay de por medio es muy grave, no sólo porque pone de manifiesto una conspiración contra el proceso de paz, esta vez desde el interior del propio gobierno, sino porque constituye una violación flagrante de la Constitución Política, que en su Artículo 15”, enfatizó Ramírez Ríos.

La congresista afirmó que poderosas fuerzas de la ultraderecha y el militarismo conspiran contra los diálogos de paz porque obtienen enormes beneficios económicos y políticos de la guerra.

“Es indispensable, que se establezca para quién y con qué fines se cometieron estos actos y qué relación tienen con la publicación de informaciones sobre los diálogos confidenciales que el gobierno sostenía con las FARC en La Habana con miras al proceso de paz o con la revelación por parte de Álvaro Uribe de las coordenadas del sitio donde se realizaba una operación para sacar del país a un dirigente guerrillero”, exigió Ramírez.

La senadora observó como grave que en el espionaje estén involucrados los servicios de inteligencia estadounidenses. Citando una información de la revista Semana aseguró que los agentes de la temible CIA suministran apoyo económico y técnico para que los espionajes sean factibles y que además tienen el control absoluto.

Según fuentes de la revista los gringos “saben qué, a quién y por qué se intercepta en la sala. En términos prácticos, ellos eran los verdaderos jefes de la sala”.

Al respecto Gloria Inés Ramírez dijo que “Lo anterior demuestra hasta qué extremos se pisotean nuestra soberanía nacional a la sombra de los convenios de cooperación entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos y amerita que se abra un debate nacional sobre el tema”.

Lea aquí el documento completo.


viernes, febrero 07, 2014

Gloria Inés Ramírez condena el asesinato de Carlos Arturo Ospina y la hipótesis perversa de la Policía
Por Camilo Raigozo. Notimundo

La senadora Gloria Inés Ramírez rechazó el crimen del joven Carlos Arturo Ospina, hijo de la también asesinada Ana Fabricia Córdoba, perpetrado el pasado sábado por fuerzas oscuras del régimen.

Así mismo rechazó la pretensión de la Policía de desviar las investigaciones al lanzar hipótesis tendenciosas y perversas como de que el crimen fue un “ajuste de cuentas”.

A continuación apartes del comunicado de la senadora:

Condenamos el asesinato de Carlos Arturo Ospina

Gloria Inés Ramírez Ríos
Senadora de la República

El 1° de febrero del corriente año fue asesinado a bala en Medellín Carlos Arturo Ospina Córdoba por parte de dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta.

La víctima era hijo de Ana Fabricia Córdoba, líder de tierras y defensora de derechos humanos de la región del Urabá, asesinada en el año 2012.

Es de anotar que su esposo, Delmiro Ospina y uno de sus hijos, Carlos Mario Ospina, fueron asesinados en 1995 en Chigorodó y que otro de los hijos, Jonatan Arley Ospina, fue igualmente asesinado en el año 2010, es decir, que se trata del exterminio sistemático de una familia.

Sin embargo, la Policía ha dicho en un comunicado que “Hasta el momento, la hipótesis que toma mayor fuerza daría cuenta de un eventual ‘ajuste’ por deudas económicas no canceladas”, lo que resulta extraño dados los antecedentes ya mencionados.

Por consiguiente, al tiempo que condenamos el asesinato de Carlos Arturo Ospina Córdoba, exigimos de las autoridades correspondientes una investigación que esclarezca los hechos y castigue a los responsables del crimen,-

al tiempo que les hacemos llegar a los familiares de la víctima nuestros sentimientos de pesar y solidaridad y le exigimos al gobierno medidas eficaces para proteger a quienes son potenciales víctimas de los criminales.

Bogotá, D.C., 5 de febrero de 2014

Lea también:

Terrorismo de Estado
Fuerzas oscuras del régimen asesinaron otro hijo de Ana Fabricia Córdoba, reclamante de tierras



Terrorismo de Estado
El Ejército como el DAS son aparatos criminales
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Sobre la historia criminal del que fue el tristemente célebre “cartel de las tres letras”, DAS, bajo el gobierno de Uribe, hay bastantes investigaciones, procesos judiciales y notas de prensa, entre otras pruebas de lo que aquí afirmamos.

