Cruzada de solidaridad
Aberrantes tratos crueles e inhumanos contra los presos políticos
Las normas del Derecho Internacional Humantitario quedan vueltas trizas por el ensañamiento y la sed de venganza del régimen contra sus opositores cautivos en las cárceles del Estado
Por Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos de Santander
Diomedes Meneses Carvajalino se encuentra en silla de ruedas, que le imposibilita valerse por si mismo debido a las torturas que le propinaron miembros del Estado colombiano.
Las normas del Derecho Internacional Humantitario quedan vueltas trizas por el ensañamiento y la sed de venganza del régimen contra sus opositores cautivos en las cárceles del Estado
Por Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos de Santander
Diomedes Meneses Carvajalino se encuentra en silla de ruedas, que le imposibilita valerse por si mismo debido a las torturas que le propinaron miembros del Estado colombiano.
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Seis años después, continúa sufriendo, no solo los efecto de la torturas, sino que recibe nuevos tratos crueles e inhumanos que atentan contra su integrada personal.
El 2 de octubre de 2008 a las 8:00 horas, el preso político Domedes Meneses Carvajalino, actualmente postrado a una silla de ruedas y confinado en la sección de sanidad de la Cárcel de Palogordo, en Girón, Santander, en el momento de quedar totalmente solo, se produjo una caída de su cama, produciéndose fractura de su pierna derecha.
Meneses Carvajalino, ex combatiente del Ejercito de Liberación Nacional, utiliza silla de ruedas desde hace 6 años producto de fuertes torturas producidas por miembros del Gaula de Bucaramanga, en hechos ocurridos el 25 de mayo de 2002 en el corregimiento El Gramal del municipio de Tona, Santander.
Después de estar fuera de combate por heridas, recibió impactos a corta distancia con balas explosivas, expulsión de uno de sus ojos con un objeto cortopunzante en aberrantes infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
También le extrajeron las uñas de los pies y por último, recibió una herida en su cuello que le produjo pérdida total del conocimiento.
Actualmente existe un proceso penal en etapa preliminar contra miembros del Gaula sin que hasta la fecha hayan sido vinculados formalmente a la investigación.
Diomedes Meneses Carvajalino fue uno de los presos políticos trasladado arbitrariamente de la cárcel Modelo de Bucaramanga a la cárcel de Palogordo de Girón el pasado 4 de septiembre.
En esa ocasión Diomedes tuvo que soportar gases lacrimógenos lanzados por miembros del Inpec, hecho que está prohibido por los protocolos internacionales que regulan la utilización de este tipo de gases en lugares cerrados.
Desde el 4 de septiembre de este año, Diomedes Meneses fue confinado a la sección de sanidad de la Penitenciaria de Palogordo, lugar que no es adecuado para su tratamiento, por cuanto él debe recibir constantemente ayuda de otra persona en las actividades cotidianas.
En la sección de sanidad debe permanecer en una celda de 2x 3 metros la mayor parte del día, no recibe las horas de sol necesarias, circunstancia que lo obligó a exigir a las directivas del establecimiento que los trasladaran al patio tres, lugar donde podría recibir la solidaridad de los presos políticos.
Estas solicitudes de traslados se han realizado de manera reiterada por los miembros de nuestra Fundación, los presos políticos del patio 3 de la penitenciaria y el mismo Diomedes, las cuales han sido han sido ignoradas por el director de la cárcel.
La respuesta es que lo ubicarían en el patio siete, sitio que no reúne las condiciones para el acompañamiento adecuado.
Igualmente los guardias le expresaron que si no acepta el patio siete será trasladado a los calabozos, lo que en la práctica es tortura sicológica, debido al nivel de tensión que produce en Diomedes este tipo afirmaciones.
Diomedes Meneses Carvajalino, va a cumplir un mes en la sección de sanidad, como se manifestó al inicio.
Él necesita recibir ayudas de otras personas y solo cuenta con el apoyo de otro preso político que padece de cáncer en la piel en etapa terminal.
