Denuncian tratos crueles e inhumanos en la cárcel El
Pedregal de Medellín
Por: Notimundo
Por: Notimundo
La Fundación Comité de Solidaridad con los Presos
Políticos denunció que el pasado 22 de enero se presentó un altercado entre
algunos reclusos del patio B del pabellón de hombres, al parecer por disputas
de control y poder al interior del patio, resultando afectados varios presos políticos
y sociales que manifiestan no tener ninguna relación con el enfrentamiento.
Ante esos hechos, la guardia procedió a activar seis
dispositivos lacrimógenos al interior del patio, lo que disolvió la trifulca.
El operativo fue realizado por el Grupo de Reacción
Inmediata, GRI, del Inpec, en cabeza del comandante de vigilancia, capitán
Oscar Leonardo Cárdenas Cárdenas, quien
de manera indiscriminada, hicieron uso de sus armas –“no letales”- en contra de
los presos, produciendo golpes y arrinconándolos en la cancha del patio,
en donde la densidad de los gases ahogaba a los reclusos,
al punto de que Nelson de Jesús Saldarriaga sufrió de un paro
cardiorespiratorio, ante lo que los demás presos tuvieron que auxiliarlo.
El Inpec no solo prestó oídos sordos a la situación, sino
que activó dos granadas más y propinó golpiza a algunas de las personas que
estaban ayudando a Saldarriaga, entre
ellos el preso político Jhon Jairo Quiceno Carmona, quien recibió un golpe en la
mano derecha, y el preso Gerson Eluid Bermúdez, quien recibió una patada en los
genitales. El agresor en los dos casos
fue identificado por los presos como Henry Aguilera.
Bermúdez está orinando sangre y Quiceno Carmona le
fue diagnosticada una fractura por dos
médicos del penal, que ordenaron una radiografía para el preso político, sin
que a la fecha se le haya practicado.
Las dos víctimas no han recibido atención médica idónea y
oportuna, sufriendo el uno fuertes dolores en la mano y el otro mantiene el
sangrado como síntoma producto de la lesión en sus testículos, al punto de que
Jhon Jairo Quiceno Carmona anuncia la necesidad de próximamente iniciar una
huelga de hambre, pues el intenso dolor es muy fuerte.
Las mujeres están peor
El día 4 de febrero, en el patio 3 de la Reclusión, se
presentó un incidente entre la presa social que sus compañeras de reclusión
identifican como Paola, quien tenía algunas prendas de uso personal extendidas
en su celda para que se secaran, ante lo que algunas mujeres del Inpec
procedieron a intentar decomisar la ropa, a lo que la detenida se opuso,
recibiendo por eso una golpiza.
Por esa razón las demás reclusas manifestaron de manera
pacífica su protesta por el mal trato que estaba recibiendo Paola, a lo que los
miembros del Inpec respondieron con un operativo de requisa generalizada o
“volante”, dirigida presuntamente por la cabo Fanny y el Teniente Piedrahita,
al mando de algunos hombres del Inpec.
Posteriormente las mujeres fueron encerradas en sus celdas
desde la 1 de la tarde del día 4, hasta las 9 de la mañana del día 6 de
febrero, no permitiéndoseles redimir sus penas mediante trabajo o estudio, ni
desarrollar ningún tipo de actividad por fuera de las celdas.
Paola fue aislada en las celdas de la “Unidad de
Tratamiento Especial” –UTE- hasta el día 7 de febrero, en que se le permitió
regresar a su celda en el patio.
El 8 de febrero se presentó un nuevo altercado de algunas
presas y personal de guardia, ante lo que, nuevamente la respuesta fue el
encierro generalizado de las reclusas en sus celdas, permaneciendo así hasta el
día 11 de febrero en la mañana, impidiéndoles incluso la jornada de visita
familiar al que tienen derecho los sábados y domingos, imponiéndoseles una
sanción disciplinaria sin que mediara ningún proceso ni hubiese lugar al
derecho a la defensa.
Además les quitaron el televisor y la greca de café
asignadas al patio, sumando esto 5 castigos materializados en la ausencia de
estos dos elementos, el impedimento de la visita familiar, el encierro y la
imposibilidad de redimir pena durante su permanencia en las celdas.
Cuando dos mujeres se besaron al interior de una celda, el
Inpec respondió, de manera homofóbica y desconociéndo el derecho fundamental al
libre desarrollo de la personalidad.
Arrinconaron a más de 200 mujeres en un solo patio, únicamente
con 6 baños, 4 teléfonos, teniendo que comer en el suelo y lavar el menaje en
las duchas.
En el mismo patio, la presa política Luz Enith Días
González fue agredida por la dragoneante del Inpec, identificada como Darly Luz
Carrillo, quien la golpeó propinándole algunos puños en su cuerpo, porque la
detenida quiso llevar la comida a la reclusa Tania Molina Hernández.
Además denuncian que la misma dragoneante Carrillo
durante las noches prende un radio a todo volumen, afectando el sueño de las
reclusas.