‘Luchar por los derechos de las mujeres, es luchar por
los derechos de un pueblo’: Gloria Inés Ramírez
Por: Camilo Raigozo
Bogotá, D.C., 8 de marzo de 2013
Por: Camilo Raigozo
La senadora Gloria Inés Ramírez envió un emotivo saludo a
las mujeres en su día, recordando que el motivo que generó la transcendental conmemoración,
fue el de honrar la memoria de las 129 trabajadoras textileras que fueron incineradas
vivas, muchas de ellas con sus hijos, dentro de una fábrica, por haberse
atrevido a reclamar salarios justos, jornada de 8 horas y seguridad social para
ellas y sus familias.
A continuación transcribimos en su integridad el mensaje
de la senadora a las mujeres colombianas en su día:
Día Internacional de
la Mujer
En cada “8 de marzo” la sociedad de consumo promueve la
venta de flores, sin importarle que el Día Internacional de la Mujer fue
instituido para honrar la memoria de 129 obreras textileras, que en medio de la
más ominosa opresión, se atrevieron a demandar del patrón salarios dignos,
seguridad social para ellas y su familia y una jornada de 8 horas de trabajo.
Ante tal desafuero, el patrón prefirió prender fuego a su
factoría con las obreras y sus hijos adentro, antes que ceder a sus insolentes
peticiones y, así murieron en un incendio cuya causa nunca fue sometida a los
tribunales de justicia.
Este hecho ha marcado la impronta de más de siglo y medio
de la lucha que las mujeres hemos librado por el derecho a ser nombradas con nombre
propio, por tener un espacio para habitar el mundo, para ser contadas desde la
historia propia, desde lo personal es político,-
desde mi cuerpo es mío y yo decido, desde la opción de no
parir hijos para la guerra y desde la exhortación a que la democracia no va,
sin la presencia de las mujeres; en fin, porque luchar por los derechos de las
mujeres, es luchar por los derechos de un pueblo.
De ahí su inconmensurable dimensión y su vigencia
intemporal, cuya reivindicación es una eclosión de las potencialidades vitales
de millones de mujeres luchando por su emancipación social, económica,
cultural, sexual y política, desde todos los costados del mundo.
Cuatro conferencias mundiales sobre la mujer que se han
celebrado hasta la fecha: México en 1975, Copenhague en 1980, Nairobi en 1985 y
Beijing en 1995, al igual que la conferencia sobre Población y Desarrollo del
Cairo de 1994, dedicaron sus mayores esfuerzos,-
reflexiones y llamamientos a los poderes del mundo, en
que los derechos de las mujeres, son derechos humanos, uno de los cuales, el de
mayor relevancia histórica y política, es el derecho a una vida libre de
violencias.
De ahí que nosotras, mujeres colombianas, que hemos
padecido la crueldad y la inutilidad de la guerra, la violencia del hambre, de
la pobreza, de la falta de oportunidades; del despojo de nuestras tierras,
nuestros territorios y nuestras viviendas;-
que hemos sido forzadas al éxodo de nuestras comunidades
y nuestras querencias; que hemos visto desaparecer a nuestros hijos y
compañeros por pensar diferente o por ser pobres; que hemos soportado los
agravios de la utilización de nuestros cuerpos y nuestras vidas;-
que hemos sufrido los efectos de la discriminación y la
impunidad, demandemos hoy de la sociedad colombiana y sus instituciones, el reconocimiento
de nuestra participación real y efectiva en la posibilidad de un acuerdo de paz,-
que no solo ponga fin a la confrontación fratricida entre
los colombianos, sino que le devuelva la dignidad y la soberanía a la Nación,
que anhelamos prospera y posible para las presentes y futuras generaciones.
Nosotras las mujeres colombianas, permaneceremos
vigilantes y a la espera de que las partes integrantes de este diálogo de paz, nos
reconozcan como autoras de la vida y como actoras insustituibles del proceso de
paz, derecho que debe ser respetado, acatado y reparado en la dimensión del
daño causado a nuestras vidas,-
a nuestros cuerpos, a nuestras comunidades, a nuestras
organizaciones, a nuestros hijos y compañeros y, entre tanto, seguiremos
profundizando los caminos de resistencia contra la impunidad y el olvido, hasta
lograr que la equidad, la justicia y la paz puedan ser acaricidas por el
amanecer de cada día.
En este día, rendimos homenaje a la memoria de todas
aquellas mujeres que nos precedieron, a las que nos arrebató la inutilidad de
la guerra, a las que sus vidas y sus cuerpos han sido hollados por la violencia
feminicida que se acrecienta en el país, a las que han sufrido la ignominia de
una cárcel, a las que han partido hacia el exilio, a las desplazadas y
despojadas;-
a las que laboran en las fábricas, oficinas o talleres, a
las que forman a los niños, niñas y jóvenes de nuestras escuelas, colegios y
universidades, a las que con abnegación sanan los cuerpos de la enfermedad y el
dolor;-
a las que con amoroso denuedo, todos los días esperan la
llegada del hijo, del compañero o del amante en el abrigo del hogar y, en fin,
a las mujeres que en dura brega, andando los caminos y cargando a veces el
hogar a cuestas, cuidan de la vida para que nunca muera.
A todas ellas rendimos homenaje en este nuestro día, un
día para encontrarnos y para fortalecer los lazos de solidaridad, confianza y
reconocimiento, para que juntas continuemos forjando la emancipación de
nuestras almas y de nuestros cuerpos, del sistema capitalista y patriarcal que
nos oprime.
¡¡¡ Feliz día amigas y compañeras: hoy, mañana y
siempre!!!
GLORIA INÉS RAMIREZ RÍOS
Senadora de la República elegida por el Polo Democrático
AlternativoBogotá, D.C., 8 de marzo de 2013