jueves, diciembre 18, 2014

Terrorismo de Estado
Condenan al Ejército y la Policía por secuestros, desapariciones, torturas y asesinatos a sangre fría
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El pasado 3 de diciembre el Consejo de Estado condenó al Ejército y a la Policía por su responsabilidad en el secuestro, desaparición forzada, tortura y asesinato a sangre fría de los hermanos Darío Alonso y Oscar Salinas Castellanos.

Los crímenes tuvieron lugar el 3 de octubre de 2002 en el municipio de Murillo, Tolima, según informó el Colectivo de Abogados Alvear Restrepo en su página de Internet.

El alto tribunal ordena enviar la sentencia al Centro de Memoria Histórica, con el fin de dar cumplimiento a la ley 1424 de 2010, buscando configurar un elemento de la evidencia histórica del conflicto armado de Colombia.

El alto tribunal le ordena, entre otras cosas, al Ejército y la Policía difundir y publicar la sentencia por todos los medios de comunicación, electrónicos, documentales, redes sociales y páginas web, tanto de su parte motiva, como de su resolutiva, por un periodo ininterrumpido de un año, contado desde la ejecutoria de la providencia.

Igualmente le ordena al flamante ministro de guerra y represión de la oligarquía, Juan Carlos Pinzón, al comandante de las Fuerzas Militares y al comandante del Batallón Patriotas, encabezar la realización de un acto público de reconocimiento de responsabilidad, petición de disculpas y reconocimiento de memoria de las dos víctimas.

El alto tribunal ordenó dar difusión de éste acto público tanto por medios televisivos, como radiales.

El Ministerio de Defensa, el Ejército Nacional y la Policía Nacional, están en la obligación a realizar capacitaciones en todos los comandos, batallones, unidades y patrullas militares, las cuales versarán sobre los criterios convencionales y constitucionales a que están sometidos todos los procedimientos militares y policiales.

Así mismo el Consejo de Estado ordenó remitir copia del expediente y de la sentencia a la Fiscalía con el fin de que se abra, reabra o continúe las investigaciones penales por los crímenes ocurridos el 3 de octubre de 2002 en el municipio de Murillo.

De igual forma ordenó enviar copia del expediente y de la sentencia a la Justicia Penal Militar, la cual es símbolo de impunidad, para que se “abra, reabra o continúe la investigación penal militar que fue objeto de archivo, con el objeto de establecer si hay lugar a declarar la responsabilidad de los miembros del Ejército Nacional, por los hechos ocurridos el 03 de octubre de 2002”.

El Colectivo Alvear Restrepo advierte que en materia penal, los delitos cometidos contra estos campesinos no pueden ser conocidos por la Jurisdicción Militar, de acuerdo con el ordenamiento interno e internacional.

7. Se reconocen a los hermanos Salinas Castellanos como víctimas directas del conflicto armado, y por ello se “solicita a las instancias gubernamentales competentes incorporarlas y surtir los procedimientos consagrados en la ley 1448 de 2011”.

8. Se decide, además, exhortar a la Defensoría del Pueblo, para que en el término de 30 días se emita un informe sobre las investigaciones por violación al DIH y el DIDH que han sido adelantadas por los hechos. Éste deberá ser puesto a disposición de los medios de comunicación de circulación nacional.

Además del evidente progreso que éste pronunciamiento significa en materia de del reconocimiento de medidas no pecuniarias, también es ejemplar en relación con el cumplimiento de lo ordenado:

“De todo lo ordenado, las entidades demandadas deberán entregar al Tribunal de origen y a éste despacho informes del cumplimiento dentro del año siguiente a la ejecutoria de la sentencia, con una periodicidad de 30 días calendario y por escrito de los que deberán las mencionadas entidades dar difusión por los canales de comunicación web, redes sociales, escrito y cualquier otro a nivel local y nacional.

“En caso de no remitirse el informe pertinente, se solicita a la Procuraduría adelantar las averiguaciones de su competencia ante la orden dada por sentencia judicial y se adopten las decisiones a que haya lugar de orden disciplinario”, cita la fuente.

En medio del conflicto que desangra a Colombia se han producido más de siete millones de víctimas, de las cuales más de cinco millones 600 mil corresponden al Ejército la Policía, Paramilitares y otras fuerzas criminales del régimen, según estudios de ONGs nacionales e internacionales.



  • "



  • Publicidad
    Paute aquí
    Contáctenos


    Zona comercial