Terrorismo de
Estado
A juicio presuntos
terroristas del Ejército por desaparición forzada y asesinatos a sangre fría
Por Camilo
Raigozo. Notimundo
La Fiscalía
informó que miembros del CTI capturaron a los presuntos criminales Saúl
Humberto Valderrama Pedraza, coronel activo del Ejército Nacional y Luis Olmer Narváez Medina, sargento activo de
esa desprestigiada institución.
Los bandidos del
régimen fueron capturados con medida de
aseguramiento y resolución de acusación que un fiscal de la Unidad Nacional
de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario profirió en su contra.
El ente
investigador halló que los malhechores al servicio de la oligarquía serían coautores
de los delitos de desaparición forzada agravada y el homicidio en persona
protegida de Mely Johanna Durango Trujillo, de 17 años de edad.
Según la
investigación el 3 de marzo de 2006 en la vereda Calzón Rojo, sector de La
Resbalosa, San José de Apartadó, en límites con Córdoba, terroristas del
Ejército Nacional retuvieron a la menor Durango Trujillo.
El día siguiente
el Defensor Comunitario de San José de Apartadó denunció la desaparición de la
menor y se inició su búsqueda. Los comandos de las Brigadas17 y 11 sostuvieron que en esa fecha no se había registrado presencia de personal
militar en esa zona, ni retención de personas, ni ningún tipo de enfrentamientos.
Sin embargo al avanzar las
investigaciones se encontraron reportes de un enfrentamiento entre tropas de
infantería 33 Junín con miembros del frente 58 de las FARC, en los cuales
murió un NN de sexo masculino el 4 de marzo y otro informe del 7 de marzo de
2006 en el que se reportó la baja de un NN femenino en el sector de la quebrada
El Novillo de Tierra Alta, Córdoba, quién fue reconocida como Mely Johanna Durango Trujillo.
La víctima
apareció con un uniforme militar que fue reportado como robado, pero que en
desarrollo de la investigación se determinó que un sargento al momento de su
traslado lo había regalado a uno de los soldados de la compañía.
El proceso
investigativo concluyó que el coronel Saúl Humberto Valderrama Pedraza, capitán
del Ejército para la época de los hechos; el sargento primero Luis Olmer
Narváez Medina, que en 2006 se desempeñaba como cabo primero y el entonces
subteniente Jhon Ricardo León Reyes, tuvieron participación en los operativos
que terminaron con la desaparición y muerte de la menor de edad.
La justicia
penal militar, la cual es sinónimo de impunidad, el 5 de abril de 2006 por
decisión del Juzgado 29 de Instrucción Penal Militar se había abstenido de
decretar medida de aseguramiento contra los peligrosos bandidos de su misma
organización.
Cabe recordar
que el 21 de febrero de 2005 en una operación conjunta de militares y paramilitares
contra la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, cometieron una masacre en
la que cegaron la vida de tres niños y cinco adultos.
En esa ocasión,
como en tantas otras, el Ministerio de Defensa, altos mandos castrenses, el expresidente
Uribe y los principales medios de comunicación,
entre otros, pretendieron hacerle creer al país y al mundo que los
autores de la demencial acción terrorista habían sido las FARC EP.