jueves, julio 21, 2011

Carta abierta al Presidente de la República de Colombia Juan Manuel Santos Calderón
Por Colectivo de estudiantes universitari@s afrocolombian@s CEUNA y Fundación de Organización de Unidad Afrodiaspórica para las Américas OUA

Señor Presidente:

Nosotros y nosotras, miembros de la comunidad negra, afrocolombiana, palenquera y raizal, nos parece muy importante y significativo el homenaje a nuestras cantaoras: Petrona Martínez, Totó la Momposina, Leonor González Mina y Graciela Salgado. Y a través de ellas, a la música de nuestros ancestros y ancestras que surge como un canto a la vida, la alegría y la libertad.

Sin embargo, hemos creído que dicho homenaje debería incluir un plan estructural que genere mejores condiciones de vida para los miles de hombres y mujeres que sueñan en un territorio lleno de fraternidad, amor y solidaridad.

Doctor Santos, lo invitamos a reconocer y adelantar programas, planes y proyectos que busquen contrarrestar y erradicar el Racismo y la discriminación racial histórica de los afrodescendientes en Colombia.

Como sabemos, la población afrocolombiana con necesidades básicas insatisfechas están por encima de 45%; aproximadamente el 80% vive en la pobreza, de ellos el 50% se encuentra en la indigencia; la tasa de mortalidad infantil está por encima del 75% y la de natalidad es superior al 30%.

En el caso de la educación “el 10% de los niños y niñas afrodescendientes de 6 a 10 años no tienen acceso a la educación, en el caso de la educación básica llega al 12%, y el 27% de las y los afrocolombianos, se encuentran por fuera de la educación media; más del 85% no tienen posibilidad de ingresar a la educación superior.

Como lo indican las cifras, señor Presidente, nuestro pueblo registra los indicadores sociales y económicos más bajos en materia de salud, educación, vivienda y agua potable.

Es evidente la crítica situación de los derechos socioeconómicos y culturales de la población afrodescendiente en Colombia, la confinación y el desplazamiento forzado, las persecuciones a los procesos organizativos, las amenazas y asesinatos sistemáticos a nuestros líderes y lideresas, caso reciente de Ana Fabricia Córdoba, de la cual las investigaciones recientes no han arrojado ningún resultado.

En los últimos años, muchos y muchas dirigentes y líderes Afrocolombianos/as, han tenido que huir del país para salvar sus vidas. Tal situación por su masividad, sistematicidad, violencia y continuidad, configuran “el proyecto de aniquilamiento contra nuestro pueblo: nuestro actual etnocidio”.

De igual forma, nuestros bosques, ríos y mares han sido destruidos por el narcotráfico, el monocultivo y el saqueo de nuestras riquezas naturales.

Por todo esto, consideramos que si estos homenajes no van acompañados de nuestras reivindicaciones, desde una política pública seria y un aparato estatal que brinde las garantías necesarias para la autodeterminación y la libertad de nuestro pueblo, los sueños y las utopías por las cuales existen nuestras músicas y sus cantaoras, terminarán por desaparecer.

El 20 de Julio debe ser un homenaje sincero, que invite a la reflexión y a la búsqueda de soluciones para el pueblo Negro, afrocolombiano, palenquero y raizal.


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