Uribe causa hecatombe en el Partido Verde
Por Camilo Raigozo
Ahora que sus antiguos cómplices, los poderosos medios, le dejaron deteriorar el teflón que ellos mismos le construyeron y le cuidaron con esmero mientras el país se hundía en caída libre, el expresidente Uribe, alias “El número uno de la Casa de Nari”, se ha convertido en la pesada cruz que Peñalosa lleva a sus espaldas en su ambición a la alcaldía de Bogotá.
Primero causó la desbandada de la parte decente del Partido Verde, liderados por Mockus, que no aceptó que un sátrapa como Uribe cuyo gobierno ha sido el más corrupto y criminal de los últimos 100 años en la historia de Colombia, formara parte de ese partido.
En esa misma tónica este 28 de septiembre estalló una crisis aguda en lo que quedó del Partido Verde, cuando en el Congreso de esa colectividad no le fue permitido a Peñalosa pronunciar su discurso.
El sector indignado con “El número uno de la Casa de Nari”, portando camisetas y consignas de “Uribe no”, se opuso férreamente al sector peñalosista-uribista, a tal punto que estuvieron a punto de llegar a las manos.
El amplio sector antiuribista liderado por Jhon Sudarsky y Ángela Robledo, impidieron la intervención de Peñalosa como rechazo a la presencia de Uribe en lo que fue la ola verde.
Uribe, quién en vez de sumar resta, está llevando a la hecatombe al Partido Verde en su pretensión por las arcas de la capital del país y es muy posible que ni siquiera con la asesoría del siniestro JJ Rendón, especialista en guerra y propaganda sucia, ese partido pueda recuperar el terreno perdido.