No solo por los casi 4.000 asesinatos a sangre fría de jóvenes de estratos populares cometidos por tropas del Ejército, mal llamados falsos positivos, sino también por el apoyo, entrenamiento y complicidad con la estrategia paramilitar, para exterminar a la UP y cometer centenares de masacres y asesinatos selectivos, se puede afirmar que el Ejército, como el DAS, es un gran aparato criminal.

“El Ejército de Colombia, es uno de las más criminales del mundo”, afirmó hace algunos meses a este medio el abogado y defensor de derechos humanos Ramiro Orjuela.

A la connivencia perpetua con los grupos paramilitares, a quienes sus miembros llaman “primos”, al Ejército le siguen estallando escándalos. El último es el de las “chuzadas”, denunciado por la revista Semana recientemente.

El coronel Hernán Orozco, condenado junto al general Uscátegui por la masacre de Mapiripán, Meta, cometida por paramilitares y militares en julio de 1997, confesó ante los estrados judiciales que: “Los paramilitares son la amante del militar. No se puede llevar a la casa, pero hay que tenerla” (1).

Esta honesta aseveración del criminal del Ejército, minimizada y desapercibida por los medios, significa que toda unidad militar debe tener paramilitares a su servicio. “No puede saberlo la opinión pública, pero hay que tenerlos”, parafraseando a Orozco.

¿Y para que deben tener las unidades militares, escuadrones o sujetos paramilitares u otro tipo de sicarios? Pues para hacer el trabajo sucio: amenazar, matar o desaparecer y cubrir los crímenes con el manto de la impunidad.

Los paramilitares, con todo el poder que tienen, por sí solos no podrían tener acceso a la diversa y profunda información sobre las personas y organizaciones sociales blanco de sus amenazas y crímenes. Entonces ¿quién recaba la información con inteligencia y alta tecnología, planifica y traza las estrategias criminales que terminan ejecutando los sicarios, llamados paramilitares?

Alejandro Santos, director de la Revista Semana, medio que destapó el escándalo de las “chuzadas” del Ejército, aseveró a una estación radial que, "En esa fachada de legalidad se hacían trabajos ilegales, tenemos todos las pruebas, las fuentes, el acervo probatorio y testimonial de lo que ocurrió".

Santos también confirmó que tiene pruebas de que el Ejército espiaba de manera ilegal no solo a los negociadores del Gobierno en La Habana, sino también a otros sectores de la sociedad. Igualmente advirtió  que el Gobierno y los militares están tratando de minimizar el escándalo y de poner en cuestionamiento la credibilidad de Semana copiando el libreto de lo sucedido en el DAS.

El director de la revista también expresó que todavía falta mucho por contarle al país y que temía por la seguridad de las fuentes a quienes tratará de proteger con el anonimato. "Lo único que logran las investigaciones son las amenazas al tocar intereses muy profundos", dijo Santos.

¿A manos de quién van a parar esas informaciones producto de las “chuzadas ilegales” de las tropas que dirige Pinzón? ¿Son suministradas a sus “amantes” los paramilitares como lo describió el coronel Hernán Orozco? ¿Cuántas siniestras “fachadas” tiene la inteligencia militar en Bogotá y en el resto del país?

¿Tienen algo que ver con las recientes amenazas de los paramilitares “águilas negras”, “rastrojos”, “urabeños” y otros, contra los dirigentes de la Unión Patriótica, Marcha Patriótica, la MIA, políticos de izquierda, reclamantes de tierras, indígenas, campesinos, estudiantes, sindicalistas y otras víctimas y de los asesinatos que se han perpetrado?

El ministro de la guerra y la represión contra el pueblo, Juan Carlos Pinzón, con el cinismo y la arrogancia que lo caracteriza, dijo entre otras cosas que, “las operaciones de inteligencia con fachadas son totalmente legítimas y se van a seguir haciendo”.

Sí estas acciones criminales del Ejército son “legales” gracias a la nueva Ley de Inteligencia, entonces esta ley fue hecha para el crimen y su respectiva impunidad, hay que derogarla.

