Militar y paramilitar amenazan a miembros de Marcha Patriótica en Sucre,
Cauca
Por Camilo Raigozo. Notimundo
El pasado 24 de enero a las 6 y media de la tarde, un
militar perteneciente al Batallón de Alta montaña 4 General Benjamín Herrera,
llegó hasta la panadería Choroto, de propiedad de Ricardo Quinayas Galindez.
De forma amenazante el militar dijo: “Llegamos al pueblo miliciano, a la panadería
miliciana. ¿Dónde estará el panadero miliciano para darle con esta?”, señalando
el fusil.
Tres días después, lunes 27 de enero, en horas de la mañana
habitantes del lugar vieron a un desconocido rondando el municipio de forma
sospechosa. El sujeto es alto, robusto, trigueño, portaba un casco y tenía cicatrices
en los dos brazos.
A las dos de la tarde el desconocido entró a la panadería
de Quinayas Galindez y repitió las amenazas que había pronunciado en otros
lugares, según testigos de la comunidad: “tengo vistos a tres personas en este
pueblo para matarlos. A mí no me hacen nada,
tengo gente que me respalda” y se retiró del sitio.
Ricardo Quinayas Galindez es un dirigente campesino miembro de Marcha
Patriótica, forma parte de la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y
Acuerdos en el Cauca y de la coordinación del Partido Unión Patriótica,
denunció la Reddhfic.
El genocidio que se está llevando a cabo contra el
movimiento político Marcha Patriótica, 30 asesinatos y tres desapariciones
forzadas en menos de dos años, sigue la misma estrategia del genocidio contra
la Unión Patriótica:
Militares o policías recogen los datos de las futuras
víctimas por medio de filmaciones, fotografías, empadronamientos, seguimientos
y señalamientos, entre otros y luego criminales adiestrados o paramilitares hacen
el trabajo sucio de asesinar, desaparecer o desplazar a las víctimas, quedando
todo en la impunidad.
Por estas razones las comunidades y las ONG de derechos
humanos responsabilizan por estas amenazas y por los futuros crímenes al Estado
en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, del gobernador del Cauca
Temístocles Ortega, del mayor general del Ejército Germán Giraldo Restrepo y
del comandante de la Policía del Cauca, coronel Iván Ramiro Pérez Manzano.