Denuncian graves acciones criminales del Ejército contra
campesinos
Por Camilo Raigozo. Notimundo
Secuestros, retenciones arbitrarias, señalamientos,
allanamientos ilegales, torturas, amenazas
y paramilitarismo, entre otros actos terroristas del Ejército contra el
campesinado de la rivera de los ríos
Mejicano y Gualajo, fueron denunciados por la Red de Derechos Humanos Francisco
Isaías Cifuentes.
A las 11 de la mañana del 3 de diciembre pasado, en la vereda
Santa Rosa, sobre la rivera del rio Mejicano, cuando el campesino Elin Eladio Marquinez
Montaño se encontraba trabajando en su finca cultivando cacao y plátano, fue retenido
arbitrariamente por militares pertenecientes al Batallón de selva 53 del
Ejército.
Los uniformados secuestraron al labriego y lo condujeron
hasta un campamento militar, donde lo interrogaron de forma ilegal preguntándole
por la ubicación de los jefes de la guerrilla. Así mismo lo acusaron de ser
colaborador de las FARC EP.
Dos días después, 5
de diciembre, familiares de Marquinez
Montaño les solicitaron a las autoridades militares de Tumaco información sobre
el paradero del campesino, pero la respuesta fue que no sabían nada de él.
A las 11 de la mañana y por la presión ejercida por una
comisión de la que hacían parte dirigentes y habitantes de la vereda Santa Rosa y de
veredas vecinas pertenecientes al Consejo Comunitario de Rio Mejicano, los
militare no tuvieron más remedio que dejar en libertad a Elin Eladio Marquinez
Montaño.
Esa misma tarde cuando el dirigente campesino Segundo
Elver Ordoñez Yepes, presidente de la Asociación de Consejos Comunitarios de
los ríos de la Ensenada de Tumaco, se encontraba en el supermercado “La verraquera”,
fue detenido arbitrariamente por
miembros del Gaula y conducido a la URI por el lapso de una hora bajo la
acusación de ser colaborador de la guerrilla.
Mientras tanto en la vereda Retorno, rivera del Rio
Mejicano, cerca de las 9 de la mañana, cuando los campesinos Yasmin Ledezma y
Santos Fausto Castillo, se dirigían a trabajar en sus fincas fueron detenidos
arbitrariamente por militares.
Estos obligaron a los campesinos a tirarse al piso boca
abajo y a quitarse las ropas. Luego les vendaron los ojos.
Los militares les preguntaron por la ubicación de
comandantes guerrilleros y los acusaron de ser integrantes de las FARC-EP.
Cuando los labriegos les reclamaron a los uniformados,
quienes ocultaron sus distintivos e identidades, por sus acciones ilegales
contra los pobladores estos les contestaron que ellos no eran militares sino
paramilitares.
Los agentes represores del régimen maltrataron física y
verbalmente a los labriegos, les pusieron los cañones de los fusiles en la boca
y en la cien amenazando con matarlos. Finalmente los dejaron libres no sin
antes advertirles de lo que les podía pasar si denunciaban los hechos.
A las 9 de la mañana del 11 de diciembre de 2013, en la vereda
el Retorno, unidades del ejército nacional retuvieron arbitrariamente al
campesino Emerson David Preciado y lo señalaron sin fundamento de ser colaborador
de la guerrilla.
Los militares condujeron a Preciado hasta el campamento
militar que han ubicado en la zona y lo dejaron libre a las 6:30 de la tarde.
El 12 de diciembre de 2013, el ejército realizó
allanamientos ilegales a las viviendas de los habitantes de la vereda El Retorno
y retuvieron arbitrariamente a los campesinos Diego Jair Solís Benavides y
Junior Quiñonees Solís.
Los militares los acusaron de ser los responsables del
material de guerra y propaganda supuestamente encontrados en una casa
abandonada de la vereda. Posteriormente los campesinos fueron conducidos a la
URI para realizar su judicialización.