Parauribismo
Paramilitares van a asesinar a líder campesino en
Lebrija, Santander
Por Camilo Raigozo. Notimundo
Ismael Antonio Prada es un líder campesino, víctima del
terrorismo de Estado, quién actualmente es el representante legal de la
Asociación de Parceleros Unidos de Buenavista Nueva York, Asopobun, en el
municipio de Lebrija, Santander.
Desde noviembre del año pasado el líder campesino ha
recibido amenazas de muerte por vía telefónica y de panfletos. Varias veces los
‘paras’ han intentado desaparecerlo, según denuncia el Comité de Derechos
Humanos de la Unión Patriótica de Santander.
En noviembre del año anterior, la asamblea general la
organización tomó la edición de expulsar a algunos miembros pertenecientes a una misma familia por desfalco a la asociación.
Como respuesta a la expulsión de la organización
campesina uno de los excluidos amenazó a la lideresa Irma Rojas Celis, mediante
un panfleto que dejó expuesto en la sede:
“Usted tiene que salirse de la asociación o de lo contrario la van a
joder”.
En noviembre y diciembre del año 2014, Ismael Antonio
Prada Moreno recibió varias llamadas amenazantes en la que le dijeron que tenía
que abandonar el municipio en menos de 10 días o de lo contrario lo mataban.
El 29 de noviembre de 2014, en la sede la asociación aparecieron
panfletos amenazantes firmados por los paramilitares “nuevas autodefensas
colombianas de orden nacional, anacon”.
Ese mismo día a las 9 de la mañana un mimbro de la organización
le avisó a Prada Moreno que no saliera porque tres carros sospechosos probablemente
lo esperaban para hacerle daño.
Alrededor de las 2:15 de la tarde llegaron otros miembros
de la asociación y constataron la presencia sospechosa de las camionetas. Un sujeto
alto y moreno descendió de una de ellas, se les acercó y le dijo:
“¿Aquién buscan?” Los campesinos permanecieron en
silencio. “Necesitamos al perro de Ismael, para echarlo para barranca”, les
dijo amenazante. Los sujetos rondaron en la camioneta hasta las 6 de la tarde. Media
hora más tarde los labriegos sacaron a escondidas a Ismael, para salvarle la
vida.
El mismo 29 de noviembre, Pedro Jesús Ramírez, salió de
la sede con rumbo al Centro Comercial Mega-Centro de Lebrija. Allí un sujeto de piel blanca,
contextura delgada, rubio, peluqueado hacia los lados y cola de cabello largo,
lo llamó por su nombre y le pregunto por
Ismael.
Pedro le contestó que no sabía y el hombre le increpó: “si
usted me dice donde se encuentra, no tengo que gastar unos tiros en balde, ni
perder tiempo”. Le mostro amenazante un arma de fuego que portaba en la cintura
y seguidamente agregó: “alguien de su grupo me dijo que usted tiene toda la información
sobre el paradero de Ismael. Voy a confiar en usted y espero que en la próxima
no tenga que volverlo a molestar”.
El 3 de enero pasado se realizó en una reunión de la
asociación a puerta cerrada en la sede de la organización, porque corrió el
rumor que al representante legal lo buscaban para matarlo, por lo que tuvo que
ser evacuado clandestinamente.
El 8 de enero de 2015, alrededor de las 2:15 de la tarde llegaron
unos sujetos a bordo de una camioneta de color beige oscuro y metieron a Prada
Moreno de manera forzada a la misma.
Los criminales avanzaron unos 100 metros con la víctima
pero los campesinos Norberto Uribe, Jorge quintero y Alberto Giraldo, lograron
detenerlos e hicieron que liberaran al representante de la asociación,
salvándole la vida en esta ocasión.
El 10 de enero pasado a las 10 de la mañana, cuando Prada
Moreno se encontraba reunido con Alberto Giraldo, Jorge Quintero, Marcos Higuera,
Expedito Lobo y Alirio Ardila, de repente apareció un carro del que bajaron
cuatro hombres.
Los sujetos se acercaron a Ismael con la intención de secuestrarlo
y desaparecerlo; al ver tan delicada situación le dijo a Marcos que le tomara
fotografías al grupo de personas que lo tenían cercado.
En ese momento un criminal bastante robusto le dijo a
Ismael: “venga para acá hijueputa que se le llegó la hora”. Los amigos de Ismael
permanecieron vigilantes hasta las 3 de la tarde y como los paramilitares no lograron
su cometido se subieron al carro y se fueron.
Todo lo narrado ha sido denunciado a las instancias
pertinentes pero hasta el cierre de esta nota la vida del dirigente campesino continúa
en peligro.