martes, mayo 08, 2012

Presidente, aquí sí se expropia
Por Juan Felipe Harman

Argentina retomó su participación en YPF y España puso el grito en el cielo; Rajoy en sorpresiva visita llega a Colombia buscando apoyo internacional y Santos con sus ministros responden en coro: "aquí no se expropia".

Rajoy y unos cuantos más pueden estar tranquilos, en Colombia se ha venido configurando un culto a la inversión extranjera directa como motor del desarrollo del país promoviendo su inserción en todos los campos de la economía nacional, fundamentalmente en el sector minero energético.

“Los inversionistas se sienten como en casa” decía Santos, en el Seminario sobre los proyectos de infraestructura y minería [1], acotando además en otro de sus discursos: “Nuestra región tiene lo que el mundo necesita:

alimentos, agua, energía, bosques, biodiversidad y una fuerza de trabajo joven y creciente, todo esto en un continente con estabilidad democrática y sanas políticas económicas” refiriéndose a la atención que debía concentrar Estados Unidos en América Latina [2].

Con tantas bondades resumidas tan sutilmente por el presidente deja, sin lugar a duda, un sabor agrio, ¿Será fundamental la inversión extranjera para que los colombianos podamos disfrutar de nuestra agua, nuestros bosques, nuestros alimentos y nuestra biodiversidad?

¿Incluso será necesario viajar por el mundo ofreciendo “la fuerza de trabajo joven y creciente”?

Más que claro que con suntuosas palabras se diga que en Colombia no se expropia a los inversionistas, tanto así que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Canadá, EEUU, la Unión Europea y Corea del Sur-

tienen un capítulo sobre la protección de inversiones de dichos países en Colombia, incluso sometiendo la autonomía de nuestra propia Constitución en el devenir del desarrollo del país para establecer la protección de las inversiones dentro de la legislación trasnacional.

Pero se equivoca Santos, y en tamaño error. Puede que en el país no se expropien a los inversionistas extranjeros, pero al pueblo colombiano hace rato lo vienen expropiando.

Se expropian a los campesinos de Marmato en Caldas, cuando aduciendo la supuesta situación de riesgo quieren darle entrada a la Meodoro para la explotación de oro en el casco urbano del municipio.

También se expropian a los campesinos de la zona de influencia del Quimbo, en el Huila en donde desvían el río emblemático del país, Magdalena, para generarle un negocio redondo a Emgesa.

Más de 400 predios inundados con dicho fin y otro tanto desertificados a largo plazo por la desviación de sus aguas.

Pero también expropian a los pueblos indígenas, los Wayúu ven como la Drumond en el Cerrejón quiere ampliar la mina desviando el río Ranchería dejando a los indígenas sin pesca ni río.

Los Kogui de la Sierra Nevada, que sólo son expuestos como el atractivo para pasear y bendecir presidentes, ven como sus tierras quieren ser locación de un hotel 6 estrellas.

Los Uwa en Arauca -no sólo la OXY-, la Occidental les destruyó el santuario religioso de la Laguna de Lipa, sino que ahora se pretende en el bloque Niskota en Casanare darle a Hocol un nuevo permiso de explotación.

En el Meta las comunidades Sikuani han padecido un exterminio histórico en aras de desarrollar la explotación petrolera en dichas zonas, incluso José Eustacio Rivera estuvo delegado por el congreso en las investigaciones de lo que se llamó “la masacre de Planas”.

Hoy en zona de Pacific Rubiales los resguardos se encuentran arrinconados por la industria, tanto así que los pueblos Achagua denunciaron a la empresa por destruir un cementerio ancestral de la comunidad.

Los 5 millones de desplazados también son expropiados y aún los reclamantes de la restitución son asesinados, el último conocido fue Manuel Ruíz en el Chocó.

La famosa Ley de víctimas con la que el Gobierno Nacional promueve marchas, les da prelación a los empresarios que hoy tienen esa tierra, porque supuestamente la compraron de “buena fe”, mientras que el acaparamiento de tierras se intensifica por empresas internacionales como Cargill y Monica.

No son pocos los casos y podríamos hacer toda una memoria del despojo oficial propiciado por un supuesto modelo de desarrollo que no tiene sentido; en Colombia se expropia y son muchas las comunidades que se les niega el derecho de disfrutar de su patria, de vivir en bienestar y paz junto a sus vecinos, sus ríos y su paisaje.

En Colombia si se expropia, tal vez porque Colombia no es propia, porque la siguen empeñando la familia Santos y unas cuantas familias más que se reparten el poder y con él, la economía.

Citas:

[1]http://wsp.presidencia.gov.co/Prens...
[2] Conferencia del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la Universidad de Brown, abril 5 de 2011, en wsp.presidencia.gov.co › Presidencia › Sala de Prensa › 2011


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