lunes, enero 14, 2008

El siguiente caso es uno más que padecen miles de compatriotas a lo largo y ancho de la geografia nacional víctimas de la política de "Seguridad Democrática" del presidente Uribe. Documento sin editar.

Santa fe de Bogotá, 20 de Diciembre de 2007


Doctor
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Presidente de Colombia.
Ciudad.-


Ref. Solicitud de ayuda


Señor Presidente:
Mi nombre es Carlos Alfonso Figueroa Parra cédula de ciudadanía # 19’080.114 de Bogotá. Soy Médico Cirujano de la Universidad Nacional de Colombia con R. M. # 5463, me acerco a los 60 años de edad y en la actualidad estoy presentando un cáncer del tipo Adenocarcinoma de pròstata.

Ya sé que esto no es importante porque no soy miembro de la farándula, del deporte, ni me destaco en ninguna actividad. Soy apenas un hombre del común. Como diría el escritor José Ingenieros: soy un hombre mediocre.

Pero entonces, ¿Por qué le escribo? Le escribo porque en este momento tengo una situación peor que mi cancer, que también es real y solo Usted puede ayudarme a resolver: Tanto mi familia como yo, estamos siendo víctimas de una persecución desalmada e injusta, que se puede sintetizar en los siguientes puntos:

1. El 4 de Junio del año 2.000, fue secuestrado mi hijo Carlos Alfonso Figueroa Cañón, por miembros activos de la Policía Nacional, que le exigían la suma de $200’000.000 (Doscientos millones de pesos), a cambio de su libertad y de respetar la vida de sus hermanas y la mía.

Todo esto se puede verificar en las diligencias correspondientes al Proceso 281-7 adelantado en el Juzgado 7º. Penal del Circuito Especializado de Bogotá D. C. en donde, a pesar de todas las irregularidades que se pueden ver en el mencionado proceso; gracias a la lucha adelantada por los Abogados, terminó el calvario con la condena de algunos de los Policías implicados directamente.

Según el decir de ellos mismos, quedaron sin investigarse varios oficiales y suboficiales, compañeros y superiores suyos, quienes querían disculpar su delito con la falacia de que nuestra familia es una familia de guerrilleros.

2. Debido a las amenazas continuadas, mi hijo tuvo que exiliarse en los Estados Unidos de Norteamérica, abandonando sus estudios, sus amigos y sobre todo, destrozándose el núcleo familiar.

3. En el año 2003, individuos de apariencia sospechosa empezaron a hacernos visitas intimidantes a la finca “Las Monjitas” de nuestra propiedad, ubicada en el municipio de Firavitoba; visitas en las que preguntaban por mí, por el sitio donde me hallaba y por mis ocupaciones.

Tanto los trabajadores como los vecinos de la finca, al ser interrogados, trataban de establecer la identidad de los sospechosos preguntándoles quiénes eran, la razón de las preguntas y a donde debíamos ir tan pronto como regresáramos a la finca, pero esos señores no contestaban ninguna de las preguntas hechas por la gente, por lo cual pensamos que estaban tratando de secuestrarnos o que nos iban a extorsionar.

Los amigos nuestros me contaron además que las placas de los carros en que viajaban los sospechosos estaban cubiertas. Posteriormente empezaron a hacer llamadas amenazantes tanto al Consultorio Médico en el que laboraba, como a las oficinas, diciéndole a mi secretaria que “ella era también una alcahueta, guerrillera y que íbamos a aparecer en una alcantarilla con la jeta llena de moscas”.

Por esta razón, puse la denuncia por Amenazas y Extorsión que correspondió a la Fiscalía 247, en donde abrieron el Proceso #715104, adelantando diligencias diferentes entre las cuales quiero resaltar el hecho de que se ofició a todas las autoridades, para averiguar si existía algún proceso legal en mi contra, lo cual, en un comienzo fue respondido negativamente.

4. Un tiempo después de colocar la Denuncia por Amenazas y Extorsión, apareció una orden de captura que había sido expedida en mi contra por la Fiscalía 6ª. Especializada de la Unidad antiextorsión y Secuestro, en el Proceso 62080, en el cual, un mitómano afirmaba que yo pertenecía a las FARC. Por supuesto que inmediatamente hicimos presencia jurídica en este proceso, en el cual, como cabía esperarse, fui sobreseído.

5. El Apartamento de la carrera 37 No. 27A-13 de la ciudad de Bogotá, en donde habitamos desde hace 30 años, fue allanado y en el allanamiento hurtaron una suma cercana a los $3’000.000 (tres millones de pesos), representados en dinero efectivo y joyas que pertenecían a mi hija Tamara Natalia Figueroa Cañón, dinero que necesitaba para

pagar su matrícula Universitaria, por lo cual tuvo que cancelar sus estudios y cambiar de carrera. Por el hurto colocó la denuncia correspondiente, en la Estación ó Unidad Teusaquillo E 13, el día 26 de Marzo de 2004, correspondiéndole el No. 656(¿?), denuncia remitida a la Fiscalía Local, sin que se lograra la devolución del dinero y menos la investigación y sanción de alguno de los elementos que participaron en el allanamiento. (¿Quién iba a dudar de los representantes de la Autoridad?)

6. Mi hijo Carlos Alfonso Figueroa Cañón, fue detenido El 15 de enero del año 2004 por agentes de la Policía, al mando de un capitán Diego Hernán Rosero Giraldo quienes lo llevaron a instalaciones en las que le preguntaban por mí y por mi paradero, en una forma ilegal, ignorando además el derecho de los hijos a no declarar en procesos contra sus padres.

