lunes, febrero 28, 2011

'Le pido al Presidente que me dé el indulto': ex Farc, Yezid Arteta
El ex jefe guerrillero le dice a Juan Manuel Santos que quiere su plena incorporación a la sociedad.
Por: Jineth Bedoya Lima. El Tiempo

Desde Barcelona (España), el ex jefe de las Farc y gestor de paz, Yezid Arteta Dávila, habló en exclusiva con El Tiempo sobre el papel que ha cumplido desde que recibió este encargo en el 2009. Luego de pagar una pena 10 años y 11 meses, por el delito de rebelión, viajó a España a reconstruir su vida.

Sin embargo, en abril del 2008 la Corte Suprema de Justicia le ratificó una condena a 27 años de cárcel por el homicidio de un hombre que violó a una niña en el Cauca, zona donde él era el jefe del frente 29 y delito del que se declara inocente. Ahora quiere acabar de cerrar el ciclo de su pasado con un indulto que le pide al presidente Juan Manuel Santos.

¿Cómo analiza todo lo que pasó con el tema de 'Olivo Saldaña'?

Es el resultado de la improvisación. Falsear o distorsionar la realidad no es la vía apropiada para edificar un proceso de paz y reconciliación. Era previsible que el caso de marras terminara minando la credibilidad de sus promotores. Es un affaire lamentable porque el ciudadano medio espera que los funcionarios públicos posean un mínimo de solvencia moral.

¿Un hombre como 'Olivo Saldaña' sí puede tener credibilidad?

Era un secreto a voces que los organismos de seguridad capturaron a un hombre con deudas pendientes con la organización a la que perteneció. Por tanto el Estado, ha debido considerar que 'Olivio Saldaña' era un individuo desesperado a quién había que tratar con sumo cuidado a riesgo de convertirse en víctima de un engaño. 'Olivo Saldaña' fue una creación peligrosa que luego sus gestores no pudieron conjurar. 

A raíz de este episodio el gobierno está revisando el tema de gestores de paz. ¿Cree que esta figura es simbólica y cree que sí sirve?

Es una figura útil siempre y cuando se oriente hacía una estrategia de paz y no como instrumento de guerra. Figuras similares existen en países donde hubo conflictos pero que a diferencia de Colombia, en aquellos lugares los gestores o promotores de paz tienen la misión de propiciar escenarios de reconciliación. No es el caso de Olivo Saldaña a quien lo han instrumentalizado para ahondar heridas y propiciar el odio.

¿Qué ha hecho usted como gestor de paz?

Frank Pearl y Eduardo Pizarro, funcionarios que abordaron mi caso con ecuanimidad y una buena dosis de comprensión, definieron a rasgos generales mi papel. La idea básica era la aprender a través de reuniones, contactos, seminarios y talleres, entre otras actividades, una serie de conocimientos en la perspectiva de futuros escenarios de reconciliación. Amén de otras diligencias de índole humanitario que he llevado a cabo desde entonces.       

 Al principio usted no quería aceptar ser gestor...

En las circunstancias más difíciles de mi vida he procurado guardar coherencia con la tabla de valores que me inculcaron mis padres y maestros de escuela. Soy un hombre que conservo  ideales de izquierda y no quería equipararme con personajes de naturaleza inquietante. Acepté, lo dije en su momento, siempre y cuando me permitieran proyectar espacios de reconciliación, sin renunciar a mis convicciones ideológicas.

Lleva casi cuatro años viviendo en Europa, ¿qué es lo que más extraña de Colombia?

Llevo una vida normal. He contraído matrimonio hace un tiempo con una politóloga  alemana que conoce y estudia los temas de Asia Central. Llevamos un hogar y una vida académica que nos permite complementar las experiencias de mundos distintos. Sin embargo, mi mayor deseo es poder hacer algo dentro y por mi país.

Cuento con un modesto acumulado de conocimientos prácticos y teóricos que quisiera ponerlo al servicio de las buenas causas y la investigación. Por tanto le pido al presidente Santos que estudie la posibilidad de otorgarme un indulto que facilite mi plena incorporación a la sociedad colombiana puesto que la lucha armada es un capítulo completamente superado en mi vida.

¿A qué labores se dedica en Europa?

Estoy vinculado a la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona. Hago investigación e imparto enseñanza a estudiantes de varios continentes  que desean conocer cómo es el tránsito de personas que empuñaron las armas y ahora defienden sus ideales en espacios no violentos y democráticos. Para mí ha sido muy emotivo poder volver a un claustro universitario luego de haber permanecido 13 años en la guerrilla y 10 en la prisión.      

Con la experiencia que ha adquirido en Europa, ¿qué le puede aportar a la paz de Colombia?

Hace 2 años me diplomé en Educación para la Paz en España con una tesis que trata sobre la literatura y los narradores antibelicistas la cual será editada en los próximos días. Con el fin de conocer experiencias vitales he sostenido múltiples encuentros con excombatientes de Asia, África e Irlanda quienes hoy hacen parte de agrupaciones políticas legales que gobiernan, participan en el parlamento o hacen parte de las Fuerzas Armadas en sus respectivos países.

He tenido largas conversaciones con mediadores en conflictos y con ex militares que han desempeñado misiones de verificación y desarme, para conocer por boca de ellos, cómo consiguieron alcanzar la paz en conflictos más complejos y sangrientos que el nuestro. Intercambio impresiones con ancianos españoles que participaron en la Guerra Civil o fueron perseguidos durante la dictadura para saber cómo estas personas asumen la Ley de Memoria Histórica aprobada por el parlamento español.

Creo que toda esta información en algún momento podrá ser útil para tiempos venideros. Simultáneamente hago acciones de solidaridad con sectores vulnerables en Colombia. Hace poco logré con el concurso Juan Marsé, Premio Cervantes 2008, y la escritora catalana Lolita Bosch, conseguir 500 obras literarias para donarlas a una prisión colombiana     

Estando lejos de la guerra, de la que alguna vez hizo parte, ¿cómo ve la situación del conflicto interno?

El conflicto colombiano es un muro que es necesario derribar puesto que no permite el pleno desarrollo del potencial humano y la riqueza que guarda el país. No veo una solución distinta al dialogo. Un desenlace militar en los próximos años es improbable debido a la potencia de fuego que conservan los adversarios y el grado de letalidad que se registra en cada combate. Las cifras de muertos y heridos entre los combatientes antes de aminorar se incrementan.

En el trasfondo veo algunas tímidas señales provenientes del gobierno, los alzados y la ciudadanía en general que hacen pensar en una alternativa distinta a la guerra.    

El domingo, EL TIEMPO publicó un informe sobre las bandas criminales. ¿Cree que este fenómeno se le puede salir de las manos al Estado?

Es difícil determinar hasta qué punto las FF. MM. podrán sostener en el futuro una confrontación simultánea y eficaz con las guerrillas y las agrupaciones rearmadas de espectro criminal, sin correr el peligro de ser desbordadas tal como lo presiente el general Naranjo.

Un cese al fuego verificable con la guerrilla, la liberación de los rehenes y el inicio de un dialogo realista y eficiente dirigido hacia una paz definitiva, puede generar las condiciones para que la Fuerza Pública libere toda su potencia operativa en contra de  estas agrupaciones hasta conseguir su erradicación. Foto El Tiempo.

Volver a la página principal               


  • "



  • Publicidad
    Paute aquí
    Contáctenos


    Zona comercial