Cumbre Nacional Agraria, Campesina y Popular
La alianza que propone Santos entre empresarios y
campesinos es algo así como un acuerdo entre tiburones y sardinas
Por Camilo Raigozo
Así lo afirmó la senadora Gloria Inés Ramírez en el marco
de la Cumbre Nacional Agraria, Campesina y Popular, que se realizó con éxito
ayer en la concha acústica de la Universidad Nacional en Bogotá, a la que
asistieron más de tres mil delegados campesinos de 17 departamentos.
La senadora reafirmó su solidaridad con las luchas
campesinas y rechazó vehementemente la brutalidad represiva del régimen por
intermedio de los escuadrones Esmad. Exigió que los asesinatos y demás
violaciones a los derechos humanos por la Policía contra los manifestantes del
paro no queden en la impunidad.
Ramírez criticó la propuesta del presidente Santos del Pacto
Nacional Agropecuario, porque presenta “serios inconvenientes en el Plan
Nacional de Desarrollo 2010 – 2014, que contempla la ejecución de grandes
proyectos agroindustriales y minero- energéticos, que lo que pretenden es
incorporar las tierras y la mano de obra de los pequeños productores a esos
proyectos, de manera que la alternativa para el campesinado sería convertirse
en mano de obra barata para los empresarios”.
En tales condiciones –dijo- la alianza que insistentemente ha propuesto el
presidente Santos, entre los empresarios y los campesinos es algo así como un
acuerdo entre los tiburones y las sardinas.
Agregó que los TLC son otro obstáculo de considerables
dimensiones porque “han puesto a
competir a nuestros desamparados campesinos con los poderosos productores de
países desarrollados que reciben altos subsidios y otras ayudas del Estado”.
Se preguntó la congresista de izquierda que si los TLC han
traído esos enormes problemas para el agro colombiano cuando apenas se están
empezando a aplicar, ¿Cómo será cuando entren en plena vigencia? “Los efectos
con el sector agropecuario serán desoladores”. Así mismo advirtió que el
Gobierno debe revisar los TLC para evitar una hecatombe como la que se avisora.
Basada en cifras de estudiosos del agro, Ramírez explicó
que es la agricultura campesina la que produce la mayoría de los alimentos que
consumimos los colombianos y no los grandes empresarios.
“En un país en donde, según la FAO, hay 5 millones de
personas que padecen desnutrición crónica, resulta inadmisible que teniendo
tantas potencialidades para producir alimentos, hoy se importen cerca de 10
millones de toneladas, mientras nuestros campesinos naufragan en la pobreza, la
miseria y el abandono”, aseveró.
Ramírez expresó igualmente que para viabilizar un pacto
agrario, se deberá terminar con la extranjerización
de las tierras y las concesiones mineras en páramos, que ponen en grave riesgo
las fuentes de agua para millones de colombianos.
Igualmente cesar las fumigaciones y en cambio implementar
programas de sustitución de cultivos ilícitos; poner fin a la destrucción de
los bosques por parte de las compañías madereras; reconocer de manera urgente las
zonas de reserva campesina;-
abolir los planes militares de consolidación que son para expulsar a campesinos, indígenas
y afrodescendientes, para despejarle el campo a los megaproyectos
agroindustriales y minero-energéticos. Fotos tomadas de Internet.