Condenado militar que estuvo en poder de la guerrilla por asesinatos a sangre fría
Por: Camilo Raigozo
Por: Camilo Raigozo
El sargento Pedro José Guarnizo Ovalle , quién perdió la
libertad por más de cinco años a manos de la insurgencia de las FARC en
acciones del conflicto social y armado, fue condenado a 33 años de cárcel por
su participación en el asesinato de varios campesinos en el Meta, bajo el plan
de exterminio a la Unión Patriótica.
La determinación fue proferida por el Tribunal Superior del
Meta el pasado 14 de diciembre, después de revocar una sentencia absolutoria
de segunda instancia dictaminada por un juez especializado de Villavicencio.
Según el acervo de pruebas testimoniales y técnicas en
poder de la justicia, el sargento participó en una masacre el 20 diciembre de
1992 en Puerto Unión, Meta, donde fueron asesinados los campesinos Gustavo
Jaramillo, Leovigildo Castellanos, Dumar Castellanos y José Ignacio Gutiérrez, por ser simpatizantes de la Unión Patriótica.
Después de haber perdido la libertad a manos de las FARC
en acciones del conflicto, Guarnizo Ovalle fue abandonado a su suerte en la
selva por la cúpula militar y por el régimen a quién le defendió sus intereses.
El sargento Guarnizo sobrevivió a una acción
irresponsable de rescate a sangre y fuego llevada a cabo por la Fuerza Pública el
5 de mayo de 2003 bajo las órdenes del expresidente Uribe.
En esa operación imprudente, por la que el gobierno de entonces no ha respondido ante la justicia, perdieron la vida el exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria, su asesor de Paz Gilberto Echeverri y otros ocho militares.
El hecho de que haya perdido la libertad durante tanto tiempo por acciones de la guerra (que no secuestro como desinforma la dictadura mediática, según del DIH), no lo exonera de la acción de la justicia por los crímenes que cometió como pretende la dictadura mediática.
En esa operación imprudente, por la que el gobierno de entonces no ha respondido ante la justicia, perdieron la vida el exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria, su asesor de Paz Gilberto Echeverri y otros ocho militares.
El hecho de que haya perdido la libertad durante tanto tiempo por acciones de la guerra (que no secuestro como desinforma la dictadura mediática, según del DIH), no lo exonera de la acción de la justicia por los crímenes que cometió como pretende la dictadura mediática.
La dictadura mediática a favor de la impunidad
Los medios de comunicación del régimen en cabeza de El
Tiempo, El Espectador, Caracol, Rcn y Semana, entre muchos otros, han
emprendido una campaña de desinformación y manipulación de los hechos.
Para cumplir su cometido, la dictadura mediática se basa
exclusivamente en las opiniones del implicado y de su abogado defensor, los
cuales ven el fallo judicial a su manera y desde su conveniencia.
Estos medios que alardean de ser objetivos y éticos,
irrespetan los fallos judiciales, a los tribunales de justicia y a la ciudadanía en
general con información sesgada y malintencionada en favor de la impunidad. Al
militar no se le ha violado el derecho al debido proceso.
Desconocen además las voces y los derechos de las
víctimas y de los demás sujetos procesales, que son varios, no uno solo como dicen
en su perversa manipulación.
“La mujer que entregó el testimonio para incriminar al
sargento es Elvia María Triana Sánchez, esposa de un guerrillero de las Farc
abatido por el Ejército, y, según el abogado Guarnizo, ese grupo rebelde dio
instrucciones a los declarantes para que se incrimine a varios militares”, dijo
por ejemplo Caracol Radio.