Pero el poderío del aparato militar quedó demostrado en la voltereta relámpago del presidente Juan Manuel Santos (en cuya permanencia al frente del Ministerio de Defensa los uniformados cometieron miles de crímenes), quién en menos de 24 horas pasó de la autoridad y dureza al acatamiento y sumisión.

El miércoles anterior JM Santos había afirmado que  fuerzas oscuras estaban detrás de las chuzadas del Ejército a los negociadores del Gobierno en La Habana. "Fuerzas oscuras que están tratando de sabotear procesos, como el proceso de paz", había afirmado el Presidente.

Sin embargo pocas horas después la volteada de Santos, el presidente, fue enorme. "Las fachadas de inteligencia, como la que se allanó, son totalmente lícitas. Son operaciones de inteligencia que están contempladas dentro de la ley de inteligencia, y eso no tiene nada de irregular", dijo el mandatario sin el más leve sonrojo. ¿De dónde lo tienen agarrado los militares?

Para amainar el escándalo el ministro Pinzón y los altos mandos procedieron a relevar a los cabecillas chuzadores Mauricio Ricardo Zúñiga, general, jefe de inteligencia y Óscar Zuluaga, general, director de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército, quienes fueron enviados a chuzar en otras dependencias y en otros lugares. Para eso son intocables.

miércoles, febrero 05, 2014

Terrorismo de Estado
Graves arbitrariedades del Inpec contra prisioneros en la cárcel de Acacías, Meta
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El 4 de febrero de 2014, a las 4 pm,  fue agredido el interno Luis Alberto Pineda  con arma corto punzante.  El procedimiento de la guardia fue el de encerrar en su celda al agresor sin más medidas.

El agresor recibe tratamiento psiquiátrico y lo inexplicable es que el cuerpo de custodia y vigilancia, al mando del cabo Gracia y el cabo Romero, no hayan tomado correctivos para atender dicha situación.

Un día después a la hora del desayuno, aproximadamente a las 6 y 30 am, el mismo individuo, en un acto de provocación,  incitó de nuevo al problema lo cual ocasionó una altercado.

Los agentes de la guardia lo que hicieron fue castigar a los agredidos enviándolos a los calabozos de la Unidad de Tratamiento Especial.

Las víctimas de los agentes del son: Luis Alberto Pineda, Víctor Amaya Martínez, Jorge Yepes y el representante de derechos  humanos del patio 3, German Quijano López, informó la Corporación Solidaridad Jurídica.


Terrorismo de Estado
Paramilitares amenazan a candidata a la Cámara por la UP en el Cauca
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Este 5 de febrero en Popayán, Cauca, a la una y 46 minutos de la tarde, cuando María Victoria Díaz, se encontraba desarrollando una reunión recibió en su celular una amenaza remitida desde el 318 482 09 90 el cual decía:

“vea maria victoria perra hijueputa seguis alborotando la gente y te vamos a matar perra ya sabemos donde encontrarte perra la historia de la up vuelve y se repite perra” (sic).

María Victoria Díaz, es candidata ante la Cámara de Representantes por el Cauca de la Unión Patriótica. Así mismo es miembro de la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo MIA, Junta Patriótica y Marcha Patriótica, entre otras organizaciones sociales y políticas.

Las comunidades responsabilizan de la ola de amenazas y asesinatos que han venido ocurriendo en diferentes zonas del país a las fuerzas militares y sus escuadrones especiales, los paramilitares.


Gloria Ramírez acusa al ministro Pinzón de macartizar a la Marcha Patriótica y de francotirador contra el proceso de paz
Por Camilo Raigozo. Notimundo

La senadora Gloria Inés Ramírez expresó que la intensificación de las amenazas a través de la estrategia paramilitar contra dirigentes y candidatos de la izquierda a medida que se aproxima el debate electoral, demuestra la ausencia absoluta de garantías para la verdadera oposición.

