miércoles, agosto 17, 2011

Voces de las comunidades/
En los días se construye el futuro de los pueblos
A propósito del encuentro de comunidades campesinas, afro descendientes e indígenas en Barrancabermeja del 12 al 15 de agosto de 2011
Por: Concejo Mayor Comunitario, AZA, municipios de Amalfi, Zaragoza y Anorí, Cañón del Porce por la dignidad

Cada día vemos que las contradicciones entre nuestras necesidades y el modelo de producción capitalista se agudizan y esto se evidencia palpablemente en los miles de muertos que día adía tenemos, muchos de ellos asesinados, otros tantos muertos  por el hambre, enfermedades, tristeza, por ser esta no una sociedad humana, sin un montón de negociantes.

Por ello, todos los días estamos pensando cómo defendernos de la muerte y cuál debe ser la  propuesta para lograr una cohesión social basada en la justicia. Todos los días estamos siendo noticia, marchando, reuniéndonos, protestando, proponiendo y buscando, que los días no sean una sumatoria de días y muertos, sino una suma de posibilidades de cambio hacia el buen vivir de todos.

En esta ocasión volvimos a encontrarnos en Barrancabermeja, tres de los muchos días de un año y de los muchos días que nos encontramos, para hacer una propuesta contra la muerte y  por un cambio, porque la necesidad del bienestar colectivo y la terquedad para no conformarnos con la muerte son nuestros principios.

En esta oportunidad nos unió la diferencia cultural, étnica, cosmogónica, política, sexual e ideológica, lo que paradójicamente nos tenía desunidos hace muchos días, por aquella falsa idea de que cada grupo quería vivir diferente, aislado de los demás, pero con este encuentro nos dimos cuenta que campesinos,-

afro descendientes, indígenas, estudiantes, sindicalistas, entre otros sectores, estamos deseando lo mismo, estamos trasegando los mismos caminos, estamos trazando la misma ruta, porque todos estamos viviendo y padeciendo las mismas desvergüenzas de este modelo económico capitalista.

Por ello, coincidimos y estamos convencidos en temas como la tenencia y el usufructo colectivo de la tierra y demás fuentes que nos provee la naturaleza, los modos de trabajar y transformar armónicamente la naturaleza para satisfacer las necesidades de la sociedad, la planificación social, la soberanía, el poder popular desde las bases, la dignidad de los pueblos, la hermandad entre nosotros.

Pero también tenemos claro que no puede haber paz donde hay miedo, donde hay hambre, donde no hay estudio, donde el estado es una pesadilla, donde hay represión, donde el Plan Nacional de Desarrollo y las políticas desde el gobierno central solo propende el despojo y desarraigo de los pobladores de nuestros territorios.

Donde todos los días se hacen leyes para prohibir y acallar a las mayorías ofendidas y humilladas, donde las multinacionales, son dueñas, explotan y acaban con nuestros territorios, donde la muerte es el pan de cada día, la vida es un sueño y donde la idea diferente es aniquilada.

Persistimos en construir hombres en serie y obnubilados por la posesión de objetos, en una sociedad que cuando nombramos el verde pensamos en un uniforme militar y no en el verde de la naturaleza y principalmente en una sociedad donde se junta la miseria de muchos y la abundancia de pocos.

Nos estamos dando cuenta cada vez más que el antagonismo principal que vivimos hoy, tiene que ver con las formas económicas como nos relacionamos, y no entre nosotros, sino con los representantes del capitalismo.

De esta manera decimos: si el gobierno nacional exige pruebas de voluntad política a la insurgencia, nosotros desde la sociedad civil le exigimos como prueba de voluntad política al gobierno, para el dialogo y la paz, sacar de nuestros territorios a todas las multinacionales que históricamente han sido las causantes del despojo y desarraigo, la violencia armada y cotidiana, la inequidad y exclusión de las mayorías.

No pedimos una sociedad igualitaria, exigimos un país y una región donde todos y todas construyamos una vida digna y caminemos la senda del buen vivir, donde se reconozca la cultura, la palabra, la identidad, los modos ancestrales del trabajo  y la autonomía política de los pueblos, como banderas de un verdadero estado de derecho, donde se construya la diversidad, como el estandarte del respeto y la garantía para un desarrollo integral de la sociedad.

En este encuentro en Barrancabermeja, aprendimos que contrario a lo que tanto se pregona, la diferencia entre nosotros no es antagónica por tanto no es para tolerarnos, ni confrontarnos, sino para aprender de ella y vivirla.

El encuentro de 30.000 personas de todo el país y de todos los sectores sociales, nos da unas conclusiones, necesitamos la unidad de nuestras saberes,  de nuestras luchas, continuar nosotros, los de abajo,  construyendo nuestro camino, nuestra propia ruta, caminar con nuestros pies, soñar con nuestras cabezas, hablar con nuestras voces, luchar con nuestras manos y pensar con nuestra verdadera historia.

Si queremos que desaparezcan las crueldades del capitalismo es porque estamos llevando a cuestas la otra propuesta de sociedad y la estamos construyendo y exigiendo día a día en nuestros corazones, en nuestras familias, con nuestros compañeros y en nuestros entorno social, que no sumemos más días sino encuentros, propuestas, experiencias, avances y aciertos.


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