sábado, noviembre 26, 2011

Mueren cuatro miembros de la Fuerza Pública que estaban en poder de las FARC en un intento fallido de rescate
El Gobierno los tenía abandonados a su suerte desde hacía más de 10 años negándose una y otra vez a realizar el intercambio humanitario.
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Otro doloroso hecho dejó la absurda guerra que padece Colombia desde hace cinco décadas. Esta vez por cuenta de la muerte de cuatro miembros de la Fuerza Pública quienes habían perdido la libertad a manos de las FARC en acciones inherentes al conflicto social y armado que desangra al país.

Los combates ocurrieron en zona rural del municipio de Solano, departamento del Caquetá en horas de la mañana del sábado 26 de noviembre de 2011, cuando tropas del ejército se enfrentaron a un número indeterminado de guerrilleros, quienes tenían en su poder a los agentes del Estado.

Según informó a la prensa el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, en la confrontación fue detenida una mujer, de la que no explica si era guerrillera o civil, y un soldado salió herido.

También sostuvo Pinzón, única versión que se conoce hasta ahora de los trágicos sucesos,  que tres de los policías murieron a causa de tiros de gracia en la cabeza y el cuarto por tiros en la espalda.

Sin embargo, como  en la guerra la verdad es la primera que muere, hay que esperar que esta se vaya conociendo a medida que se investiguen en profundidad los hechos y se obtengan más versiones sobre los mismos.

En otro hecho similar, el 5 de mayo de 2003, Guillermo Gaviria, Gilberto Echeverri y 8 soldados también fueron muertos en un fallido intento por rescatarlos a sangre y fuego, ordenado con arrogancia por el entonces presidente Uribe.

Así mismo ocurrió  el 18 de junio de 2007 cuando 11 diputados del Valle que estaban en poder de las FARC, fueron muertos en un intento de rescate por “un grupo militar sin identificar”, según ese grupo insurgente.

La muerte de los cuatro agentes del Estado es el segundo gran golpe que sufre el anhelo de paz que tienen los colombiano en menos de un mes, luego del fallecimiento en combate del excomandante de las FARC Alfonso Cano.

Las familias de los agentes del Estado privados de la libertad en acciones del conflicto en poder  de la guerrilla, se han negado tajantemente a aceptar que estos sean rescatados a sangre y fuego, por el alto riesgo que corren sus vidas en dichos operativos.

Organizaciones sociales y movimientos por la paz consideran que fue un acto irresponsable del gobierno y de las fuerzas militares llevar a cababo el operativo de rescate a sangre y fuego de los cuatro policías.

Los cuatro uniformados que murieron en el rescate fallido son el sargento José Libio Martínez, quien llevaba más de 13 años olvidado por el Estado en poder de la guerrilla; el teniente Elkin Hernández Rivas, condenado al olvido por el gobierno desde 1998, el coronel Édgar Yesid Duarte Valero, olvidado por el Estado dese 1998 y el intendente Álvaro Moreno, olvidado por el Estado desde 1999.


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