jueves, febrero 09, 2012

Carta abierta
Las comunidades del Cañón del Porce expresan su problemática por la construcción de la hidroeléctrica Porce IV
Por: Líderes comunitarios

En los municipios de Amalfi, Anorí y Zaragoza del departamento de Antioquia se viene desarrollando el proyecto hidroeléctrico Porce IV, desde el 2006 con los estudios preliminares, por parte de EPM.

En el desarrollo de las primeras etapas del proyecto, las comunidades se agruparon y constituyeron una forma organizativa, que es lo que hoy es el Consejo Mayor Comunitario AZA (CMC-AZA), que les facilitara el proceso de negociación con la empresa, de manera que se lograra una negociación con justicia social y dignidad para todos.

Se hicieron mesas de debate, reuniones, asambleas y demás mecanismos de participación donde todas las personas integrantes de esta organización comunitaria y otras familias del territorio tomaron las decisiones que más aportaran al proceso dentro del marco de la dignidad, además que permitía velar por los intereses y derechos legítimos de la comunidad.

Es así como nuestra organización logró grandes aciertos en esta negociación; ejemplo de ello es el manual de valores unitarios de propietarios y poseedores que fue negociado en diciembre del año 2010 con gran satisfacción para todas las partes.

Se participó con entusiasmo y de manera amplia con los diferentes líderes del Consejo Mayor Comunitario y de otras organizaciones comunitarias en las mesas temáticas, el comité intermunicipal y otros mecanismos de participación y concertación propuestos por EPM.

Se elaboró un diagnóstico de la situación socioeconómica de la población del cañón del Porce, con el apoyo de la universidad Autónoma de Manizales; este diagnóstico comunitario nos permitiría posteriormente definir unos planes de vida desde las comunidades, especialmente las que se quedaban en el territorio después de construida la represa.

Esta idea surge como una forma de aportar a las tareas de restablecimiento y al desarrollo territorial de las comunidades afectadas, que sabemos debe hacer la empresa dentro de su plan de manejo de impactos.

Este aporte lo pensamos también como una manera de evitar en nuestra zona las consecuencias tan nefastas que evidenciamos en nuestras comunidades vecinas afectadas por las hidroeléctricas Porce II y Porce III asentadas entre el municipio de Amalfi y Yolombó.

En estas comunidades después de la intervención de EPM encontramos problemáticas como: alto nivel de desempleo, poca tierra en manos de las comunidades para la producción agrícola, inseguridad alimentaria, finalización de la actividad minera en el rio y por tanto desplazamiento de-

los mineros a otras zonas, altos niveles de analfabetismo, desestructuración de la vida comunitaria, falta de oportunidades para terminar el bachillerato y continuar estudios, especialmente para los jóvenes, quienes afectados por esta situación y el desempleo buscan el sustento en otro lugares.

Actualmente, hay una problemática con los pescadores de la región, que antes eran mineros y por la construcción de la represa debieron cambiar de actividad económica, ya que al parecer no podrán continuar con su forma de sustento (1).

De esta manera es como, a través de nuestra forma organizativa CMC, venimos trabajando en la consolidación de este gran proyecto energético, que beneficie tanto a las comunidades dueñas del territorio como a EPM, generador de energía y al país.

Así, la empresa se encontró una organización comunitaria con un trabajo serio donde los líderes atienden la responsabilidad y compromiso que tienen cada uno con el progreso de su familia y su comunidad,-

y con la claridad de que si queremos algo es necesario que todos aportemos ideas y trabajo, que nosotros debemos ser los protagonistas en la construcción de nuestro futuro, y ahora de la mano con la empresa que vendría a ser nuestro nuevo vecino.

Definimos, en primer término, que el proceso se debería desarrollar de manera horizontal, tanto al interior de las comunidades, como en la relación entre la comunidad y la empresa, siendo este uno de los primeros principios de nuestra organización.

Lo segundo que se estableció fue que la toma de decisiones por complejas o simples que fueran se diera colectivamente a través de asambleas; los representantes comunitarios en las diferentes mesas comunitarias e institucionales llevarían las decisiones antes consultadas y definidas en las asambleas y reuniones.

Otro punto importante fue que la organización comunitaria se sostendría con pequeños aportes de los integrantes de la misma.