“Desde tiempo atrás, las bandas paramilitares, que, contra toda evidencia, el gobierno asegura que ya no existen, vienen profiriendo amenazas de muerte contra numerosos dirigentes políticos de izquierda, sindicalistas, defensores de derechos humanos y líderes populares, amparadas por la impunidad que desde siempre ha rodeado la inmensa mayoría de sus crímenes”, afirmó Ramírez.

Frente a las amenazas del grupo paramilitar “los rastrojos” conocidas el pasado 2 de febrero contra al menos 21 dirigentes de la Unión Patriótica, Marcha Patriótica y de la  Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo MIA, la senadora enfatizó que es un hecho execrable.

El régimen militarista, criminal y violento que mantiene el poder en Colombia desde inicios de la era republicana, a través del ejército de sicarios “los rastrojos” ofrece hasta 50 millones de pesos de recompensa para quienes asesinen a las personas señaladas.

Entre las víctimas amenazadas se encuentran: por la Unión Patriótica: Ayda Abella, candidata a la Presidencia de la República; Carlos Lozano, candidato al Senado; Jaime Caycedo, candidato a la Cámara y Omer Calderón.

Por el movimiento político Marcha Patriótica los dirigentes, Piedad Córdoba, David Flórez, Andrés Gil, Carlos García, Nidia Quintero, Luís Betancur, Eberto Díaz y Javier Cuadros.

Por la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo, MIA, Oscar Salazar, Yuli Anzueta, Olga Quintero, Adnrés Gil, Luís Betancur, Carlos García, Mauricio Ramos, Rigoberto Jiménez y Luz Perly Córdoba.

La congresista comunista recordó que el genocidio contra la UP sigue su curso, ya que el pasado 8 de octubre fueron asesinados Milciades Cano y Nancy Vargas, en Algeciras, Huila, mientras ocurre lo mismo con Marcha Patriótica que en menos de dos años de vida ya le han asesinado al menos 30 miembros y otros tres se encuentran desaparecidos.

“De otra parte, desde los más altos niveles del gobierno hay una campaña de macartización contra la Marcha Patriótica, acusándola de tener vínculos con las FARC, tarea de la cual son bien conocidos los frecuentes señalamientos del Ministro de Defensa, quien es, además, un francotirador contra el proceso de paz”, indicó Ramírez Ríos.

Igualmente criticó que la Fiscalía haya detenido a los dirigentes Huber Ballesteros, miembro de los comités ejecutivos de Fensuagro y CUT; Francisco Javier Toloza Fuentes, de la Comisión Internacional de la Marcha Patriótica, y Wilmer Madroñero, integrante de la Junta Patriótica Nacional.

Vaticinó Ramírez que seguramente seguirán otras detenciones porque hay alrededor de 200 personas judicializadas, producto de montajes judiciales por parte del Ejército y otras fuerzas represivas del régimen sindicándolas de tener algún vínculo con las FARC EP.

“Mientras los candidatos del régimen dominante, incluida la extrema derecha, gozan de todas las garantías y disponen de inmensos recursos económicos para la campaña electoral, la izquierda sigue sometida a las más variadas formas de antidemocracia y persecución al tiempo que el gobierno hace repetidos discursos sobre supuestas garantías iguales para todos”, aseveró la legisladora.

Finalmente dijo que “Ante esta difícil situación, condenamos de la manera más enfática las amenazas, reafirmamos nuestra solidaridad con las víctimas y exigimos del gobierno que respete el derecho a hacer oposición y otorgue iguales garantías a todos los sectores políticos del país”.


martes, febrero 04, 2014

Chaparral, Tolima
Acción Integral del Ejército en La Marina: Pan, circo y amenazas
José Antonio Gutiérrez D.

La aparición de panfletos amenazantes, firmados por el propio Ejército colombiano, en contra de pobladores del corregimiento de La Marina -Chaparral, sur de Tolima-, en medio de actividades cívico-militares, plantea una serie de inquietudes respecto al significado de la “Acción Integral del Ejército” en el marco de la consolidación territorial como estrategia del Estado.

Queda claro que la susodicha consolidación no solamente va aparejada de toda clase de abusos contra la población (al margen de intervenciones asistencialistas puntuales inscritas en una lógica militarista), sino que además degrada la noción de derechos sociales y genera un ambiente de zozobra cuyo único fin pareciera ser quebrar los lazos organizativos en la comunidad.

