domingo, mayo 06, 2012

Guaviare y Meta zonas abandonadas por el Estado
Los Fantasmas del río Guayabero (I)
Por: Kikyo

Voz recorrió varios de estos caseríos del Bajo Guayabero y habló con los pobladores que viven el día a día de una región rica en recursos naturales y pobre en inversión, estigmatizada por un conflicto fácilmente de resolver, y que sigue luchando a pesar de los contratiempos

A partir de las tres de la mañana, se escuchan pasos acompañados de luces algunas blancas y otras azules, éstas causan temor ya que apenas se oyen las voces de las ranas, y cientos de especies que-

aún quedan (afortunadamente en la zona), claro el clamor del rio también le da un toque misterioso a esas luces que parecen fantasmas caminando en Puerto Cachicamo en el Guaviare.

Los fantasmas del río Guayabero no son más que pobladores alumbrando sus caminos para iniciar labores desde tempanas horas.

Es común que todos tengan una linterna, ya que solo tienen luz eléctrica 4 horas al día, desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche, sin embargo siendo esta una región tan pobre, esos fantasmas ya que no existen para el Estado, pagan la luz más cara del país, un promedio de 180 mil pesos mensuales.

Cuando se habla de la región del Bajo Guayabero se habla de la zona conformada por los caseríos y veredas ubicadas a los dos costados del rio Guayabero, desde la Macarena hasta el sector de Puerto Arturo en San José del Guaviare.

Allí hay veredas del Meta como Bella Vista, el sector del rio Cafre, La Tigra, Caño Carbón, Cabra, Nueva Colombia, Caño San José, El Silencio, Tercer Milenio, y por el lado de Guaviare esta Puerto Arturo, La Carpa, El Capricho, El Tigre, Puerto Nuevo,-

Puerto Cachicamo, veredas del sector de la Macarena como la Catalina, Peñas Rojas, y otras 75 veredas mas, que además se ha unido para conformar la Asociación de Campesinos y Trabajadores del Rio Guayabero, Ascatragua.

Las Plantas Generadoras de Electricidad las presta la Gobernación del Guaviare. “En el Guaviare”es una entidad privada que maneja algunas regalías que van para las comunidades, avalada por la Gobernación.

El funcionamiento del servicio se sostiene en parte con el recibo que paga la comunidad (establece los precios el comité de usuarios de cada caserío) y otra parte con los tambores de combustible que llegan como regalías.

Entonces se tiene que cobrar por puntos dependiendo de los aparatos eléctricos y bombillos. Por ejemplo, si un campesino tiene 10 bombillos pagaría 150 mil pesos, es decir 15 mil por cada uno. En otros caseríos cobran 20 por punto.

Todos los caseríos funcionan igual, aunque hay algunas que no cuentan con redes como Nueva Colombia, pues la Alcaldía de San José no ha ayudado con estas.

Entonces cada habitante debe tener su propia planta o usar vela. Hay que decir que para el funcionamiento de las plantas se necesita la gasolina y el precio del galón oscila entre 15 y 16 mil pesos.

La lucha por la supervivencia

En el sector del Guayabero hubo cultivo de coca, hoy en día se ha exterminado al menos un 95% de estos.

En la actualidad los campesinos tienen cultivos de pancoger, para consumo familiar y otros se dedican a la ganadería, sin embargo no hay condiciones para que pueda producir, vender y vivir de eso, ya que no cuentas con vías buenas de transporte y el costo por rio es exageradamente alto.

Por ejemplo, a un campesino por la llevada de un racimo de plátanos a San José del Guaviare en la voladora le cobran 5 mil pesos, y el racimo lo puede vender en 6 mil a buen precio, eso sin contar el transporte de la persona que le vale 75 mil pesos.

Esta situación deja al campesino anclado para que pueda montar una producción, ajeno a la coca. Una cosa es hablar de la región del Guayabero y de la coca, y otras muy diferente es estar en los zapatos del campesino, que tiene que luchar para sobrevivir en un lugar abandonado del Estado.

Mientras el Estado no brinde, un programa de sustitución de cultivos, con las alternativas que se necesitan, que se garantice la compra, buenos precios y estabilidad en estos, allí los habitantes se verán obligados a tener su hectárea de coca como única alternativa de sobrevivir.

Anteriormente se podía explotar la madera, era permitida la caza de animales y fue una zona dada a la venta de pieles de tigre. Hoy esto es prohibido ya que la caza indiscriminada de animales ha llevado al riesgo de extinción de muchos de ellos.

Pero los campesinos que se dedican a la ganadería, se ven obligados muchas veces a asesinar a los tigres, ya que estos matan a la vacas, y siendo esta su única forma de sustento, deben defender su supervivencia y la de su familia. La gente tiene que comerciar con coca, hay problemas de abastecimiento de remesas.

El tendero puede tener la mercancía, pero los negocios se ven vacíos, porque le están pagando en mercancía, ¿quién le compra la mercancía?

“Aquí han pasado épocas de casi un año sin ver un billete”, le dijo a VOZ Ramiro Atehortua, encargado de prensa de Ascatragua.

Estigmatización y derechos humanos

Una de las cosas que tiene que sufrir la población de los caseríos y veredas del Bajo Guayabero es la estigmatización por parte del Gobierno Nacional y de algunos medios de comunicación que los señalan frecuentemente de milicianos, guerrilleros o auxiliares de las FARC.

“Para nadie es un secreto que vivimos en zona roja, pero eso no quiere decir que nosotros seamos guerrilleros. Debido a esto la Fuerza Publica cuando llega, lo hace atropellando a las comunidades, sin importar la edad de las personas.

En el 2008 el Ejercito hirió con sus balas a 4 niños en Puerto Cachicamo cuando ellos estaban estudiando” añadió Ateorhotua.

El 9 de septiembre de 2009, el Ejército (Móvil 7 del Batallón 63, que en ese entonces estaba dirigido por el Mayor Londoño) empezó a disparar indiscriminadamente a 3 mecánicos provenientes de Bogotá quienes se encontraban arreglando un carro, ellos fallecieron.

El Coronel Rojas del mismo Batallón aseguró que había habido un enfrentamiento entre guerrilla y Ejército, lo que nunca sucedió ya que los mecánicos estaban desarmados.

Denuncias de derechos humanos de la zona informaron que en 2008 en el caserío de Nueva Colombia El Ejército asesinó al presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Puerto Nuevo.

También se habla de la violación de ancianos en la zona y la manipulación de niños con dulces o regalos para que sean informantes. Muchos campesinos le dijeron a VOZ que la Fuerza Pública se les llevó en varias oportunidades, los plátanos la yuca, el ganado o los cerdos, sin permiso.

La idea según dicen los habitantes, es que quieren aburrir a los habitantes para que desocupen las tierras ya que allí hay una gran riqueza natural y una gran riqueza subterránea como Coltán y Petróleo.


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