A este logro organizativo de las comunidades es lo se viene denominando “el fenómeno de Porce IV” (2), este en esencia es un grupo de comunidades buscando alternativas positivas, cansadas de ser engañadas y marginadas por las instituciones,-

las multinacionales y las empresas-nacionales que llegan a los territorios a aprovecharse de los recursos que nos provee la naturaleza, para su beneficio particular acabando con los sueños de las poblaciones y el futuro de los niños.

Es la necesidad de superar las incoherentes, incompletas y nefastas intervenciones sociales por parte de las empresas y los mega proyectos que se han dado en todo el país, funcionarios incapaces de relacionarse con las comunidades e interpretar sus realidades, que hacen “estudios e intervenciones sociales” pensando solamente en su bolsillo.

En parte, por estas fallidas intervenciones e insuficiente manejo de impactos es que hoy encontramos dentro del territorio del cañón del Porce, poblaciones mineras de diferentes lugares principalmente de la zona donde están construidas las hidroeléctricas Porce II y Porce III, ya que hace muchos años no se puede ejercer esta actividad y el desempleo pulula en la zona.

El “fenómeno de Porce IV” son las comunidades que conocen estas difíciles experiencias de sus vecinos y que en vez de caer en el vandalismo, la violencia, el terrorismo, el sabotaje prefirieron unirse y organizarse-

en comunidad para darle una nueva y positiva historia a Colombia, para aportar en el verdadero desarrollo de nuestro país, creando propuestas desde las comunidades, apostándole a un territorio sustentable donde se puedan desarrollar diferentes proyectos.

El “fenómeno de Porce IV” es una dinámica acertada y novedosa de verdadera participación comunitaria, que supera la forma de medir la participación a través de la firma de asistencia como históricamente lo vienen haciendo las instituciones y empresas.

En este sentido y previendo estas situaciones las comunidades establecieron unas exigencias que tienen que ver con su proyectos de vida territorial, teniendo ahora una hidroeléctrica como vecina, pero para lograr ello, tenemos claro que la empresa debe comprometerse más con lo social y no dejar este punto como un anexo de los impactos,-

como siempre se ha hecho, esto es lo que vemos que no aceptó EPM y decidió suspender la construcción de la represa Porce IV, aduciendo motivos de fuerza mayor, empresa acostumbrada a restituciones con plata de bolsillo y no a la construcción de planes de vida con las comunidades.

Coincidimos con diferentes voces que hay que revisar los enfoques de las intervenciones sociales por parte de las empresas, si es que los tienen, porque de lo contrario el problema social generado por el inadecuado manejo de impactos por la construcción de estos mega proyectos y la intervención de las multinacionales en nuestro territorio tiende a empeorar la situación.

Esta propuesta comunitaria y alternativa que se vive hoy en el nordeste de Antioquia que es un modelo a considerar en busca de la justicia social, ha causado impacto en el sistema energético del país y cuestionó la prepotencia y autoritarismo de EPM demostrando esto que la economía-

capitalista no es aislada e inmune a los procesos sociales, así EPM en su discurso para salvaguardarse de sus errores históricos y victimizarse trate descaradamente de engañar a la opinión pública y de desconocer los procesos de las comunidades, estigmatizarlas y menospreciarlas-

no importándole lo que con estos señalamientos le pase a la gente buena como campesinos, mineros, comunidades negras, amas de casa, profesionales etc. que hacen parte de estas organizaciones comunitarias que sólo quieren un futuro feliz para sus hijos y los de su comunidad.

Queda claro también que este es un campanazo para los proyectos que vienen en la cola y que les tocará afrontar todos los errores y atropellos que de una u otra forma se han cometido con las poblaciones habitantes de los territorios y-

que hoy demostramos que queremos cambiar la historia del país, pero para ello necesitamos la voluntad de todos los actores, incluyéndolos a ustedes, sin prepotencia, sin relaciones verticales, sin engaños, sin estigmatizaciones, sin señalamientos infundados, sin trampas, sin asesinatos, sin desapariciones…

De esta manera la comunidad del cañón del Río Porce entendió que la organización, la unidad y la solidaridad son valores necesarios en cualquier proceso social si buscamos el bienestar colectivo, lo que potencia en esta ocasión de manera muy clara las posibilidades-

de una negociación justa y un desarrollo sustentable del territorio, para que los que lo habitan y los municipios en general, sean los mayores beneficiarios como poseedores y protectores históricos de estas fuentes naturales que hoy deben favorecer a todo el país.

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(1) Esta información hace parte de los resultados de la encuesta comunitaria, realizada en el 2011, por las familias pertenecientes a la zona de influencia de Porce II y Porce III.


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