lunes, diciembre 17, 2012

Diálogos de paz
“La paz para los campesinos es la justicia social”
Instalación del foro Política de Desarrollo Agrario Integral Enfoque Territorial
Por: Camilo Raigozo

Con la participación de al menos 1.200 representantes de las comunidades rurales, organizaciones campesinas, otras organizaciones populares de diferentes regiones del país y varios sectores empresariales, se instaló este lunes el foro: Política de Desarrollo Agrario Integral Enfoque Territorial.

El evento, el cual va hasta el 19 de diciembre, es organizado por la ONU y la Universidad Nacional de Colombia, a petición del Gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo, FARC –EP, en el marco de la discusión del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, que se desarrolla en La Habana.

Ignacio Mantilla, rector de la Universidad Nacional y Bruno Moro, de la ONU, como anfitriones del foro, fueron los primeros en intervenir. “Colombia ha vivido desde hace casi medio siglo un conflicto armado interno que ha producido dolor y sufrimiento a la sociedad, así como heridas difíciles de sanar.

“Este esfuerzo que hoy iniciamos para escucharnos, debe prepararnos para la construcción de una solución a este largo enfrentamiento y para imaginar y preparar una sociedad colombiana posconflicto”,  dijo entre otras cosas el rector de la Universidad Nacional.

Por su parte Bruno Moro, agradeció a los asistentes y a la Mesa de Diálogos, por la confianza que depositaron en la ONU. Igualmente hizo lo propio con los medios de comunicación, de quienes dijo, “son actores fundamentales para que se difunda la cultura de paz”.

“Los objetivos de desarrollo económico y la generación de bienestar se encuentran estrechamente relacionados con la búsqueda de la solución del conflicto armado entre el Estado y los grupos armados ilegales.

"No ha existido, no existe y no existirá, proyecto de sociedad que pueda generar progreso auténtico en medio de la guerra”, aseveró entre varias ideas Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC.

“El campo colombiano sigue siendo escenario perfecto de convergencias para encontrar el camino hacia la paz. Ignorarlo o desconocerlo es contribuir a mantener cerrado el paso para salir del largo laberinto de la guerra y la confrontación política por la vía menos dolorosa”, expresó Eberto Díaz Montes, presidente de Fensuagro.

A renglón seguido anotó que “las generaciones que hemos vivido en las últimas cinco décadas no hemos disfrutado del derecho constitucional de la paz. El conflicto social y armado colombiano, es consecuencia de múltiples causas sociales, económicas y políticas, aún no resueltas”.

Dijo también el dirigente agrario que desde los distintos gobiernos e instituciones del Estado mucho se ha hablado del problema agrario, pero es muy poco lo que han hecho para resolverlo.

“Por el contrario se mantiene intacta la estructura del modelo latifundista y terrateniente que conjuga la violencia, el desplazamiento forzado y el despojo, con la concentración de riqueza y poder  político”.

“La paz de los campesinos es la justicia social”, fue el nombre de la ponencia leída por la lideresa  campesina del Catatumbo Olga Lucía Quintero. “El despojo violento ha sido una constante en la historia de campesinos, indígenas y afrodescendientes en Colombia. El despojo de la tierra, de la cultura, de los derechos y de la dignidad”, expresó Quintero.

Por su parte la activista por la paz Piedad Córdoba, quien acompañó el foro, le dijo a la agencia Efe que “la paz en Colombia es imposible sin antes abordar una discusión profunda que ponga fin al problema de la tierra en todas sus facetas y con ello al conflicto rural que padece el país.

“El conflicto colombiano va más allá de la propia tenencia de la tierra, cuyo injusto reparto ha convertido a esta nación en una de las más desiguales de América Latina y del mundo.

“La discusión debe englobar el territorio y fundamentalmente la imposición de un sector del país, en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, del problema de la locomotora minera, de la extranjerización de la misma tierra y el reconocimiento de las reservas campesinas", advirtió Córdoba.

Desplante de Fedegan

José Felix Lafaurie, presidente de la Federación de Ganaderos, Fedegan,  se abstuvo de asistir al foro argumentando que este no aportaba nada, que era una torre de babel y que no tenía sentido que “1.200 personas vayan a hablar de desarrollo rural".

Tanto Lafaurie, como Fedegan, han sido acusados por cabecillas paramilitares de tener nexos con esos escuadrones de la muerte y el despojo.

En septiembre pasado, Benito Osorio Villadiego, exgobernador de Córdoba, quién se encuentra encarcelado por paramilitarismo, acusó a Lafaurie de tener nexos con Salvatore Mancuso. No es el único caso en que el dirigente de Fedegan es relacionado con esa estrategia de la muerte.

Por su parte Fedegan es culpado del despojo de tierras en Urabá por métodos violentos. No es casual que personas, gremios u organizaciones, con presuntos nexos con el paramilitarismo se opongan al proceso de paz que adelantan el Gobierno y la insurgencia de las FARC-EP. Uribe es el máximo exponente.

En la tarde del lunes y hoy martes los 1.200 representantes de las comunidades trabajan el tema divididos en 20 mesas. El miércoles se realizará una plenaria y se hará el cierre del evento, del cual saldrán insumos y propuestas que el Gobierno y las FARC-EP abordaran en la Mesa de Diálogos de La Habana.


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