ONU reclama espacio para las mujeres en el proceso de paz
Según el organismo internacional pueden contribuir con "la visión de la otra mitad del mundo".
Por: Agencia Efe/ El Espectador
Según el organismo internacional pueden contribuir con "la visión de la otra mitad del mundo".
Por: Agencia Efe/ El Espectador
El coordinador del Sistema de las Naciones Unidas en
Colombia, Bruno Moro, reclamó que las mujeres estén representadas en las
negociaciones de paz entre el Gobierno y las Farc, que tendrán lugar en La
Habana el próximo lunes.
Moro inauguró este miércoles en Bogotá un foro sobre los
retos de las instituciones colombianas frente a la violencia contra la mujer en
el marco del conflicto armado, un problema que fue identificado como invisible
e inmerso en una preocupante impunidad.
"Sin considerar la violencia contra las mujeres no
se verá el fin de la violencia para llegar a una paz duradera, efectiva y
justa", enunció Moro al destacar la importancia de incluir este enfoque en
la tercera negociación que busca ponerle fin a medio siglo de conflicto armado
interno.
El funcionario de la ONU remarcó que en los procesos de
superación de conflicto "es absolutamente necesario no sólo tomar en
consideración el tema de mujer, sino también tener mujeres lideresas en la mesa
para que puedan contribuir con la visión de la otra mitad del mundo".
Según dijo, este elemento es una postura vertebral de las
Naciones Unidas, puesto que las mujeres representan a más del 50 por ciento de
la población mundial y su voz ha de ser escuchada.
Los mecanismos de participación de las mujeres, así como
la de la sociedad civil en general, es un asunto que definirán los negociadores
del Gobierno y de las Farc a partir de mañana y la razón por la que se aplazó
cuatro días el inicio formal de las negociaciones en La Habana.
Moro reivindicó también una mayor conciencia social sobre
las víctimas de la violencia sexual en el marco del conflicto, un flagelo que
el defensor del pueblo de Colombia, Jorge Armando Otálora, calificó en el mismo
foro de "lamentable e inadmisible", además de "oculto".
Otálora identificó como un reto del Estado "rodear a
las víctimas de las máximas garantías de acceso a los sistemas de la
Justicia", tanto local como internacional, al aludir al déficit de
implementación de las políticas públicas y la abundante normativa colombiana.
Y es que uno de los aspectos que hacen más invisible la
violencia contra la mujer es la dificultad para denunciar, resaltó Jairo Rivas,
de la Unidad de Atención de Víctimas del Gobierno colombiano, a causa del miedo
al victimario, a la desconfianza hacia el funcionario y a la vergüenza de
admitir públicamente el abuso.
Consecuencia de ello es que tan sólo esta oficina haya
compilado desde 1985 un total 5.462 casos de violencia sexual en el marco del
conflicto, cuando la realidad es que son muchos más.