Terrorismo de Estado
Paramilitares y Ejército secuestran a campesino en El
Tarra, Norte de Santander
Por Camilo Raigozo. Notimundo
La Asociación Campesina del Catatumbo, Ascamcat, denunció
que el pasado 25 de octubre a las 5 y media de la tarde, 6 sujetos vestidos con
busos de diferentes colores, bermudas y botas pantaneras, llegaron en tres
motos a la casa de Francelina Sanguino Durán.
Los criminales se apearon de las motos y pistola en mano ingresaron
por la fuerza a la vivienda ubicada en el barrio Primero de Enero, municipio El
Tarra. Encañonaron a los moradores y preguntaron directamente por el labriego
Luis Fernel Acosta Sanguino.
Los sicarios sacaron violentamente al campesino que
buscaban, quien en ese momento se encontraba en su habitación junto a su esposa.
Una vez en la calle los sujetos le propinaron una brutal golpiza que hizo temer
por la vida del campesino.
Ante el pedido de auxilio y los gritos de los familiares
los vecinos se fueron acercando y protestaron ante la cobarde
agresión. Según la denuncia, los criminales no se identificaron como miembros
del Ejército, Policía o de otro organismo de seguridad del Estado.
Cuando los agresores se vieron rodeados por los vecinos y
otros pobladores que fueron llegando al sitio de los hechos, intentaron secuestrar
a Fernel en una de las motos pero la población lo impidió.
La muchedumbre defendió a la víctima lanzándoles a los
criminales piedras, palos y otros objetos contundentes, lo que hizo que uno de
ellos hiciera una llamada pidiendo refuerzos.
Al cabo de una hora aproximadamente llegaron al lugar
tropas del Ejército, quienes atacaron a los pobladores, que impedían el
secuestro del Acosta Sanguino, con disparos de armas de fuego logrando que
estos se dispersaran.
Aprovechando la ayuda del Ejército los seis sujetos robaron
el carro de un comerciante de Ocaña que vendía víveres en las cercanías,
amarraron a Fernel a una de las puertas y lo secuestraron.
Según la fuente, testigos vieron que los maleantes llevaron
al campesino a las instalaciones del batallón militar que mantiene el Ejército
en casco urbano de El Tarra. La información no aclara sobre la suerte del
labriego una vez allí.
Ascamcat le exigió al Ejército suprimir sus actuaciones
ilegales contra la población civil y acatar plenamente la Constitución y la
convención de los Derechos Humanos.
Igualmente le exigió a esta desprestigiada institución
dejar de ser cómplice de grupos paramilitares y suspender la estadía de estos en instalaciones castrenses.
“De la misma manera expresamos nuestra profunda
preocupación por la facilidad e impunidad con la que se producen actos
violentos en la zona protagonizados por grupos que no se identifican, que se
identifican como paramilitares o que siendo fuerza pública no se identifican
ni portan insignias alusivas a su condición de funcionarios”, expresa la
denuncia.