viernes, junio 18, 2010

Parauribismo/
Violaciones sexuales y extorciones de paramilitares en Cauca
El recrudecimiento de las amenazas y crímenes de la estrategia paramilitar del régimen pareciera ser un mensaje de que aunque Uribe deje la “Casa de Nari” el poder del crimen sigue vigente
Por Camilo Raigozo. Voz

La organización defensora de derechos humanos Justicia y Paz denunció uno de los múltiples casos de violaciones sexuales y extorciones que realizan los paramilitares en el sur del país, en este caso en el municipio de Argelia, Cauca.

El pasado 3 de junio, los criminales que operan libremente en la región a pesar de la asfixiante militarización, siguieron a una joven de 20 años, casada y madre de un niño de tres años y medio, cuando ella se dirigía del corregimiento El Mango hacia la ciudad de Popayán.

Según la fuente, a las seis y media de la tarde, un paramilitar fuertemente armado abordó a la joven amenazándola de que pertenecía a las estructuras paramilitares de San Juan de la Guadua, le ordenó que permaneciera quieta.

“Usted no se puede ir de aquí., usted sabe que su familia y usted son sapos de la guerrilla. Tenemos información y el comandante “Niche Asprilla” me ordenó que la retuviera mientras él llegaba”, le dijo el verdugo a la indefensa víctima, obligándola a apagar el celular y a permanecer en una cafetería durante 20 minutos.

Posteriormente el paramilitar llamó a su jefe y le dio información acerca de lo que estaba sucediendo. “Ya la tengo, ya está conmigo” le dijo el ‘para’ a quién lo escuchaba al otro lado de la línea.

Como a las siete de la noche la joven fue llevada por la fuerza hasta una vivienda donde los recibió una mujer, la cual organizó una habitación sin que nadie le hubiera ordenado nada, lo que significa que estos hechos criminales son rutinarios.

Una vez solos en el cuarto el sujeto, sin dejar de apuntarle con el arma, obligó a la joven a esparcir por el piso todas las cosas que llevaba consigo. Sin conseguir que la víctima se quitara la ropa a pesar de los insultos y amenazas, el ‘para’ procedió a rasgársela violentamente, mientras le decía:

“tenemos que esperar al comandante Asprilla que viene en camino con tres guardaespaldas y quiere hablar con usted para hacerle unas preguntas”, le dijo.

Autoridades civiles y militares miran para otro lado

Dos horas más tarde el verdugo recibió una llamada en la que le ordenaron asesinar a la joven. “Usted es tan bonita para matarla”, le dijo, agregando inmediatamente, “su cabeza vale cinco millones.

“Llame a un familiar y dígale que le mande la plata. No diga para que es, ni donde está”. La joven llamó a su compañero solicitando el dinero exigido y el paramilitar le dijo: “hasta por eso usted está de malas, por no tener plata toca matarla”.

La joven le manifestó que apenas podía conseguir un millón de pesos. El paramilitar entonces le ordenó nuevamente llamar a su esposo. Cuando este conoció que solo contaban con un millón de pesos, le ordenó: “dígale que mañana se la gire a Popayán en la terminal, esta noche, nos tenemos que quedar aquí”.

Segundos después empezó a tocarla y besarla, mientras le apuntaba con la pistola y le manifestó: “quédate quieta, la pistola esta sin seguro y se me puede disparar”.

El “héroe”, como se hacen llamar los paramilitares en la estrategia criminal del régimen, violó a la infeliz mujer en dos oportunidades y la obligó a permanecer desnuda y acostada contra su voluntad junto a él durante toda la noche.

Al siguiente día llegaron al terminal de transportes de Popayán a las 7:30 de la mañana. La forzó a ir hasta la cafetería La Española, donde la hizo comunicarse con el esposo para que mandara la plata.

Una hora más tarde llegó al sitio una amiga de la joven con el dinero. El asesino del régimen aseveró que, “ahora tengo que ir a matar a una muchacha para que no me maten a mi”. Al tiempo que le ordenó a su víctima que no volviera por El Mango, ni saliera a la calle, ni se dejara ver, “porque la matamos”.

El pasado 1° de Mayo en el corregimiento de El Mango aparecieron en el colegio y en algunas viviendas letreros que dicen: “Porque el pueblo nos pidió ya estamos aquí en el mango, Auc, muerte en El Mango es total a pesar del conocimiento de las autoridades civiles y militares, quienes miran para otro lado, cuando todo el mundo sabe de los múltiples retenes que mantienen los ‘paras’ sobre la carretera que conduce a Argelia.

“Nuestra Constancia y Censura Ética ante el acceso carnal violento, de una mujer, que se ha visto obligada ahora al desplazamiento forzado, al lado de toda su familia perseguida infamemente por las estructuras paramilitares.

"Nuestra Constancia Histórica y Censura Ética ante esta ofensa a la dignidad de las mujeres, que construyen, que protegen, que dan la vida, y que se convierten en mecanismo de aleccionamiento colectivo, de terror personal, familiar y colectivo”, afirmó Justicia y Paz, advirtiendo que la identidad de la víctima fue ocultada por petición expresa de ella.


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