El pueblo continúa desangrándose mientras los guerreristas hacen su fiesta
En una semana el conflicto social y armado ha dejado al menos 26 colombianos muertos y 15 heridos entre soldados, policías y guerrilleros
Por Camilo Rigozo
La escalada luctuosa que ha dejado en la última semana el conflicto social y armado arroja cifras de dolor.
Según informaciones de prensa basados en comunicados del Ejército Nacional, el pasado 10 de octubre en el municipio de Sardinata, Norte de Santander, murieron en bombardeos cinco guerrilleros de las FARC, mientras que dos agentes de la Policía resultaron heridos. Otras informaciones de prensa hablan de 14 insurgentes muertos.
El 20 de octubre se conoció por fuentes castrenses que en el occidente del país, bombardeos dieron muerte al guerrillero Jose Neftali Umenza Velazco y otros cuatro insurgentes quedaron heridos.
En la madrugada del 21 de octubre de 2011 en el sitio conocido como Astorga, área rural del municipio de Tumaco, Nariño, un ataque de las FARC dejó como saldo 10 militares muertos y seis más heridos, según un comunicado del Ejército.
Al atardecer de este 22 de octubre, se conoció que 10 militares perdieron la vida y otros tres resultaron heridos en un ataque de las FARC en el municipio de Fortul, Arauca.
Es decir que entre el 10 y el 22 de octubre de 2011 perdieron la vida por acciones inherentes al conflicto social y armado impuesto al pueblo colombiano por la oligarquía nacional y transnacional, 20 soldados y 6 guerrilleros. Así mismo resultaron heridos 2 policías, 4 guerrilleros y 9 soldados.
En 12 días 26 familias, en los casos conocidos, recibieron en sus hogares el luto y el dolor de haber perdido en la absurda guerra a un ser querido. Otras quince familias fueron embargadas por la angustia de tener a su familiar herido.
Igualmente la oligarquía nacional y extranjera, con sus medios de 'comunicación', principales beneficiarias de la guerra fratricida impuesta por ellas a los colombianos, mantienen en el más completo olvido, pudriéndose en las selvas, a 18 miembros de la fuerza pública, quienes perdieron la libertad en acciones del conflicto social y armado, defendiéndoles sus intereses.
El pasado 11 de octubre el mundo conoció el acuerdo logrado entre Israel y el movimiento palestino Hamas, que permitió el intercambio de un soldado israelí capturado por un comando palestino en la Franja de Gaza en junio de 2006, por 1.027 palestinos detenidos en cárceles israelíes.
Sin embargo la cúpula militar y el gobierno colombianos no se dan por aludidos con el ejemplo palestino-israelí. Prefieren con arrogancia dejar que sus soldados y policías se pudran en las selvas, a tener un gesto humanitario para con ellos y pactar un intercambio con la guerrilla.
Y ni hablar del olvido al que han sido condenados la mayoría de los soldados liberados por las FARC, como el caso del soldado Domínguez, para citar uno de las decenas de ejemplos. O la ignominia con la que son tratados los soldados lisiados por el fragor de los combates.
Son "héroes de la patria" siempre y cuando tengan la capacidad física y mental para defender con su propia vida los grandes capitales nacionales y transnacionales. De lo contraio son echados al olvido.
Cada 24 horas el gobierno despilfarra en la guerra cerca de 60.000 millones de pesos (60.000’000.000), de la plata de los colombianos. Sin embargo los guerreristas, “la mano negra”, no permiten siquiera que el tema de la paz se mencione.
En el presupuesto de 2012 el gobierno asignó 23.8 billones de pesos para mantener la guerra contra el pueblo colombiano. En contraste a la educción le asignó 22 billones únicamente. Se construye paso a paso un país inviable por la irresponsabilidad de los gobernantes, y de quienes los eligen.