Precisamente cuando esta persona salió para su tratamiento de quimioterapia, fue cuando Diomedes tuvo el accidente que le produjo la fractura de fémur, al parecer con astillamiento del hueso, según informaciones de él mismo.
Nuevamente solicitamos que Diomedes Meneses Carvajalino reciba el tratamiento médico adecuado, conforme a los tratados internacionales relacionados con población privada de la libertad.
Además exigimos su traslado inmediato al patio tres, único lugar donde puede recibir el acompañamiento digno necesario debido a la solidaridad del resto de presos políticos.
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El 2 de octubre de 2008 a las 8:00 horas, el preso político Domedes Meneses Carvajalino, actualmente postrado a una silla de ruedas y confinado en la sección de sanidad de la Cárcel de Palogordo, en Girón, Santander, en el momento de quedar totalmente solo, se produjo una caída de su cama, produciéndose fractura de su pierna derecha.
Meneses Carvajalino, ex combatiente del Ejercito de Liberación Nacional, utiliza silla de ruedas desde hace 6 años producto de fuertes torturas producidas por miembros del Gaula de Bucaramanga, en hechos ocurridos el 25 de mayo de 2002 en el corregimiento El Gramal del municipio de Tona, Santander.
Después de estar fuera de combate por heridas, recibió impactos a corta distancia con balas explosivas, expulsión de uno de sus ojos con un objeto cortopunzante en aberrantes infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
También le extrajeron las uñas de los pies y por último, recibió una herida en su cuello que le produjo pérdida total del conocimiento.
Actualmente existe un proceso penal en etapa preliminar contra miembros del Gaula sin que hasta la fecha hayan sido vinculados formalmente a la investigación.
Diomedes Meneses Carvajalino fue uno de los presos políticos trasladado arbitrariamente de la cárcel Modelo de Bucaramanga a la cárcel de Palogordo de Girón el pasado 4 de septiembre.
En esa ocasión Diomedes tuvo que soportar gases lacrimógenos lanzados por miembros del Inpec, hecho que está prohibido por los protocolos internacionales que regulan la utilización de este tipo de gases en lugares cerrados.
Desde el 4 de septiembre de este año, Diomedes Meneses fue confinado a la sección de sanidad de la Penitenciaria de Palogordo, lugar que no es adecuado para su tratamiento, por cuanto él debe recibir constantemente ayuda de otra persona en las actividades cotidianas.
En la sección de sanidad debe permanecer en una celda de 2x 3 metros la mayor parte del día, no recibe las horas de sol necesarias, circunstancia que lo obligó a exigir a las directivas del establecimiento que los trasladaran al patio tres, lugar donde podría recibir la solidaridad de los presos políticos.
Estas solicitudes de traslados se han realizado de manera reiterada por los miembros de nuestra Fundación, los presos políticos del patio 3 de la penitenciaria y el mismo Diomedes, las cuales han sido han sido ignoradas por el director de la cárcel.
La respuesta es que lo ubicarían en el patio siete, sitio que no reúne las condiciones para el acompañamiento adecuado.
Igualmente los guardias le expresaron que si no acepta el patio siete será trasladado a los calabozos, lo que en la práctica es tortura sicológica, debido al nivel de tensión que produce en Diomedes este tipo afirmaciones.
Diomedes Meneses Carvajalino, va a cumplir un mes en la sección de sanidad, como se manifestó al inicio.
Él necesita recibir ayudas de otras personas y solo cuenta con el apoyo de otro preso político que padece de cáncer en la piel en etapa terminal.
Precisamente cuando esta persona salió para su tratamiento de quimioterapia, fue cuando Diomedes tuvo el accidente que le produjo la fractura de fémur, al parecer con astillamiento del hueso, según informaciones de él mismo.
Nuevamente solicitamos que Diomedes Meneses Carvajalino reciba el tratamiento médico adecuado, conforme a los tratados internacionales relacionados con población privada de la libertad.
Además exigimos su traslado inmediato al patio tres, único lugar donde puede recibir el acompañamiento digno necesario debido a la solidaridad del resto de presos políticos.
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