En el centro de esta estrategia, está la guerra declarada del Ejército a la Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima (Astracatol), cuyos miembros y dirigentes han soportado una campaña ininterrumpida de hostigamientos, montajes judiciales y agresiones.

La salud y el esparcimiento ¿derechos o estrategia de guerra?

Desde el viernes 24 al domingo 26 de Noviembre (2013) se realizó en La Marina una “Jornada de Apoyo al Desarrollo” impulsada por la Fuerza de Tarea Zeus de la Quinta División del Ejército Nacional, junto con la gobernación de Tolima, la alcaldía de Chaparral, bienestar familiar, acción social, la unidad administrativa de consolidación territorial y otras instituciones estatales.

Esta jornada, que el propio ejército calificó como “un hecho histórico”, no es más que una de las viejas brigadas cívico-militares, habiéndose desarrollado durante el curso del 2013 otras tres en el sur del Tolima: San José de las Hermosas (Chaparral), Santa Elena (Roncesvalle) y Gaitán (Ríoblanco).

El ejército puso un circo durante esos días un circo en el corregimiento, a la vez que llevaron una misión médica que intervino a algunas personas y dejó medicamentos a los enfermos.

Bajaron a gente de las veredas, y según las propias fuentes militares, con las actividades de esparcimiento, repartiendo juegos a los niños y herramientas a los labriegos, atención veterinaria y con la misión médica, alcanzaron a unas 2.600 personas.

En estos tres días, hubo “398 atenciones en pediatría, 320 en medicina general, 210 en ortopedia, 195 en ginecología, 162 en medicina interna, 195 en odontología, 380 en optometría y 150 en peluquería (…) Se vacunaron también 300 equinos”.

En principio, todo suena muy bien. ¿Quién puede objetar, de por sí, a que el Estado provea de servicios básicos, a los cuales la población tiene derecho?

Pero hay que escarbar un poco la superficie de estas brigadas cívico-militares para darse cuenta que en realidad estas son intervenciones bastante menos inocentes que llevar médicos a gente que lo necesita.

En realidad, estas brigadas cívico-militares convierten el acceso a derechos sociales en una estrategia de guerra, como parte integral de su acción contrainsurgente de supuesta “consolidación territorial”.

Mediante intervenciones puntuales, buscan crear la ilusión de que se está contrarrestando la privación estructural que padecen los campesinos en Colombia a la vez que se niegan estos servicios como derechos a las mayorías.

Después de tanto garrote que han metido a esta comunidad, ahora por fin cae una zanahoria para que el pueblo exclame jubiloso ¡Por fin a La Marina llega el Estado! Como si la militarización, los asesinatos, bombardeos, informantes, arrestos selectivos y masivos, montajes judiciales, etc., no fueran obra y gracia del Estado colombiano.

 La Acción Integral del Ejército

 Pero no son solamente los críticos a las políticas militaristas del régimen colombiano quienes decimos que estas brigadas cívico-militares son un engaño y una manera de jugar con las necesidades de la gente para fines bélicos.

Esto lo afirma el propio ejército colombiano, no en su discurso oficial, pero sí en sus instructivos internos. Veamos por ejemplo qué es lo que nos dicen los mismos documentos del ejército donde se refieren a estos asuntos.

Según el “Reglamento de Operaciones y Maniobras de Combate Irregular de las Fuerzas Militares de Colombia”, la doctrina de “acción integral” en la que se inscriben las brigadas cívico-militares, son un aspecto de las “medidas de engaños sicológicas” utilizadas para “cubrir con un velo el verdadero fin que se pretende.

Se utilizan para ello, y con frecuencia, los medios de comunicación”, con el fin de “orientar campañas de operaciones sicológicas especialmente dirigidas a los problemas más sentidos de la comunidad, para que estos vean nuestro compromiso y solidaridad con ellos”… compromiso y solidaridad que, como el mismo documento lo refleja, no son más que un engaño.

