jueves, junio 24, 2010

Parauribismo/ Comunidad de Paz de San José de Apartadó
La comunidad internacional tomó nota sobre el atroz comportamiento del régimen
En audiencia pública realizada en el Congreso fue ampliamente visibilizada ante la opinión pública nacional e internacional la dramática situación de los derechos humanos y la saña del régimen contra la comunidad
Por Camilo Raigozo. Voz

El pasado 17 de junio, se realizó en las instalaciones nuevas del Congreso de la República la audiencia pública sobre la grave situación que viene padeciendo la Comunidad de Paz de San José de Apartadó en materia de derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario.

Debido a los ataques criminales que esta comunidad a sufrido por parte del Ejercito Nacional y de paramilitares, actualmente cuenta con medidas de protección, ordenadas perentoriamente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y por la Corte Constitucional Colombiana, dirigidas a la protección de la vida e integridad de sus miembros.

La audiencia fue convocada por la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República y la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes con el fin de visibilizar la dramática situación de derechos humanos y de infracciones al Derecho Internacional Humanitario perpetrados por la Fuerza Pública y paramilitares quienes actúan conjuntamente contra la comunidad.

La senadora Gloria Cuartas Montoya y el senador Alexander López Maya, voceros de la bancada del Polo Democrático Alternativo en el Senado de la República, citaron a esta audiencia pública. Fueron acompañados por Germán Navas Talero y Germán Reyes representantes a la Cámara por el Polo.

La comunidad internacional tomó nota

También asistieron a la audiencia, representantes de la Comunidad de Paz, el padre Javier Giraldo, el abogado defensor de las familias victimas de masacres, Jorge Molano; delegados de las embajadas de México, Suiza, España, Argentina, Canadá y Francia, entre otras; lo mismo que el Colectivo San Patricio, las comunidades desplazadas forzadamente del Urabá, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos y varias organizaciones nacionales e internacionales defensoras de derechos humanos.

En su intervención el líder y vocero de la Comunidad de Paz, Jesús Emilio Tuberquia, luego de hacer un breve recuento histórico sobre las razones que tuvieron los habitantes para dar origen a este modo de defensa y de resistencia al desplazamiento, como es la Comunidad, le contó a la audiencia pormenores sobre las múltiples violaciones a los derechos humanos fundamentales que ha padecido el campesinado organizado de la zona por parte del régimen criminal de Uribe.

Contó entre otras monstruosidades como han ocurrido las masacres, los asesinatos selectivos, los ametrallamientos, los bombardeos indiscriminados, los desplazamientos, las torturas, las desapariciones, las amenazas, los bloqueos económicos, los empadronamientos, la violación de muchas mujeres por parte de la Fuerza Pública, las estigmatizaciones, las judicializaciones y el exterminio sistemático que se ha venido dando contra la Comunidad de Paz.

Dupla criminal militares-‘paras’

Germán Navas Talero reprochó la ausencia de los medios masivos de comunicación y advirtió “el paramilitarismo fue un invento del poderoso contra el humilde. Sí aquí en vez de que ustedes estén contando su tragedia, se estuviera condecorando a alguno de los asesinos, esta sala estaría llena de medios de comunicación y de politiqueros.

"Pero como son las voces de las víctimas a ustedes no los quieren oír”, dijo con coraje Navas Talero.

Más de 200 personas de la Comunidad de Paz han sido asesinadas en los últimos años por miembros del Ejército Nacional y paramilitares. Sin embargo, una de las masacres más recordadas por el grado de atrocidad fue la perpetrada el 21 de febrero de 2005.

En esa ocasión, como lo ha comprobado la Fiscalía, militares de la brigada 17 y paramilitares en acciones conjuntas, mataron a Luis Eduardo Guerra, reconocido líder de la comunidad de paz; a su hijo Deyner Andrés Guerra, de 11 años, y a Beyaniera Areiza de 17. Después de matarlos con machetes, dejaron sus cuerpos tirados en la montaña.

Después mataron a Alfonso Bolívar Tuberquia; a sus hijos Natalia, de 5 años y Santiago de 2 años; a su esposa, Sandra Milena Muñoz, y a un trabajador de la finca llamado Alejandro Pérez. Los cuatro primeros fueron asesinados también a machete.

Los niños, según la necropsia, fueron degollados con arma blanca. Uribe –como siempre- salió inmediatamente a defender a las tropas criminales y conjuntamente con los medios de comunicación desarrollaron la estrategia de siempre: culpar a las Farc. Solo que esta vez no pudieron tapar la verdad.
Foto Jesús Abad Colorado.


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