23 personas fueron capturadas víctimas de falsos
positivos jurídicos del Ejército y la Fiscalía
Por Camilo Raigozo. Con información de la Asociación de Comerciantes de Ituango
Por Camilo Raigozo. Con información de la Asociación de Comerciantes de Ituango
Las fuerzas represivas del régimen compuestas por el
Ejército y el CTI de la Fiscalía, arremetieron contra la población del
municipio de Ituango, Antioquia, según denuncia la Asociación de Comerciantes
de Ituango, Ascomi.
El pasado 26 de agosto, el municipio amaneció
militarizado y con lista en mano, la Fiscalía y el Ejército capturaron a 23
personas, acusadas de pertenecer a las FARC.
“Los capturados son gente trabajadora, con sus viviendas
violentadas por la bota militar; las armas del Estado amenazan a la población
civil, los gritos de las esposas, las madres y los niños atemorizados, fueron
el despertar en los barrios de Ituango”, dice un aparte de la denuncia de
Ascomi.
Los comerciantes que madrugan a trabajar para conseguir
el sustento de sus familias y atender la población que viene desde las veredas
hacer su mercado semanal, fueron acosados por los agentes del CTI de la fiscalía,
que con lista en mano llamaron a las víctimas por sus nombres y los acusaron de
subversión.
La comunidad acusa al fiscal 29 especializado Luis Amin
Moreno Mosquera, de persecución, ya que anteriormente, sin presentar pruebas ha
señalado a toda la población de Ituango, de subversión, concierto para
delinquir y narcotráfico.
“Este mismo fiscal fue el que en el escrito de acusación contra
los comerciantes capturados el 29 de marzo de 2011, dijo que ‘prácticamente el
100 % de la población de Ituango tiene que ver con el negocio del narcotráfico
y con las FARC’”.
Moreno Mosquera fue quien firmó las órdenes de
allanamiento y las ordenes de captura contra las 23 víctimas. Además ordenó decomisar
el cemento y la urea existente en los depósitos del municipio, por lo que la
gento lo tilda de arbitrario.
“¡Señor fiscala Amin Moreno, en Ituango, el cemento se
usa para construir viviendas, calles, establos y desarrollo, como en el resto
del mundo.
"El fertilizante es para los cultivos que nos dan el sustento y el
que se usa como insumo en el procesamiento de los narcóticos pasa por las
narices de la Fuerza Pública sin que esta haga nada para impedirlo!”, exclamó
con indignidad Ascomi.
Con esta ya son cinco las veces (1)que el régimen ha
realizado capturas masivas contra inocentes en ese municipio, sin contar con
las realizadas, en las diferentes veredas, siendo la más reciente, la del 29 de
marzo de 2011.
“En esa ocasión la población cansada de tanta injusticia
, de ver sus paisanos injustamente acusados se manifestó y en un acto legítimo
y espontaneo, con rabia y con la frente en alto, salió al parque-
"principal a
exigir justicia para su gente, a reclamar la liberación inmediata de su gente,
porque los capturados son gente buena y trabajadora, conocidos y reconocidos
por toda la comunidad y son-
"otras víctimas del conflicto armado y la disputa del
territorio para intereses del gran capital, como Hidroituango , lo de hoy 26 de
agosto no es diferente a la del 2011, ni a lo del 2009, ni a lo del 2004, ni a
lo del 2002”.
Las comunidades de Ituango y sus organizaciones ya habían
denunciado previamente ante la Defensoría del Pueblo y organizaciones
defensoras de derechos humanos que “para Ituango hay más de 300 capturas
pendientes”.
Existe un blog en Internet creado por desconocidos en el que
la población de Ituango es acusada falsamente de tener nexos con la guerrilla. Aunque
la fiscalía les dijo a las víctimas que lo del blog no era motivo de
investigación, muchos de los capturados aparecen allí.
Los medios de comunicación del régimen, cajas de
resonancia de los falsos positivos judiciales de la Fuerza Pública, acusaron a
las 23 víctimas de ser miembros de las FARC, sin escuchar a las víctimas y sin que en juicio justo e
imparcial hayan sido vencidos.
“CTI capturó a 22 guerrilleros de las Farc en Antioquia” (2),
“Captura a 22 guerrilleros de las Farc en Ituango, Antioquia” (3), titularon
irresponsablemente El Tiempo y El Espectador respectivamente, sin el mínimo
respeto por las víctimas y por la ética periodística. El resto de medios
televisivos, radiales y escritos siguieron la misma tónica.