¡Confirmado!
Gringos dirigieron «Operación Jaque»
El FBI se llevó a Washington un computador con valiosa información después de la operación de rescate
Por Hernando López. Voz
La solicitud de extradición de Gerardo Antonio Aguilar Ramírez («César») y Alexander Farfán Suárez («Gafas»), presentada a las autoridades colombianas por la Secretaría de Justicia de Estados Unidos, confirma que fueron los gringos los que dirigieron y participaron en la «Operación Jaque», que permitió la liberación de Ingrid Betancourt, los tres agentes norteamericanos y once integrantes de la Fuerza Pública.
En efecto, en el documento se consigna que agentes del FBI de los Estados Unidos, al momento de la captura de Alexander Farfán Suárez («Gafas»), le incautaron un computador con copiosa información, que es la base para la demanda de la extradición.
Dicho computador fue llevado a Estados Unidos y nunca reportado y menos entregado a la Fiscalía General de la Nación.
Farfán le ocultó esta información a sus abogados, que al conocer el hecho decidieron renunciar a la asistencia jurídica de los dos detenidos en la «Operación Jaque».
Aunque el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, desmintió hasta la existencia del computador, el hecho fue confirmado por alias «Gafas» y está consignado en la solicitud de extradición.
Abogados, consultados por este semanario, aseguraron que es una violación de la soberanía nacional, porque ni siquiera la Fiscalía conoció del hecho. «¿Cómo es posible que agentes del FBI detengan a estas personas, se lleven las evidencias y nadie diga nada?», se preguntó uno de ellos.
«Ello es posible gracias al Gobierno arrodillado al designio estadounidense y porque la ‘Operación Jaque’ siempre estuvo bajo control de los agentes de Washington», dijo otro abogado. No hay la menor duda de que fue así.
Lo corroboran los abogados Eduardo Matyas y Rodolfo Ríos, quienes tenían a su cargo la defensa de «César» y «Gafas ».
La solicitud de extradición de Gerardo Antonio Aguilar Ramírez («César») y Alexander Farfán Suárez («Gafas»), presentada a las autoridades colombianas por la Secretaría de Justicia de Estados Unidos, confirma que fueron los gringos los que dirigieron y participaron en la «Operación Jaque», que permitió la liberación de Ingrid Betancourt, los tres agentes norteamericanos y once integrantes de la Fuerza Pública.
En efecto, en el documento se consigna que agentes del FBI de los Estados Unidos, al momento de la captura de Alexander Farfán Suárez («Gafas»), le incautaron un computador con copiosa información, que es la base para la demanda de la extradición.
Dicho computador fue llevado a Estados Unidos y nunca reportado y menos entregado a la Fiscalía General de la Nación.
Farfán le ocultó esta información a sus abogados, que al conocer el hecho decidieron renunciar a la asistencia jurídica de los dos detenidos en la «Operación Jaque».
Aunque el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, desmintió hasta la existencia del computador, el hecho fue confirmado por alias «Gafas» y está consignado en la solicitud de extradición.
Abogados, consultados por este semanario, aseguraron que es una violación de la soberanía nacional, porque ni siquiera la Fiscalía conoció del hecho. «¿Cómo es posible que agentes del FBI detengan a estas personas, se lleven las evidencias y nadie diga nada?», se preguntó uno de ellos.
«Ello es posible gracias al Gobierno arrodillado al designio estadounidense y porque la ‘Operación Jaque’ siempre estuvo bajo control de los agentes de Washington», dijo otro abogado. No hay la menor duda de que fue así.
Lo corroboran los abogados Eduardo Matyas y Rodolfo Ríos, quienes tenían a su cargo la defensa de «César» y «Gafas ».
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Ambos renunciaron a la defensa, porque fue evidente que sus asistidos les ocultaron información primordial para su actuación, así como también denunciaron la no existencia de garantías procesales, el debido proceso y la investigación integral.
A cuentagotas, como lo advirtió este semanario en su debida oportunidad, se está conociendo la realidad de la ‘Operación Jaque’, que permitió la liberación incruenta de 15 rehenes en poder de las FARC.
Antes se conoció que los participantes en la misión utilizaron el emblema del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de las cadenas de televisión Telesur y Ecuatelevisión.
Ahora se conoce que agentes del FBI no sólo estaban ahí sino que de manera abusiva y sin ninguna resistencia del general Montoya y los mandos militares se llevaron el computador de «Gafas», de cuya existencia se conoce apenas cuando solicitan la extradición de ambos.
¿Qué otras facetas de la ‘Operación Jaque » se conocerán más adelante? Es una caja de secretos que no deja de sorprender a los colombianos, mientras se pierde la credibilidad de los que dijeron al comienzo que no habían utilizado emblemas internacionales y luego que era una operación estrictamente colombiana y sin participación extranjera.
El feliz resultado de la misión no puede dejar de lado la cantidad de irregularidades e ilegalidades que se cometieron en su ejecución.
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A cuentagotas, como lo advirtió este semanario en su debida oportunidad, se está conociendo la realidad de la ‘Operación Jaque’, que permitió la liberación incruenta de 15 rehenes en poder de las FARC.
Antes se conoció que los participantes en la misión utilizaron el emblema del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de las cadenas de televisión Telesur y Ecuatelevisión.
Ahora se conoce que agentes del FBI no sólo estaban ahí sino que de manera abusiva y sin ninguna resistencia del general Montoya y los mandos militares se llevaron el computador de «Gafas», de cuya existencia se conoce apenas cuando solicitan la extradición de ambos.
¿Qué otras facetas de la ‘Operación Jaque » se conocerán más adelante? Es una caja de secretos que no deja de sorprender a los colombianos, mientras se pierde la credibilidad de los que dijeron al comienzo que no habían utilizado emblemas internacionales y luego que era una operación estrictamente colombiana y sin participación extranjera.
El feliz resultado de la misión no puede dejar de lado la cantidad de irregularidades e ilegalidades que se cometieron en su ejecución.
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