'Jugadas maravillosas'
Por Camilo Raigozo. Notimundo
En su columna de ayer en El Espectador Rodrigo Uprimny
contó tres ejemplos gratificantes de la dignidad y la talla de tres futbolistas
grandiosos a nivel mundial. La actitud del
austriaco Matthias Sindelar contra el nazismo en 1938.
La actitud del alemán Paul Breitner en el mundial de 1978
contra la sanguinaria dictadura militar en
Argentina y la actitud de Drogba a favor de la paz de su país, Costa de
Marfil.
Al columnista le faltó incluir la actitud del portugués
Cristiano Ronaldo, quien al final de un encuentro de la selección de su país
contra su par de Israel, se negó a intercambiar su camiseta con un jugador
contrario, según él, porque "yo no intercambio mi camiseta con
asesinos", en solidaridad con el pueblo palestino.
Ronaldo subastó el año pasado su Botín de Oro ganado en
2011, para ayudar a los niños palestinos víctimas de los bombardeos israelíes
en la Franja de Gaza.
Los grandes medios del mundo, entre ellos los colombianos, cuentan tímidamente estas jugadas del astro del Real Madrid, o simplemente no la cuentan, en vergonzosa solidaridad con los criminales.
Los grandes medios del mundo, entre ellos los colombianos, cuentan tímidamente estas jugadas del astro del Real Madrid, o simplemente no la cuentan, en vergonzosa solidaridad con los criminales.
La siguiente es la columna de Rodrigo Uprimny:
Jugadas maravillosas
Hay estrellas de fútbol que han hecho jugadas
maravillosas fuera del terreno. En situaciones extremas y trágicas, tuvieron
gestos humanos audaces, no desprovistos de riesgos. Ahora que se acerca el
mundial, valdría la pena recordar esas otras jugadas de algunos grandes futbolistas.
Por: Rodrigo Uprimny
El austriaco
Matthias Sindelar fue uno de ellos. Hoy pocos lo recuerdan pero fue el mejor
jugador del mundo de los años treinta. Era un goleador tan hábil, inteligente y
artístico, que lo llamaban el Mozart del fútbol. Era el líder del llamado
“equipo maravilla” de Austria, que era tal vez el mejor seleccionado de la
época.
Pero a Sindelar le tocó una época dolorosa: en marzo de
1938, el régimen nazi anexó a Austria. Y como en ese momento Alemania era un
equipo regular, los nazis quisieron completar el Anschluss político con uno
futbolístico y disolvieron la selección de Austria para incorporar a sus
estrellas en la selección alemana.
Hubo un partido de despedida, en donde obviamente se
esperaba que Austria no derrotara a los alemanes. Pero Sindelar, por orgullo
futbolístico y nacional, no se aguantó y metió uno de los goles decisivos, que
además celebró efusivamente. Austria ganó 2-0, lo cual enfureció a los nazis.
En las semanas siguientes, Sindelar simuló lesiones para
no participar en el seleccionado de un régimen que detestaba, pues aunque no
era una persona politizada, aborrecía el racismo nazi. Sindelar siguió
frecuentando y apoyando, hasta donde pudo, a sus amigos judíos.
Esta actitud digna le costó caro pues fue marginado
social y deportivamente. En enero de 1939 fue hallado muerto en su apartamento,
asfixiado por monóxido de carbono. Nunca quedó claro si fue un accidente, un
suicidio o un asesinato, pues el caso fue cerrado abruptamente.
Sindelar no ha sido la única estrella de fútbol que ha
tenido gestos dignos en momentos muy difíciles y asumiendo costos personales.
Otros (aunque no tantos) también lo han hecho, como Drogba, el gran delantero
de Costa de Marfil, que ha puesto su prestigio futbolístico al servicio de la
paz en su país.
O como el alemán Paul Breitner, que renunció al Mundial
de 1978 para no legitimar a la atroz dictadura argentina. Un gesto
significativo, ahora que sabemos que la ESMA, en donde fueron torturados y
desaparecidos centenares de argentinos, quedaba a pocas cuadras del estadio
Monumental, en donde se jugó la final.
No creo que en condiciones normales las estrellas de
fútbol deban involucrarse en política. Pero hay situaciones extremas en que los
gestos de estos ídolos son bienvenidos pues pueden marcar una diferencia histórica.
La suerte de la dictadura argentina hubiera sido distinta si el gesto de
Breitner no hubiera sido un caso aislado sino una protesta masiva.
La elección de Gloria Ortiz a la Corte Constitucional es
una gran noticia. La conozco hace años y creo que tiene todas las cualidades
personales y profesionales para ser una gran magistrada.. Foto: La República. es
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