Abogado Enrique Santiago Foto Internet |
Terrorismo mediático
Señalan a Blu Radio de “chuzar” y manipular información
para sabotear los diálogos de paz
Por Camilo Raigozo. Notimundo
El asesor jurídico internacional de las FARC EP en la
mesa de diálogos de La Habana, Enrique Santiago, acusó a la emisora radial Blu
Radio de “chuzar” y descontextualizar palabras suyas emitidas en el marco de un
seminario de trabajo con miembros de la Asociación Colombiana de
Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares, Acore.
En su comunicado público el jurista español tildó a la
estación radial de faltar a toda ética periodística, manipular información y
tergiversar la realidad de los hechos.
A continuación transcribimos en su integridad el
comunicado de Santiago:
Escribo estas líneas no exactamente por voluntad
propia –creo contraproducente alimentar
absurdas polémicas-, sino a petición de
distintas personas que me advierten del efecto pernicioso que la actuación de
Bluradio en estos días, puede tener para las necesarias actividades de
pedagogía social que requiere el proceso de paz.
No entiendo que a estas alturas del proceso de La Habana
se busque generar una polémica estéril en lugar de utilizar los espacios en
medios de comunicación para profundizar el debate y las explicaciones sobre los
distintos acuerdos alcanzados en la Mesa de Diálogos, en un momento en el que
la paz es una realidad al alcance de la mano.
La reunión efectuada en ACORE en la que intervine el pasado
día 10 de febrero, era un seminario de trabajo, no una conferencia pública, en
la que también participaron representantes del Gobierno. El General Ruiz,
Presidente de ACORE, me confirmó
expresamente que el contenido de la reunión era exclusivamente interno, no para
divulgar a los medios de comunicación.
Me sorprende por tanto que se hayan difundido las
grabaciones, por ser ello contrario a lo que me aseguró el General. Es decir,
la intervención difundida no es una declaración a la prensa ni una intervención
pública, por lo que no es lícito que se difundan sin mi autorización y la de
ACORE, como me consta que ha ocurrido.
En todo caso, afirmo contundentemente que nada de lo que
allí se hablo es contrario a lo que se ha acordado y consta en los distintos
textos oficiales de la Mesa de Conversaciones divulgados a la opinión pública.
De hecho, ninguna de mis afirmaciones en dicho seminario
causó estupor o rechazo entre los asistentes, al revés, entiendo que la reunión
fue muy correcta y los militares asistentes entendieron que todo lo allí dicho
fue muy útil para aclarar malos entendidos sobre los acuerdos alcanzado en
materia de justicia. Es decir, cada palabra pronunciada en su contexto tenía un
sentido lógico, que se pierde al efectuar recortes, “copia y pega”, de las
mismas. Y eso, Bluradio lo sabe mejor que yo.
Las grabaciones descontextualizadas que difunde Bluradio,
corresponden a una contestación a una pregunta que me formula un interviniente
en el seminario, sobre si es obligatorio para cualquier persona acusada, no
solo para guerrilleros, reconocer cualquier acusación formulada ante la
Jurisdicción Especial de Paz. Y obviamente no es así ni puede ser así en ningún
sistema jurídico, en el que todo el mundo tiene derecho a defenderse.
Mi afirmación sobre “lo obvio y aburrido” hace referencia
no a los delitos o conductas de las que se acuse a nadie, o concretamente a las
FARC, sino a la reiterada repetición por parte de algunas personas o medios de
comunicación de acusaciones infundadas sobre supuestos crímenes y si esto debe
o no ser reconocido como cierto por el mero hecho de su repetición “goebeliana”
hasta el infinito.
Eso es lo “obvio y aburrido”, que existan acusaciones
reiteradas y sin fundamento jurídico sobre supuestos crímenes, acusaciones sin
fundamento jurídico serio efectuadas por
algunas personas o medios, que dificultan la comprensión del proceso de paz y
lo distorsionan. Y un ejemplo claro de esta actitud es la “chuzada” de Blu Radio de una
conversación privada y la emisión de unas grabaciones de forma
descontextualizada, efectuando recortes interesados que sacan lo afirmado de su
contexto.
No me parece condenable afirmar que hay hechos obvios que
han ocurrido en el conflicto, ello, valga la redundancia, es obvio. Y
efectivamente es rechazable calificar cualquier conducta criminal como “aburrida”,
y es además un insulto a las víctimas. Nunca lo he hecho ni lo haré, y si
alguien lo ha entendido así, contundentemente aclaro que nunca ha sido mi
intención hacerlo ni creo haberlo hecho.
Lamento profundamente que así se haya entendido, presento
mis más sinceras excusas a quienes se hubieran sentido afectados, y espero que
ojalá puedan comprender el sentido correcto de mis palabras paliando así su
lógico dolor.
Añado que los que
han chuzado y después descontextualizado una grabación también deberían pedir
perdón a las victimas ofendidas por esa manipulación periodística que ha
provocado una revictimizacion y seguro un inmenso dolor. Ellos son al fin y al
cabo quienes han provocado ese dolor y de hecho creo que es lo que buscaban al
difundir las grabaciones, causar un daño a las víctimas del conflicto que no
podían ignorar iba a producirse.
