sábado, febrero 01, 2014

Terrorismo de Estado
Fuerzas oscuras del régimen asesinaron otro hijo de Ana Fabricia Córdoba, reclamante de tierras
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El Estado terrorista que padece Colombia acabó con la vida de otro de los hijos de la activista social, reclamante de tierras y exsobreviviente del terror de la estrategia paramilitar en Urabá, Ana Fabricia Córdoba.

La saña del régimen no ha claudicado en el objetivo de exterminar por completo a la familia Ospina Córdoba, utilizando para ese trabajo sucio a paramilitares y todo tipo de sicarios.

El ataque a la familia empezó por la época en que nació la Unión Patriótica y un hermano de Ana Fabricia fue militante activo de ese partido político en Urabá, al punto que fue elegido concejal en Apartadó.

En el año 2000 utilizando la estrategia paramilitar, el régimen asesinó al esposo de Córdoba y a uno de sus hijos. Ante las amenazas de exterminio y para proteger lo que le quedaba de familia Fabricia se desplazó forzadamente a Medellín un año después.

Allí organizó a las comunidades del barrio La Cruz al nororiente de Medellín, con las que denunció la vergonzosa complicidad existente entre la Policía y los paramilitares, lo que sin duda no le perdonaron.

Fue así como en uno de los atentados, paramilitares llegaron a su casa para asesinarla pero logró evadir la muerte. Sin embargo su segundo esposo no corrió con la misma suerte y lo mataron. En el 2004 fue detenida, arbitrariamente por los cuerpos represores del régimen y encarcelada durante dos meses acusada de pertenecer a las FARC EP.

Después los criminales violaron sexualmente a una de sus hijas y asesinaron a su hijo Carlos Mario Ospina de 13 años. Ana Fabricia responsabilizó del crimen a la Policía del barrio La Cruz, cuyos miembros perseguían y torturaban a los jóvenes en complicidad con paramilitares.

Por las denuncias su casa fue allanada en varias ocasiones de manera ilegal y arbitraria, así como también fue amenazada y acusada de ser guerrillera.

La saña del régimen siguió su camino de exterminio y fue así como el 7 de julio de 2010 su hijo Jonatan Arley Ospina de 19 años de edad fue asesinado. Como en el caso anterior y con fundamento, Ana Fabricia culpó del crimen a la Policía lo que generó el recrudecimiento de las amenazas contra su vida y la de su familia.

Ella había denunciado decenas de veces ante el Estado las amenazas y atentados de  las que eran víctimas. Igual número de veces pidió la protección del régimen, sin embargo su voz nunca fue escuchada.

Por el contrario, el 7 de junio de 2011 Ana Fabricia Córdoba, de 57 años de edad, fue asesinada por un sicario que le disparó en la cabeza cuando viajaba en el interior de un bus de servicio público.

Sin embargo su muerte no le dio fin a la perversa estrategia de aniquilamiento de la familia. Este sábado 1 de febrero de 2014, al filo del mediodía, las fuerzas sicariales del régimen criminal y violento que padece Colombia asesinaron en su sitio de trabajo, un lavadero de carros, a Carlos Arturo Ospina Córdoba, de 22 años de edad. Desde luego, su muerte también quedará en la impunidad.


  • "



  • Publicidad
    Paute aquí
    Contáctenos


    Zona comercial