jueves, febrero 21, 2013

Terrorismo de Estado
Denuncian tratos crueles e inhumanos en la cárcel El Pedregal de Medellín
Por: Notimundo

La Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos denunció que el pasado 22 de enero se presentó un altercado entre algunos reclusos del patio B del pabellón de hombres, al parecer por disputas de control y poder al interior del patio, resultando afectados varios presos políticos y sociales que manifiestan no tener ninguna relación con el enfrentamiento.

Ante esos hechos, la guardia procedió a activar seis dispositivos lacrimógenos al interior del patio, lo que disolvió la trifulca.

El operativo fue realizado por el Grupo de Reacción Inmediata, GRI, del Inpec, en cabeza del comandante de vigilancia, capitán Oscar Leonardo Cárdenas Cárdenas,  quien de manera indiscriminada, hicieron uso de sus armas –“no letales”- en contra de los presos, produciendo golpes y arrinconándolos en la cancha del patio,

en donde la densidad de los gases ahogaba a los reclusos, al punto de que Nelson de Jesús Saldarriaga sufrió de un paro cardiorespiratorio, ante lo que los demás presos tuvieron que auxiliarlo.

El Inpec no solo prestó oídos sordos a la situación, sino que activó dos granadas más y propinó golpiza a algunas de las personas que estaban ayudando a  Saldarriaga, entre ellos el preso político Jhon Jairo Quiceno Carmona, quien recibió un golpe en la mano derecha, y el preso Gerson Eluid Bermúdez, quien recibió una patada en los genitales. El agresor en los dos casos  fue identificado por los presos como Henry Aguilera.

Bermúdez está orinando sangre y Quiceno Carmona le fue  diagnosticada una fractura por dos médicos del penal, que ordenaron una radiografía para el preso político, sin que a la fecha se le haya practicado.

Las dos víctimas no han recibido atención médica idónea y oportuna, sufriendo el uno fuertes dolores en la mano y el otro mantiene el sangrado como síntoma producto de la lesión en sus testículos, al punto de que Jhon Jairo Quiceno Carmona anuncia la necesidad de próximamente iniciar una huelga de hambre, pues el intenso dolor es muy fuerte.

Las mujeres están peor

El día 4 de febrero, en el patio 3 de la Reclusión, se presentó un incidente entre la presa social que sus compañeras de reclusión identifican como Paola, quien tenía algunas prendas de uso personal extendidas en su celda para que se secaran, ante lo que algunas mujeres del Inpec procedieron a intentar decomisar la ropa, a lo que la detenida se opuso, recibiendo por eso una golpiza.

Por esa razón las demás reclusas manifestaron de manera pacífica su protesta por el mal trato que estaba recibiendo Paola, a lo que los miembros del Inpec respondieron con un operativo de requisa generalizada o “volante”, dirigida presuntamente por la cabo Fanny y el Teniente Piedrahita, al mando de algunos hombres del Inpec.

Posteriormente las mujeres fueron encerradas en sus celdas desde la 1 de la tarde del día 4, hasta las 9 de la mañana del día 6 de febrero, no permitiéndoseles redimir sus penas mediante trabajo o estudio, ni desarrollar ningún tipo de actividad por fuera de las celdas.

Paola fue aislada en las celdas de la “Unidad de Tratamiento Especial” –UTE- hasta el día 7 de febrero, en que se le permitió regresar a su celda en el patio.

El 8 de febrero se presentó un nuevo altercado de algunas presas y personal de guardia, ante lo que, nuevamente la respuesta fue el encierro generalizado de las reclusas en sus celdas, permaneciendo así hasta el día 11 de febrero en la mañana, impidiéndoles incluso la jornada de visita familiar al que tienen derecho los sábados y domingos, imponiéndoseles una sanción disciplinaria sin que mediara ningún proceso ni hubiese lugar al derecho a la defensa.

Además les quitaron el televisor y la greca de café asignadas al patio, sumando esto 5 castigos materializados en la ausencia de estos dos elementos, el impedimento de la visita familiar, el encierro y la imposibilidad de redimir pena durante su permanencia en las celdas.

Cuando dos mujeres se besaron al interior de una celda, el Inpec respondió, de manera homofóbica y desconociéndo el derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad.

Arrinconaron a más de 200 mujeres en un solo patio, únicamente con 6 baños, 4 teléfonos, teniendo que comer en el suelo y lavar el menaje en las duchas.

En el mismo patio, la presa política Luz Enith Días González fue agredida por la dragoneante del Inpec, identificada como Darly Luz Carrillo, quien la golpeó propinándole algunos puños en su cuerpo, porque la detenida quiso llevar la comida a la reclusa Tania Molina Hernández.

Además denuncian que la misma dragoneante Carrillo durante las noches prende un radio a todo volumen, afectando el sueño de las reclusas.


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