Algunos de los mecanismos para involucrarse con estos problemas, con un fin contrainsurgente, consisten en “servicios médicos básicos y especializados, asesorías, donaciones y otros servicios técnicos”, según otro documento militar.

Intervenciones puntuales, que buscan generar una forma de “clientelismo armado” para lograr que la comunidad “colabore”, en vez de solucionar, en realidad, los problemas de la comunidad.

En ese mismo mes, el Ejército había estado censando en el corregimiento. Estas intervenciones puntuales en la comunidad, debido a su carácter fundamentalmente contrainsurgente, no logran “consolidar” los territorios, como lo indica un informe de la Corporación Nuevo Arco Iris del 2011:

“las Fuerzas Militares funcionan en algunos territorios como fuerzas de ocupación (…) las denominadas brigadas cívico-militares parecen acciones típicas de fuerzas de ocupación, sirven para hacer censos, listados de personas, pero no para consolidar el Estado de Derecho”.

Después de la zanahoria, nuevamente el garrote: panfletos amenazantes

Una vez que la brigada cívico-militar y su circo hicieron las maletas el día domingo 26 de Noviembre, repartieron en el pueblo unos panfletos.

En estos panfletos el Ejército señala temerariamente a miembros de la comunidad de ser milicianos, siendo estos nombrados por sus nombres propios o con los sobrenombres que se les conoce en la comunidad, como si fueran “alias”. El panfleto dice lo siguiente:

“¡Milicianos! Frente 21, Cacica La Gaitana, Corregimiento La Marina

Alias Chucho, Alias Pinche, Alias Chávez, Alias Chacón, Alias Dago, Alias el Guaragua, Alias el Chulo, Alias Tigre, Alias Pecho de Oro, Alias Polo

Desmovilízate, tu familia necesita tranquilidad
Entréguese a la unidad militar más cercana
Llame a los teléfonos celulares 3138488603-3184511544
Hay mejores opciones de vida, no lo piense más

No se deje utilizar por los cabecillas/ Los que gozan son los cabecillas, mientras que usted es quien arriesga su vida y daña su imagen personal/ No desperdicie su juventud sirviéndole al terrorismo/ Piense en sus hijos y en el futuro de su familia/ No destruya sus sueños y el futuro de los demás/ Aproveche los beneficios que le ofrece el Gobierno Nacional mediante el plan al desmovilizado/ Tener una excelente educación/ Una vivienda digna/ Derecho a un Trabajo Digno.”

En uno de los documentos militares a los que nos hemos referido, se recomienda, entre otras variantes de la guerra psicológica, la utilización de panfletos amenazantes para “causar miedo, asustar, dominar al enemigo y hacer vacilar su voluntad”.

El panfleto, que trae los emblemas y las consignas del Ejército y específicamente de la Brigada Móvil No. 8 (adscrita a la Fuerza de Tarea Zeus), tiene claramente por objetivo, como recomiendan los instructivos militares, generar terror, es decir, desarrollar una estrategia eminentemente terrorista hacia la comunidad.

Todos los señalados son dirigentes campesinos de Astracatol, dirigentes comunitarios, personas reconocidas y apreciadas por sus labores en beneficio de la comunidad de La Marina.

Ninguno de los mencionados en el panfleto está en situación de clandestinidad, todos llevan vidas perfectamente públicas: en virtud a los derechos que tienen estas personas, como cualquier otro colombiano (que incluyen garantías, debido proceso, etc.), es inaceptable que se les haga esta clase de señalamientos sin pruebas en su contra ni órdenes de captura.

Esta clase de intimidación, propia de los métodos paramilitares, nos recuerda que varias unidades del Ejército en Tolima han sido señaladas por vínculos con las Águilas Negras, los Niches y los Rastrojos.

Queda claro que la consolidación militar es incompatible con la consolidación de los derechos, y que por más que traten de echar un barniz asistencialista al militarismo, lo único que se consolida es el terror y la guerra sucia.

Sorprende, por último, que una institución pública, como el Ejército, utilice lo que son derechos básicos que se niegan a las inmensas mayorías (trabajo digno, educación de calidad y vivienda digna), como “premios” en la lucha contrainsurgente.

