domingo, enero 19, 2014

Terrorismo de Estado
A juicio presuntos terroristas del Ejército por desaparición forzada y asesinatos a sangre fría
Por Camilo Raigozo. Notimundo

La Fiscalía informó que miembros del CTI capturaron a los presuntos criminales Saúl Humberto Valderrama Pedraza, coronel activo del Ejército Nacional y  Luis Olmer Narváez Medina, sargento activo de esa desprestigiada institución.

Los bandidos del régimen fueron capturados con  medida de aseguramiento y resolución de acusación que un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario profirió en su contra.

El ente investigador halló que los malhechores al servicio de la oligarquía serían coautores de los delitos de desaparición forzada agravada y el homicidio en persona protegida de Mely Johanna Durango Trujillo, de 17 años de edad.

Según la investigación el 3 de marzo de 2006 en la vereda Calzón Rojo, sector de La Resbalosa, San José de Apartadó, en límites con Córdoba, terroristas del Ejército Nacional retuvieron a la menor Durango Trujillo.

El día siguiente el Defensor Comunitario de San José de Apartadó denunció la desaparición de la menor y se inició su búsqueda. Los comandos de las Brigadas17 y 11 sostuvieron que en esa fecha no se había registrado presencia de personal militar en esa zona, ni retención de personas, ni ningún tipo de enfrentamientos.

Sin embargo al avanzar las investigaciones se encontraron reportes de un enfrentamiento entre tropas de infantería 33 Junín con miembros del frente 58 de las FARC, en los cuales murió un NN de sexo masculino el 4 de marzo y otro informe del 7 de marzo de 2006 en el que se reportó la baja de un NN femenino en el sector de la quebrada El Novillo de Tierra Alta, Córdoba, quién fue reconocida como Mely Johanna Durango Trujillo.

La víctima apareció con un uniforme militar que fue reportado como robado, pero que en desarrollo de la investigación se determinó que un sargento al momento de su traslado lo había regalado a uno de los soldados de la compañía.

El proceso investigativo concluyó que el coronel Saúl Humberto Valderrama Pedraza, capitán del Ejército para la época de los hechos; el sargento primero Luis Olmer Narváez Medina, que en 2006 se desempeñaba como cabo primero y el entonces subteniente Jhon Ricardo León Reyes, tuvieron participación en los operativos que terminaron con la desaparición y muerte de la menor de edad.

La justicia penal militar, la cual es sinónimo de impunidad, el 5 de abril de 2006 por decisión del Juzgado 29 de Instrucción Penal Militar se había abstenido de decretar medida de aseguramiento contra los peligrosos bandidos de su misma organización.

Cabe recordar que el 21 de febrero de 2005 en una operación conjunta de militares y paramilitares contra la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, cometieron una masacre en la que cegaron la vida de tres niños y cinco adultos.

En esa ocasión, como en tantas otras, el Ministerio de Defensa, altos mandos castrenses, el expresidente Uribe y los principales medios de comunicación,  entre otros, pretendieron hacerle creer al país y al mundo que los autores de la demencial acción terrorista habían sido las FARC EP.



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