domingo, septiembre 28, 2008

¿Un problema encapuchado?
Por Red Revuelta

Hace no mucho tiempo en un país muy lejano llamado Universidad Nacional de Colombia aparecieron unas amenazas del Bloque “Carlos Castaño” de las AUC contra los estudiantes “guerrillerosos” (signifique lo que signifique esto).


Sindicaba a los estudiantes de las huertas, a los de las ollas comunitarias, a los de los cine clubes, a los de los grupos de trabajo, a los del centro de investigación en biotecnología, a los agrónomos, a los de humanas, a los de derecho y ciencias políticas, a los economistas, a los matemáticos, a los perezosos, a los estudiosos, a los cariñosos, a los cristianos,

a los hare krishna, a los tao, a los punks, a los metaleros, a los candys, a los hippies, a los que van el domingo al estadio, a los que el Domingo duermen y a los que salen a la ciclovía, a los que les gustan los juegos de video y a los que les gusta bailar carranga, entre otros;

de ser potenciales, sino actuales colaboradores, simpatizantes, gustadores, medio simpatizantes, medio gustadores, oidores, leedores y de sonrisita fácil pero oculta con “la guerrilla” y el “comunismo disfrazado”.

Viendo la dramática situación anterior y los medios de comunicación, siendo como son, fiscales de los poderes públicos y críticos incansables de lo que está mal, decidieron en una valerosa acción conjunta, emprender una patriótica y desinteresada campaña para denunciar el grado de infiltración de “la guerrilla” en la Universidad Nacional.

Y así, por medio de una serie de arduas investigaciones que tuvieron su punto culminante en grabar por 5 minutos todos aquellos que entraban a la universidad; y a través de un profundo y exhaustivo trabajo periodístico de consulta a jefes de policía y concejales uribistas -en esas épocas muy ocupados sacando y votando “proyectitos” antes de ir a la cárcel-,

los medios concluyeron, gracias a su sabiduría salomónica y su conocimiento iluminador, que algo no andaba bien en las universidades públicas y mucho menos en la nacional.

Y aunque para muchos incrédulos suene raro, los medios tenían razón: Algo no anda bien en las Universidades Públicas y la Nacional no es la excepción.

Algo no anda bien este año, porque buena parte de los representantes estudiantiles ante los distintos órganos de la universidad nacional han sido amenazados de muerte -en repetidas ocasiones- sin que medida alguna se haya tomado;

varias oficinas estudiantiles han sido requisadas de una manera por lo menos ilegal por parte tanto de la policía como de la vigilancia privada sin que nadie haya dado la cara públicamente por eso;

y para colmo este año algunos estudiantes han sido objeto de agresiones e intentos de asesinato por parte de personas que se reconocen a si mismas como paramilitares, con el consecuente abandono del lugar y la gente con la que se estudia, pero tranquilos cuando se trata de estas cosas, los medios nada han dicho al respecto.

Y no anda bien que se reseñen como motines violentísimos a las manifestaciones pacíficas -como el caso de El Espectador refiriéndose al “pupitrazo” del 16 de Mayo como un acto de encapuchados y violentos que pudo ser controlado-,

no anda bien tampoco que siempre se de cuanta de la captura masiva e indiscriminada de estudiantes por mil y un cargos, pero no de las también masivas liberaciones por falta de pruebas -como en el caso de las protestas en la Universidad Pedagógica o la Univalle el primer semestre del año,

de decenas y decenas de estudiantes detenidos después de las protestas, salvajemente golpeados y luego liberados por ausencia total de pruebas e indicios serios de cualquier cosa- o no anda bien el extraño gusto que los medios han desarrollado por las acusaciones alegres,

carentes de los más mínimos principios de realidad, que le gusta hacer a los “informadores” sobre el movimiento estudiantil y las organizaciones que en el actúan -como la invención a finales del 2006 y durante todo el 2007 del “plan anarcos”,


que sería una supuesta plataforma para estudiantes guerrilleros, o la invención de un “bloque internacionalista y revolucionario” responsable de todos los disturbios, refriegas y manifestaciones de Bogotá- .

Y anda mal que los medios reseñen a los estudiantes como un fastidio o como un terrorista en potencia y anda mal que la rectoría y los burócratas de distinto pelambre se apresten a “facilitar” fotos, perfiles y horarios de sus estudiantes a la policía y anda re mal que el estudiar en las universidades públicas sea suficiente justificación para ser detenido y encarcelado.

