miércoles, mayo 01, 2013


Terrorismo de Estado
La Policía siembra terror en Popayán, Cauca
Por: Camilo Raigozo. Con información de Reddhfic*

El martes 16 de abril de 2013, a la hacienda La Julia, vereda Calibío, en horas de la noche llegaron 5 sujetos de civil y armados,  quienes amenazaron a María Elena Orozco, diciéndole que tenía que abandonar la hacienda. Ella se negó aduciendo que no le habían pagado el tiempo de trabajo al que tenía derecho.

Los sujetos se quedaron en el lugar, por lo que María Elena Orozco le informó a la Policía sobre las amenazas. Cuando los  policías llegaron al lugar, requisaron a los agresores y los dejaron en libertad por tener documentos de porte legal de las armas.

Los cinco sujetos se cubrieron el rostro con capuchas y permanecieron en el predio con el consentimiento de la Policía.

El lunes 22 de abril de 2013, integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios Esmad de la Policía, acompañados de civiles armados, ingresaron al predio habitado por María Elena Orozco y sin mediar palabra ni presentar orden legal de desalojo procedieron a arrancar un cuarto de hectárea de frijol, un cuarto de hectárea de maíz, mil árboles de café, 1.200 matas de plátano, tumbaron tres ranchos, se robaron 15 palines, 12 machetes, y se llevaron 2 bicicletas.

Los Esmad de la Policía dispararon gases lacrimógenos y balas de goma en contra de personas que se encontraban en la vía pública que conduce de la vía Panamericana hasta la vereda Calibío hiriendo a las campesinas Mónica Martínez y Yaneth Velasco. Igualmente afectaron a la comunidad del sector.

Los uniformados agredieron con palabras soeces a un grupo de mujeres que pasaba por el lugar. Igualmente amenazaron y dispararon aterrorizando y sembrando pánico en los pobladores y transeúntes.

El miércoles 24 de abril de 2013 a las 11 de la mañana, nuevamente los agentes represores del Esmad ingresaron al predio y en el momento en que los campesinos Donasis Rendón Ocampo y Carlos Velasco transitaban por el lugar fueron detenidos arbitrariamente.

A Rendón se lo llevaron para la hacienda La Julia y a Velasco lo golpearon lo maltrataron verbalmente y le rompieron la ropa, hasta que varios campesinos se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo.

El subintendente Oscar Murcia amenazó con el fusil a dos personas y disparó al pie de otras  quince que solicitaban que a Carlos Velasco le respetaran los derechos y se lo trataran dignamente.

Cerca de la una de la tarde los policías ocuparon arbitrariamente y sin orden judicial  la casa de  Astrid Bonilla y la iglesia evangélica.

Los policías agredieron verbalmente a las personas que se encontraban en el sector y los amenazaron con los fusiles. Uno de ellos grabó con un celular la iglesia evangélica según ellos porque este era el sito de concentración de la comunidad para ir a hacer daños.

Adiela Anacona se dispuso a grabar los abusos de la Policía pero un agente le arrebató el celular y la agredió de tal manera su hermano, Samir Anacona, tuvo que intervenir pidiendo auxilio.

Los policías agarraron a Samir Anacona, lo llevaron hacia la carretera y lo golpearon en repetidas ocasiones. Luego lo esposaron y siguieron golpeándolo con un bolillo en la cabeza.

Cuando Adiela intercedió por su hermano un policía la tiró al piso sobre una cuneta y la pateó en las piernas de tal manera que la mujer no se pudo levantar por si misma siendo remitida a un centro médico en Popayán.

*Red de Derechos Humanos del Suroccidente Francisco Isaías Cifuentes


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