miércoles, marzo 06, 2013

Gloria eterna al comandante Hugo Chávez
Gloria Inés Ramírez Ríos
Senadora de la República elegida por el PDA

Bogotá, D.C., 6 de marzo de 2013. El día 5 de marzo de 2013, el Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, les anunció a los venezolanos y al mundo la triste noticia de que a las 4 y 25 de la tarde había fallecido el Comandante Presidente de esta nación hermana, Hugo Rafael Chávez Frías.

Inmediatamente, millones de venezolanos comenzaron a movilizarse hacia el Hospital Militar y el Palacio de Miraflores y a las calles y plazas de todo el país para manifestar su dolor y reafirmar su respaldo a la Revolución Bolivariana, mientras algunos medios de comunicación de Colombia hablaban apenas de “cientos” de personas y ponían a los micrófonos a analistas políticos de la derecha, algunos para vaticinar que lo que le espera a Venezuela es la incertidumbre, cuando no el caos.

Para ellos, Chávez vivo era la causa de todos los males y, ahora, su muerte será la causa del desastre. Es la práctica inmoral de los mercaderes de la información al servicio del gran capital nacional y transnacional.

Hugo Chávez fue un ser humano excepcional, ejemplo de militar patriota que, a diferencia de otros que actúan como verdugos de su propio pueblo, hizo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana una institución comprometida con el proceso revolucionario de su país.

Durante sus catorce años de gobierno (1.999 – 2.013), el Presidente Chávez debió enfrentar los más difíciles desafíos: el golpe de Estado de 2002, un referendo revocatorio promovido por la derecha en 2004, varias huelgas impulsadas por los empresarios, campañas difamatorias y calumniosas de los sectores más retardatarios de la prensa, la hostilidad permanente del imperialismo gringo y de sus gobiernos títeres como el de Uribe Vélez. El sueño dorado de la reacción era sacarlo del poder.

Una y otra vez, la respuesta del pueblo venezolano fue rodearlo de un respaldo firme y generoso como reconocimiento a su política nacional e internacional y a su obra de gobierno.

El Presidente Chávez recuperó para su patria la soberanía nacional y la dignidad, atropelladas durante muchos años por los imperialistas, llevó adelante un ambicioso plan de reformas democráticas en favor del pueblo y fue factor determinante de los cambios progresistas y de izquierda que se desarrollan en América Latina y El Caribe.

Rescató para su país los recursos naturales, comenzando por el petróleo, acabó los desmanes de las compañías transnacionales, puso en marcha un nuevo tipo de relaciones internacionales fundadas en la solidaridad y la independencia y bajo su influjo nacieron la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América ALBA, la Unión de Naciones Suramericana UNASUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, que se apartan del tutelaje de Estados Unidos y avanzan en nuestra integración regional.

Fue un luchador consecuente contra la dominación imperialista y por la soberanía nacional y el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos.

Su gran preocupación fueron los pobres y desprotegidos y para ellos puso en marcha programas de educación, salud, vivienda y alimentación, entre otros, que la derecha descalifica como “populismo”, pero que hicieron de Venezuela uno de los países latinoamericanos con mayores avances en políticas sociales.

Para nuestro país, a pesar de la hostilidad de la derecha y de las frecuentes descalificaciones del gobierno de Uribe, fue un factor determinante en la liberación de varios cautivos en manos de las FARC y, como lo reconoce el presidente Santos, le hizo una gran contribución al proceso de conversaciones que se desarrollan en La Habana en procura de la paz, en donde Venezuela participa como país acompañante.

El Comandante Chávez deja para su país y para América Latina y El Caribe un legado imborrable de realizaciones, pero su mayor mérito es haber despertado la conciencia de los venezolanos y latinoamericanos que cada vez comprenden mejor el valor de la dignidad, la independencia y la justicia social y que sabrán defender las conquistas logradas, consolidar el proceso de la Revolución Venezolana y multiplicar las luchas y las victorias a lo largo y ancho de nuestro Continente.

La profunda crisis en que se debate el capitalismo y el desastre social que está causando en todo el mundo, demuestran que es un sistema caduco mandado a recoger por la historia y que el futuro les pertenece a las fuerzas del cambio y a los procesos progresistas y revolucionarios que se desarrollan en América Latina.

En esta hora de dolor y luto, les hacemos llegar a los familiares, del Comandante Hugo Chávez, al gobierno y al pueblo venezolano nuestras profundas condolencias y nuestra más firme solidaridad y unimos nuestra voz a las de los millones de hombres y mujeres que levantan la consigna “¡Chávez vive, la lucha sigue!”.


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