Si, la situación de los Derechos Humanos en las Universidades Públicas anda mal. Pero no es lo que le preocupa a los medios.

¿Les preocupa entonces a los medios, que el presupuesto de este año asignado a las universidades es menor que lo que creció el índice de precios al consumidor?

¿Que desconociendo la sentencia de la Corte Suprema de Justicia sobre la inconstitucionalidad del famoso “articulito” 38 del Plan Nacional de Desarrollo del año pasado, el gobierno siga insistiendo en que las universidades de orden nacional concurran en el pasivo pensional?

¿Que la Universidad Nacional sede Bogotá tenga el 80% de su área construida en riesgo de venirse abajo, pero que el dinero se invierta en hacer andenes y que las losas de estos sean proveídas por la empresa de la familia del Vicerrector de Sede ?


¿Que de 65 mil estudiantes inscritos en esta universidad pasen 5 mil?

¿Que en una Universidad Pública haya cada vez más estudiantes de estrato 5 y 6 y menos de 0, 1 y 2 cuando en el país la tendencia es la contraria? ¿Que la deserción en esta universidad en los tres primeros semestres sea del 57%?

¿Que la Universidad Nacional solo tenga aspirantes inscritos del 41% de los municipios y admitidos regularmente de menos del 15%?

¿Que que nada mas 5 de cada 100 jóvenes tengan acceso a la educación superior en Colombia según el mismísimo Banco Mundial?

¿O quizás, que el gobierno con la reforma a la ley de transferencias vaya a recortarle 23 billones de pesos a la educación, que gracias la tasa de deserción en las escuelas colombianas, la mas alta de Sudamérica,


se haga ilusorio el crecimiento en cobertura o que la educación se haya convertido para el Ministerio de Educación en un “servicio” mas ofertado para mejorar el capital humano?

¿Les preocupa que el presidente tenga 2 delegados directos en el consejo superior universitario de la universidad nacional y un tercero indirecto que es el ministro de de educación -la ministra- y los estudiantes, que representan el 90% de la población universitaria nada mas 1?

¿Les preocupa que los rectores con cierta independencia estén amenazados por las águilas negras -como el de Univalle- y que los que no la tienen sean sindicados ellos mismos de amenazar estudiantes -como el de Córdoba- a?

¿Les preocupa el hacinamiento de 60 alumnos en un solo curso, atendidos todos por un solo profesor mal pagado? ¿El hambre en las aulas? ¿Qué las escuelas y jardines sean utilizados como escudos por el Ejercito?

No y no. A los medios no les interesan estas cosas que si para los universitarios son problemas para ellos son ventajas. Lo que les preocupa es que los estudiantes se encapuchen ¡Madre mía, el fantasma del comunismo ahora ya ni siquiera tiene rostro!

¿A qué universitario en su sano juicio se le ocurriría encapucharse en un país donde desde el año 2000 por lo menos han sido asesinados 30 estudiantes según consta en las denuncias presentadas a la defensoría del pueblo, y ninguno de estos asesinatos a sido investigado?

¿A qué universitario se le ocurre semejante barbaridad cuando a diario se entera del asesinato de sindicalistas, desplazados y campesinos, pero no ve por ningún lado, que esto sea noticia para los medios?

¿A qué ser racional se le puede siquiera pasar por la cabeza aquella monstruosidad estando en un país que ha logrado incorporar la militarización, los controles policiales, la delación y el terror a su vida diaria?

¿Cómo se le ocurre a alguien semejante vandalismo, en un país en donde las empresas de seguridad son controladas por paramilitares, la policía no se hace responsable de las torturas que comete, los antimotines arrojan a los niños pequeños a los ríos -como en el Cauca-


y le parten la columna a mujeres embarazadas -como en los desalojos del cartucho- y los militares matan a por lo menos a dos personas a la semana en ejecuciones extrajudiciales? Definitivamente a nadie que razone como razonan los medios.

Pero para los que no razonan como lo hacen ellos, la situación está mal. Los problemas más acuciantes del país son encapuchados por los medios. Y así en medio de la impunidad y la pobreza los medios se tapan.

¿Qué mejor para encubrir su propia estrategia que señalar como enemigo público a los críticos que no aceptan su encapuchamiento de los problemas? ¿Qué mejor chivo expiatorio que los estudiantes? Hay que des-encapuchar a los medios.


El derecho democrático de organizarse, decidir y luchar se conquista organizándose, decidiendo y luchando.

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