Esto demuestra el nivel de degradación de los derechos sociales en Colombia y refuerza el punto que hemos dicho más arriba de una especie de “clientelismo armado” que se viene dando en medio del conflicto y que conlleva toda clase de arbitrariedades.

Zozobra en el sur del Tolima

Desde entonces reina una extraña “calma” en el corregimiento. No ha habido ningún movimiento de las autoridades después de repartir esos panfletos, pero reina el temor en la comunidad y se espera algún nuevo golpe represivo.

En otras partes del Tolima la represión y confusos hechos de violencia ya se han hecho sentir desde entonces. El día 15 de Diciembre, habría sido asesinado en la vereda Altamira, municipio de Cajamarca, el campesino y dirigente de Astracatol Julio César Londoño, cuyo cuerpo apareció en una fosa improvisada el 23 del mismo mes.

El 16 de Enero, en la localidad de Vegas del Café, municipio de Dolores, durante una detención masiva, ocho campesinos vinculados a Astracatol también fueron arrestados. Hay que recordar que, en la misma localidad, el 9 de Mayo del 2013, otros ocho campesinos de Astracatol ya habían sido arrestados sin pruebas sólidas en su contra.

Hay temor de que estos panfletos preparen el ambiente para nuevos montajes judiciales, ya que, aparte del clima represivo que se respira en el departamento, en La Marina ya ha habido otros montajes judiciales en el pasado,-

que terminaron con ocho dirigentes del corregimiento y de municipios vecinos tras las rejas durante dos años; montaje que cayó en Julio del 2013 por falta de pruebas y fruto de una fuerte campaña por su liberación.

Todavía quedan campesinos del corregimiento en la cárcel por motivos eminentemente políticos: José Norbey Lugo Caballero, Enzo Fabián Díaz, Yeison Orlando Castañeda, Wilmer Pérez Parra, Isidro Alape, Bilman Useche Pava.

La comunidad está a la expectativa y sigue organizándose, pese a la inseguridad, para frenar los atropellos y lograr que, por fin, los dejen tranquilos. Pero en toda Colombia sigue aumentando la represión oficial y paraoficial: arrestos masivos, amenazas a miembros de la UP y de la Marcha Patriótica, asesinatos políticos, detenciones selectivas.

Este año se juntan tres procesos que determinan la escalada de violencia en contra de los de abajo: elecciones presidenciales y legislativas, proceso de paz y aumento del malestar y la protesta social.

El sur de Tolima no es ajeno a este contexto generalizado de violencia. Es legítimo, en este marco, preguntarse si así entiende la paz Santos y el bloque en el poder en Colombia.


Sucre, Cauca
Paramilitares intensifican amenazas y hostigamientos contra dirigente de la UP y Marcha Patriótica
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El pasado 2 de febrero a las 9 y 15 de la noche, en la vivienda de Ricardo Quinayas Galindez, ubicada en el barrio Siloé, vecinos se dieron cuenta que varios sujetos intentaron abrir a la fuerza la puerta de la calle.

En el interior se encontraban Ricardo Quinayas Carvajal, hijo, quién ha sido retenido ilegalmente por el Ejército en varias ocasiones, un nieto y la esposa de Quinayas Galindez, denunció la Reddhfic.

Ricardo Quinayas, padre, recientemente fue amenazado por un militar y luego por un pramilitar, quienes también se refirieron a la población entera como miliciana de las FARC EP.

A partir de esas amenazas, tanto la familia Quinayas, como los vecinos han visto a varios sospechosos merodeando la vivienda.

Ricardo Quinayas Galindez es exmiembro de la Unión Patriótica y actualmente es activista de la Marcha Patriótica y de la Mesa de Interlocución y Acuerdos, MIA, que en la actualidad negocia con el Gobierno la solución de la crisis humanitaria que vive el campo colombiano.


Terrorismo de Estado
Inminente ola de asesinatos contra la UP y Marcha Patriótica en Popayán
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Los agentes de las fuerzas oscuras del régimen están ultimando detalles para dar inicio a un baño de sangre en la capital del Cauca, Popayán. Están atracando en pleno día a dirigentes de la Unión Patriótica y de Marcha Patriótica para robarles información con la cual recabarán la detalles que les falta para continuar el exterminio.