Pero pidan o no perdón –me temo que no lo harán- , yo si
lo pido a quienes se hayan sentido dolidos por la interpretación que puede
darse a mis palabras, y también pido perdón por haber creido ilusamente que lo
que me afirmó el General Ruiz –que la grabación efectuada seria para exclusiva
utilización y análisis interno de ACORE-, por no haber podido evitar que se
descontextualicen mis afirmaciones, y porque al fin y al cabo son mis palabras
descontextualizadas, las que sin duda se
han utilizado para causar dolor a las víctimas.
Estoy seguro que ACORE opina lo mismo que yo sobre la
finalidad de esta impropia actuación de Bluradio.
Dicho lo anterior, a lo que me he querido referir al
utilizar los términos “obvio y aburrido” no es a que las FARC deban o no
aceptar responsabilidad por una determinada conducta criminal, sino a la
insistencia de algunos sectores en acusar sin fundamento a los rebeldes de la
comisión de ciertos crímenes, de realización de ciertas conductas criminales,
que a mi entender no han existido, y a repetir incesantemente falsedades con la
intención de interferir negativamente en el proceso de paz.
Por ejemplo, afirmo en la grabación que algunas
acusaciones son “rocambolescas”. Al efectuar esta afirmación pensaba en la
acusación que se ha efectuado a las FARC de cometer el muy grave delito de
“esterilización forzosa”, por el hecho de que las mujeres vinculadas a la
guerrilla puedan utilizar Dispositivos Intrauterinos (DIU) para planificación
familiar.
Nadie en su sano juicio va a aceptar esta acusación,
puesto que la utilización de métodos anticonceptivos es una victoria del
movimiento democrático de mujeres en sociedades claramente patriarcales. Y si
se llegara a presentar ante un tribunal esa descabellada acusación, como
abogado le aconsejaré al acusado o acusada que se defienda, que no acepte nunca
que utilizar un DIU es equiparable a una “esterilización forzosa”, y ello aun a
riesgo de saber que podría ser condena por el tribunal.
No merece la pena profundizar una polémica sobre cuales
acusaciones van a aceptar en su momento las partes en el conflicto. Eso se
comprobará cuando comience a realizar sus tareas el Tribunal para la paz, y en
ese momento la sociedad colombiana apreciará la valentía de cada parte a la
hora de reconocer lo que le incumbe.
Durante este proceso de Paz, han sido ya varias las
manifestaciones de las FARC EP reconociendo responsabilidades, en un contexto
en el cual la otra parte en las conversaciones todavía no ha dado ese paso de
forma expresa en la Mesa de Diálogos.
Por ello, no tiene fundamento alguno especular con que la
guerrilla va a intentar sustraerse a sus responsabilidades, al igual que es
absurdo pensar que el acuerdo alcanzado sobre justicia impida defenderse a
quien entienda que se le presentan acusaciones infundadas.
De ser así, estaríamos ante un sistema inquisitorial,
incompatible con un estado de derecho. Entre los innumerables insultos que en
esta ocasión he recibido por twiter – algo habitual siempre cuando me
entrevista BluRadio- los que más me han sorprendido han sido los referidos a mi
“tono de voz”.
Sinceramente lamento que mi entonación sea causa de
polémica en Colombia, pero muy humildemente les pido a quienes les moleste ese
tono de voz, que piensen que no es ni más ni menos la entonación habitual en la
meseta castellana, de la que soy originario y donde resido.
Ojalá pudiera entonar el idioma español de la forma
melodiosa, casi musical, como lo hace el pueblo colombiano. En todo caso,
felicito a Bluradio porque su objetivo desde hace tiempo esta vez sí lo ha
conseguido, la tergiversación de mis palabras, lo que nunca han conseguido en
buena lid, entrevistándome.
Aunque BluRadio no puede desconocer que han tenido que
recurrir a métodos obtusos, excluidos expresamente de cualquier manual de
estilo y ética periodística, para lograrlo: chuzar una conversación privada
–las difundidas no son declaraciones a medios ni corresponden a una
intervención pública- y recortar y reorganizar a su antojo las grabaciones, descontextualizadamente,
actuaciones propias de “propaganda de guerra” más que del actual contexto de
búsqueda de paz y reconciliación nacional.
En varias ocasiones he sido entrevistado por BluRadio,
entrevistas que en demasiados casos más bien me parecían interrogatorios
judiciales en los que yo era el acusado, efectuadas por algunos periodistas que
por momentos parecen desconocer u olvidar el mandato deontológico de mínima
imparcialidad en el ejercicio de su profesión.
Aun así, me someto gustosamente a dichos
“interrogatorios” y me seguiré sometiendo, porque considero una obligación
ética explicar a la sociedad colombiana lo que ocurre en la Habana. Allá cada
cual con sus responsabilidades ante la historia de Colombia, en la que va a
quedar claramente escrito quien empujó a favor de la paz y quien empuja, contra
toda lógica y sentido común, en contra.
Estoy convencido de que esta artificial polémica es
perjudicial para el proceso de paz y no soy yo quien vaya a alimentarla. Pero
reflexionen quienes la han organizado, o quienes siempre buscan zancadillear el
proceso de paz asiéndose a cualquier excusa.
También los ánimos belicistas deberían “desmovilizarse”.
Enrique Santiago Romero
Asesor jurídico de la delegación de paz de las FARC