“El derecho a la tierra va más allá del derecho al suelo
y a su titulación”: FARC-EP
Por: Notimundo
Por: Notimundo
La comisión negociadora de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo, FARC-EP,-
así lo sostienen en un comunicado firmado en la Habana, Cuba, este sábado 27 de octubre, titulado: Reflexiones sobre la Agenda de la Habana II.
así lo sostienen en un comunicado firmado en la Habana, Cuba, este sábado 27 de octubre, titulado: Reflexiones sobre la Agenda de la Habana II.
A continuación la transcripción integral del texto:
Comunicado
La Habana, República de Cuba. Octubre 27 de 2012.
Sede de los diálogos por la paz con justicia social para
Colombia.
Reflexiones sobre la Agenda de la Habana II
Comienza el proceso de diálogos por la paz, que no de
negociación ni de capitulación, con una Agenda práctica, de sencillo
entendimiento cuyo análisis-
conlleva a entender que para las partes el punto de
arranque, el primer punto del Acuerdo General, implica referirnos a la
concepción que tenemos de lo que es la tierra.
Nuestra visión no se delimita a lo que comúnmente se
define como suelo, ni el sentido de nuestra lucha a la reivindicación solamente
de la formalización de la propiedad del mismo.
Para las FARC-EP, el elemento tierra es componente
esencial del territorio; de tal manera que es a partir de este concepto que se
han de dar nuestras consideraciones fundamentales,-
tomando como base de esa
territorialidad aspectos como soberanía en general, la relación amigable con la
naturaleza, el problema de la soberanía alimentaria como algo más específico, y
el bienestar social, entre otros aspectos.
La definición de territorio toma en cuenta las relaciones
socio-históricas y socio-ambientales, por ejemplo.
El territorio es factor fundamental de existencia, abrigo
de vida y de estancia armónica con la naturaleza, cuya apropiación la
concebimos en perspectiva social y no mercantilista.
De tal concepción se desprende una visión no utilitarista
ni de dominio antropocentrista, de relacionamiento con el suelo, el subsuelo y
el sobre-suelo como conjunto-
en el que se desenvuelven relaciones
socio-históricas, incluyendo el aspecto de definición de la soberanía, que
pongan freno a la apropiación desaforada de sus componentes orgánicos e
inorgánicos.
En tal sentido, nuestra visión propende por un manejo de
interrelación humanidad-naturaleza, que entraña respeto a la tierra, a las
aguas, a la flora, a la fauna,-
los elementos todos de la espacialidad,
distantes de la cosificación y mercantilización de sus componentes en las
formas de objetivación destructiva de la vida en que lo impone el capitalismo
de libre mercado.
Nuestra concepción tierra-territorio, se opone al
desafuero del capitalismo por dominar y manipular la naturaleza sin medir o sin
que le importen las consecuencias, que ya ha generado irreparables daños,-
exterminio
de especies, destrucción de tejidos sociales, desarticulación de la economía
campesina, desequilibrios ambientales y sociales, al punto de estar empujando
al planeta a su destrucción.
El derecho a la tierra va más allá del derecho al suelo y
a su titulación; se trata de un derecho a la reapropiación colectiva, social,
del territorio, como parte esencial del derecho a la vida,-
al disfrute de la
naturaleza en armonía con ella, a la reafirmación y desarrollo de las
relaciones sociales y de la cultura en el marco de un desarrollo
socio-económico sustentable.
Consideramos el territorio desde la naturaleza y desde la
cultura, en el plano de la sustentabilidad, asumiendo que el poder no puede ser
dominio sobre la naturaleza sino existencia armónica con y dentro de ella.
Con esta perspectiva compartimos el planteamiento de Vía
Campesina en cuanto a que los pueblos libres deben poseer la facultad para
definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo-
a objetivos de
desarrollo sostenible, entendiéndose éste como el desarrollo que busca
satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las
posibilidades de las generaciones futuras.
Denunciando que todos los proyectos que derivan en
entrega del patrimonio nacional surgen de las élites gobernantes de manera
inconsulta, queremos recordar a Orlando Fals Borda-
cuando en su preocupación
por que se reformule la idea del territorio a partir de un ordenamiento del
mismo que promueva la paz, la vida y la soberanía alimentaria.
Al respecto, nos dice: “una indiscutible prioridad para
estos fines… es el retorno a la tierra y valorar el mundo rural con todo su
entorno y sus historias.
"Es el cosmos verde que nos ha alimentado como nación
desde que el mundo es mudo. Ignorar el trópico es suicida y miope. Entregarlo
en manos de intereses de otros contornos es traición”.
Delegación de paz. Habana, Cuba. Octubre 27. 2012.