Por: Camilo Raigozo
Como era de esperarse la rancia cúpula de la Iglesia
Católica venezolana, aliada a la oligarquía y a los propósitos de Wshington,
entró de lleno en el plan de desestabilización del hermano país, aprovechando
la ausencia del presidente Chávez.
Según la agencia Efe, quién junto a la dictadura
mediática venezolana, colombiana y del continente hacen las veces de cajas de
resonancia del plan desestabilizador, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV)
tachó este lunes de "moralmente inaceptable alterar la Constitución
para alcanzar un objetivo político".
Con la demencial intención de desinformar y de confundir
al pueblo venezolano sobre la constitucionalidad, respecto a la posesión del
presidente Chávez, Diego Padrón, alto jerarca de esa obsoleta institución, dijo a los medios que "Está en juego el bien común del país y
la defensa de la ética. Alterar la Constitución para alcanzar un objetivo político
es moralmente inaceptable”.
En su malintencionado discurso inaugural de la reunión
anual de la CEV, Padrón dijo que “si se prescinde de la Constitución se
prescinde también de la institución y se cae en la pugna por cuotas de poder,
en la violencia y en la anarquía e ingobernabilidad".
El vicepresidente Nicolás
Maduro y Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, máximo órgano
legislativo, en interpretación fiel de la Constitución, han informado que el
presidente Chávez, hospitalizado en Cuba
desde hace más de tres semanas, tomará posesión de su segunda reelección ante
el Tribunal Supremo de Justicia, cuando su estado de salud se lo permita.
La Constitución Política de Venezuela establece que el
presidente debe tomar posesión el 10 de enero ante la Asamblea Nacional y que
ante una situación sobrevenida puede hacerlo ante el Tribunal Supremo de
Justicia, sin establecer para ello una fecha determinada.
Sin embargo en su discurso Padrón expresó que "la población está confundida y una buena
parte de ella molesta, porque hasta hoy no ha recibido oficialmente ningún
parte médico venezolano" sobre el estado de salud de Chávez.
De esa manera el cabecilla de la Iglesia en Venezuela,
aliado y cómplice de la oposición al gobierno bolivariano, pretende aprovechar el
estado de salud de Chávez para polarizar las fuerzas políticas y eventualmente
crear caos y desestabilización.