El dirigente campesino Wilmar Madroñero, víctima del terroris mo de Estado. Foto Notimundo |
Terrorismo de Estado
Cayeron falsos positivos judiciales contra 8 dirigentes
campesinos de Putumayo
Por Camilo Raigozo. Notimundo
El 14 de mayo anterior, ocho dirigentes campesinos del
departamento de Putumayo, víctimas de la perversa estrategia de falsos
positivos judiciales del Ejército, la Fiscalía y otros entes represivos del
régimen, tuvieron que ser puestos en libertad ante la ausencia de pruebas en su
contra.
La inocencia de los labriegos fue defendida en los
estrados judiciales por la Red de Derechos Humanos de Putumayo y el Comité
Permanente para los Derechos Humanos, Cpdh, quienes lograron que las víctimas
recobraran la libertad, que nunca debieron haber perdido.
Así muestran a las víctimas los me dios cómplices de las atrocidades del régimen. |
Sin embargo ¿quién les responde a los campesinos y a sus
familias por el tiempo perdido de sus vidas causado por el encarcelamiento
injusto y arbitrario? ¿Por las
penalidades padecidas en este tiempo? ¿Por las pérdidas económicas, morales,
sociales, laborales y afectivas, entra otras consecuencias? ¿A caso les responde
el generalato o el bravucón ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón?
La Juez Penal del Circuito de Puerto Asís falló a favor
de los labriegos absolviéndolos de cualquier responsabilidad por los cargos que
se les imputaba de rebelión, homicidio y terrorismo, otorgándoles la libertad
inmediata, según informó la Red de Comunicadores del Putumayo.
Las comunidades del Putumayo siempre exigieron la libertad de sus dirigentes. Foto Notimundo |
Los otros siete líderes campesinos víctimas de la persecución política y la infamia de las fuerzas militares son: Mario Vilora, Juan Clímaco Vega, Alexander Pianda, Sabino Eduardo Castro, Luis Efrén Fajardo, José Harry Rendón y Oswaldo Arcos.
“Con este proceso no sólo se logra demostrar la inocencia
de nuestros compañeros que luchan y defienden la vida y el territorio, sino que
se deja en evidencia la falsedad detrás del aparato criminal de persecución
política gestado desde la fiscalía y las fuerzas militares al servicio del
capital nacional y transnacional”, dice finalmente la fuente.