‘Paras’ cometen dos masacres y desaparecen a defensor de derechos humanos
El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado denunció que durante las últimas dos semanas se registraron dos masacres y la desaparición de un abogado adscrito a la organización de derechos humanos Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Corpades, de Medellín, Antioquia por la acción paramilitar.
Masacre en Nariño
El pasado 31 de diciembre de 2007, hombres armados y con lista en mano, incursionaron en una vivienda ubicada en la zona rural del municipio de Leiva, en el corregimiento de El Palmar al norte del departamento de Nariño, asesinando a cuatro adultos y un menor. Según las autoridades, se trataba de líderes comunitarios. El ex gobernador de Nariño, Eduardo Zúñiga, atribuyó la masacre a paramilitares que no se han desmovilizado en el sur del país y llamó a una reunión con carácter urgente para evaluar la situación de orden público.
Este nuevo acto criminal demuestra que las agrupaciones paramilitares continúan operando en el territorio nacional, que los líderes sociales no cuentan con las debidas garantías para el libre ejercicio de sus funciones, tal como lo consagra la Constitución colombiana, y que son falsas las afirmaciones del actual gobierno sobre el desmantelamiento de estos grupos narcoparamilitares.
Desaparece abogado en Medellín
El mismo 31 de diciembre, el abogado Víctor Hugo Gallego de la organización CORPADES de Medellín fue desaparecido. La noticia solo se conoció esta semana. El abogado Gallego había formulado denuncias sobre la actuación paramilitar en Medellín a pesar de la llamada desmovilización. CORPADES ha sido objeto de toda clase de amenazas y agresiones, sin que las autoridades hayan intervenido brindando protección o investigando los hechos de modo exhaustivo. El 23 de abril de 2007, Judy Astrid Vergara Correa, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio El Pesebre, miembro del Polo Democrático Alternativo y destacada líder comunitaria de Corpades.
Masacre en Santa Marta
El pasado 11 de enero, mientras se realizaba una fiesta familiar en el barrio popular “Once de noviembre”, a las 9 de la noche varios hombres armados llegaron disparando y asesinaron a cinco personas y dejaron a tres más heridas. Tal como sucedió en el municipio de Leiva, Nariño hace menos de dos semanas, las víctimas eran líderes comunitarios.
En este sector donde habitan varios desmovilizados, ya se había presentado un incidente similar, cuando el pasado 29 de julio de 2007, en el barrio Santa Clara, armados llegaron a la taberna ‘La polla’ y dispararon causándoles la muerte a cinco personas.
Es evidente que estos crímenes obedecen a razones políticas, y que no pueden ser tratados como hechos aislados, sino por el contrario, reclaman de la acción de las autoridades competentes y un compromiso serio por parte del gobierno nacional.
El Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado considera que estos hechos demuestran en forma clara que no es cierto que el paramilitarismo y sus estructuras hayan desaparecido, como lo ha afirmado reiteradamente el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez. El Movimiento de Víctimas exige al gobierno colombiano y a las autoridades competentes:
El desmantelamiento definitivo de los grupos paramilitares que operan en todo el territorio nacional y que con la complicidad de las fuerzas estatales continúan masacrando a la población civil.
La inmediata investigación de estos hechos que conduzca sin demoras a la captura de los responsables. La veeduría internacional de organismos independientes en las regiones de mayor riesgo, para que se documente y denuncie la continuidad del accionar paramilitar contra fuerzas de oposición, defensores de derechos humanos y organizaciones sociales y sindicales en Colombia.