A las 12 del día del pasado 3 de febrero en Popayán, cuando Sirley Liceth Arias Campo, secretaria de Marcha Patriótica en el Cauca e integrante de la Corporación Popular de Vivienda, salió de la sede de la Unión Patriótica y de Marcha Patriótica, para dirigirse a su casa, en el momento de abordar la buseta un sujeto la convenció que la llevaba por el mismo precio.

Arias asumió que el sujeto era un moto transportador normal y accedió a subirse en la moto marca Pulsar negra y le indicó la dirección de la casa, informó Reddhfic.

A la llegada al barrio Santo Domingo, donde vive, al momento de pagarle el servicio el motociclista le rapó el bolso donde tenía su documentación, otras informaciones y emprendió la huida.

El 22 de enero de 2014 a las 10 de la mañana,  cuando Diana Katherine Hernández Quiceno, activista de Constituyentes por la Paz con Justicia Social, Marcha Patriótica, Consejo Patriótico y otros movimientos sociales,  se dirigía a la sede de campaña de la Unión Patriótica, dos sujetos en una motocicleta de color negra marca Pulsar se le atravesaron.

Uno de los individuos se bajó de la moto y la amenazó con un arma de fuego mientras le quitaba el bolso para luego emprender la huida. En la prenda Diana Katherine tenia documentos metodológicos del proceso de Constituyentes por la Paz con Justicia Social, un disco duro, la billetera, dinero, celular y ropa.

El 20 de diciembre pasado, cerca de las 12 del día, cuando Oscar Vicero Egas se encontraba frente a la sede de campaña de la Unión Patriótica y Marcha Patriótica, fue abordado por dos individuos que se movilizaban en una motocicleta negra marca Pulsar que se desplazaban en contravía.

Uno de los sujetos se bajó de la moto y atacó a Viveros con un cuchillo poniéndoselo en el cuello. Le quitó el celular y emprendieron la huida. En el aparato reposaban varios datos y números de integrantes de los dos movimientos políticos.

Oscar Viveros Egas es gerente de la campaña de la Unión Patriótica, miembro de la Juventud Comunista, de la Junta Patriótica, del Comité Patriótico, del Consejo Patriótico, de Marcha Patriótica y delegado de la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo, MIA.

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Terrorismo de Estado
Campesinos del sur de Córdoba le exigen a Santos cumplir lo pactado en vez de erradicar cultivos de coca sin concertar
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Comunidades de la vereda Jagua, municipio de Puerto Libertador, denunciaron la grave crisis humanitaria, alimentaria y ambiental a la que se ven forzadas por la arbitrariedad el ministro de guerra y represión social Juan Carlos Pinzón, al ordenar la erradicación manual de cultivos de hoja de coca.

El pasado 31 de enero Pinzón ordenó la presencia de un grupo de erradicadores en la vereda mencionada pasando por alto lo hasta ahora pactado entre el gobierno de Santos  y los campesinos representados en la Mesa de Interlocución  y Acuerdo, MIA, según la denuncia de la Asociación Campesina del Sur de Córdoba, Ascsucor.

Esta aberrante estrategia del régimen es rechazada por la población campesina con protestas pacíficas ya que es el único medio de subsistencia que tienen debido al abandono estatal.

“Hacemos uso de nuestro derecho constitucional a la protesta social, evitando que erradiquen nuestros cultivos y exigimos al Gobierno la sustitución gradual, toda vez que vivimos de ellos”, expresan los labriegos.

También le exigieron al presidente Santos y a su ministro de guerra y represión a que retiren los erradicadores de sus territorios “hasta tanto el Gobierno Nacional no de solución a la problemática económica, social y política de los cultivos mal llamados ilícitos”, aforman.

Finalmente reponsabilizan a Santos, Pinzón y a las fuerzas militares, por los hechos violentos que el Ejército pueda llevar a cabo contra el campesinado, que está dispuesto a defender sus cultivos de sobrevivencia a cualquier precio y piden que el gobierno se siente a negociar. Foto: La Razón.com



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