Este hijo ha sido la mayor víctima de la injusticia, de tal manera que lo último que han hecho es prepararle un “montaje” en el cual lo sindican de pertenecer a las FARC, acusándolo de los delitos de asociación para delinquir, terrorismo y rebelión.

Pero este montaje es tan burdo y la sindicación presenta tal arbitrariedad que, El señor Fiscal (permítame resaltar que este es el encargado de investigar y acusar), llega a la conclusión de que no hay pruebas de los delitos de terrorismo y asociación para delinquir. Por la anterior razón, el Fiscal solicita al Juez que no contemple la sindicación por estos delitos, pero ¡el Sr. Juez se niega a aceptar la sugerencia del investigador y acusador!!.

Además, inicialmente sindicaban a Carlos Alfonso Figueroa C. de pertenecer a una tal Ruan según lo encontrado en el computador del señor Carlos Antonio Losada; pero la verdad es que mi hijo no pertenece a la tal Ruan, ni aparecía en el tal computador del señor Carlos Antonio Losada (¿quién puede estar exento de aparecer en un computador, con o en contra de su voluntad?),

pero bueno, al no aparecer en ese computador, ahora han inventado que apareció en otro computador…, en un tal computador de “Ataco”…¿o será de Atraco?..., pero a todas estas y en estos niveles, este hijo que esta haciendo sus estudios para ser Piloto de Aviones desde el año 2000, ha tenido que interrumpir sus prácticas, suspender sus estudios y perder 7 años de su vida en razón de las injusticias y maltratos contra él cometidos.

7. Al ser sobreseído en la Fiscalía 6ª. Especializada Antiextorsión y Secuestro, solicitamos que se cancelara la Orden de captura que en mi contra pesaba y allí dieron la orden correspondiente; pero… ¡Oh sorpresa! Apareció una nueva orden de captura emanada del Juzgado 2º. Penal del Circuito de la ciudad de Sogamoso, en donde según Proceso # 64.304 había

sido sindicado, Juzgado y condenado por el delito de rebelión, sin haber sido notificado, a pesar de tener la finca mencionada y ser conocido en la región.

Con el agravante de que esta condena había sido confirmada en 2ª. Instancia por el Tribunal de Santa Rosa de Viterbo, sin que yo hubiera tenido la mínima oportunidad de rebatir pruebas (lo único que hay es un nuevo testimonio falso, como el del proceso 62080).

Me pusieron “defensores de oficio” que no presentaron ningún alegato, es decir: no tuve ninguna defensa técnica, ni mucho menos idónea, porque no supimos de este proceso. De haber sabido, nos habríamos hecho presentes como lo hicimos en el proceso 62080, en donde demostramos la mentira de los testigos mitómanos y nuestra inocencia, porque allí también se nos sindicó del mismo delito.

Además, ¿Por qué no fuimos notificados de la existencia de este proces o, a pesar de haber oficiado por lo menos en dos ocasiones a las Autoridades? ¿no es este un proceso oculto y amañado?


8. En estas condiciones yo no puedo presentarme ante la Autoridad y por eso estoy huyendo de la injusticia, porque fui condenado a 6 años de prisión, por el Juzgado 2º Penal de la ciudad de Sogamoso, por el delito de rebelión, pues falsamente me acusaron de pertenecer a las Farc.
9.
Si esto fuera cierto, si yo perteneciera a las FARC, seguramente estaría siendo atendido desde el punto de vista Médico por ellos, aquí o en otro país, como al parecer sucedió con alguno de sus integrantes, según informaciones periodísticas. O de otra forma, si yo perteneciera a cualquier agrupación insurgente, me acogería a la Ley de Justicia y Paz.

Pero como no es cierta mi supuesta pertenencia a ningún grupo subversivo armado ni desarmado, no puedo ser atendido médicamente, ni puedo acogerme a la Ley de Justicia y Paz porque estoy seguro que los dirigentes guerrilleros pasarían a desmentir mi pertenencia a sus organizaciones.



Usted, Señor Presidente, habla con mucha frecuencia de la democracia y de la justicia, por esta razón le escribo para solicitarle se digne ordenar a quien corresponda:

1. Que se tomen las medidas conducentes a lograr que se me respete el dercho a la defensa jurídica y téctnica, con el fin de demostrar la falsedad de las acusaciones que me hicieron y así lograr la normalización de nuestra vida familiar.

2. Que mientras tanto, para darme la oportunidad de recibir tratamiento médico, se me suspenda la pena en razón de la enfermedad que presento y de mi edad.

3. Que se investigue la persecución y las violaciones de los Derechos Fundamentales que se han ejecutado en contra de mi familia

Como entiendo que es muy puntual mi escrito, adjunto fotocopia de los procesos anotados.

Por último, ruego a usted señor Presidente ordenar la respuesta que considere a la Carrera 37 # 27 A – 13 Apto. 201 de la ciudad de Bogotá a mi nombre, aclarando que esta dirección corresponde al sitio de habitación de mis hijos, porque como lo expresé anteriormente, yo me encuentro huyendo de la injusticia.


Atentamente,


Carlos Alfonso Figueroa Parra
C. C. # 19’080.114 de BogotáE-

Mail cafpa48@hotmail.com

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