Seguridad narcocrática/ Reclutamiento forzoso
El Ejército continúa reclutando jóvenes de manea ilegal en las calles de Medellín
Por Red Juvenil de Medellín
Las Fuerza Pública representada en el Ejercito Nacional y desconociendo todos los preceptos constitucionales y los derechos contenidos en los tratados internacionales que regulan el derecho a la libertad personal continúan llevando a cabo las denominadas batidas o redadas.
Estas están prohibidas en el sistema universal de derechos humanos y en el sistema interamericano. El Ejército desconoce lo que el grupo de trabajo sobre detención arbitraria manifestó respecto a tres casos de Colombia, presentados ante este grupo de Naciones Unidas.
Continúa privando de la libertad a los jóvenes que transitan por las calles hacia sus trabajos, estudios o están simplemente habitando el espacio público, para llevarlos a los batallones, desconociendo el debido proceso establecido en la ley 48 de 1993.
Esta practica se ha convertido en un acto común que el ejercito adelante batidas y se lleve a los jóvenes para prestar el servicio militar de forma obligatoria.
Por ello la Red Juvenil de Medellín quiere hacer denuncia pública de los siguientes hechos:
1. El 8 de septiembre de 2010 a las 9:40 de la mañana, en los bajos de la estación del metro del Parque Berrio, había una camión del ejército con placas UNK 046 de color blanco, en el cual estaban llevándose a los jóvenes que no han definido su situación militar y que pasaban por este lugar sin importar si están estudiando o trabajando.
Los soldados les pedía a los jóvenes las cédulas y se las retenían argumentando que tenían que ir en el camión con ellos hasta el distrito militar a que definieran su situación militar y allí se la devolverían.
2. En esta misma fecha , a la 1:30 de la tarde, un segundo camión sin placas y sin ningún distintivo o identificación ubicado en las Avenida Primero de Mayo, entre Junín y Palacé, con la misma modalidad del anterior se llevó a varios jóvenes para la Cuarta Brigada.
Los militares hicieron caso omiso del del deseo de los jóvenes de no ir porque tenian que estudiar o trabajar. Varios integrantes de la Red Juvenil de Medellín se acercaron a interlocutar con los soldados y a manifestarles la ilegalidad de las batidas y todas las violaciones a los derechos humanos que estaban cometiendo.
Sin embargo el sargento González, quien era el encargado de la batida, reaccionó violentamente y obligó a los jóvenes a montarse en el camión para llevárselos. Le colaboraron el subteniente Martínez, el subteniente Suárez y los soldados Figueroa, Ortiz y Castro.
3. A las 12:30 p.m. en los bajos de la estación San Antonio otro camión blanco, sin placas hacía lo mismo.
4. Al sitio llegó la Policía a incitar a los jóvenes de la Red Juvenil de Medellín a que no “estroperan” el trabajo del ejercito. Entre los policías se encontraba el patrullero Rico, a quien se le informó la irregularidad que presenta un carro sin placas y sin ninguna insignia reclutando jóvenes. Lo único que hizo el policía fue decirla a uno de los soldados “ahí si yo no puedo hacer nada”.
5. El 9 de septiembre en las horas de la mañana otro camión de placas UIP 138 se encontraba realizando otra batida en el Parque Berrio. Estaban llevándose a los jóvenes que no han definido su situación militar y que pasaban por este lugar sin importar su ocupación. La batida estabo a cargo del subteniente Ruíz, del Batallón Juan del Corral.
6. Ese mismo día en horas de la tarde, un segundo camión de placas OMK 320 se encontraba realizando otra batida en los bajos de la estación San Antonio del metro, en la cual se llevaron varios jóvenes.
Esta batida estaba a cargo el capitán Espitia y lo acompañaban los soldados Murcia, Pimentel, Jaramillo y Bran, del Batallón Pedro Justo Berrío.
7. En simultanea los soldados Osorio y Palacios Benavides, del Batallón Buenos Aires, en el Parque Berrio también retuvieron las cédulas de los jóvenes que transitaban por el lugar.
Por los hechos anteriormente mencionados, y por las obligaciones de las instituciones del Estado en defensa y garantías de los derechos humanos, la dignidad humana, y la libertad hacemos las siguientes exigencias:
Al Ejército Nacional a que no realicen más batidas violando los derechos fundamentales de las personas.
A la Defensoría, a que adelante las actuaciones de verificación y corrección de estos abusos.
A la Procuraduría, específicamente a la oficina de derechos humanos de Antioquia, para que adelante las investigaciones disciplinarias de rigor de este caso; y un llamado para que esté más atenta a las actuaciones que las fuerzas militares vienen adelantando en la ciudad.
A la Internacional de Resistencia a la Guerra, IRG, en Londres, para que adelante las actuaciones pertinentes alrededor de las detenciones arbitrarias que por medio de las redadas continua realizando el ejercito colombiano no solo en Medellín
A la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, para que revise nuevamente el caso de Colombia en esta materia y se pronuncie nuevamente al respecto en las nuevas sesiones.
Igualmente invitamos a todas las juventudes para que desde sus diversas apuestas de vida y no violencia, continúen resistiendo a este contexto de militarización, así como a las organizaciones sociales y comunitarias para que nos continúen apoyando, y sigan también con su labor de denuncia sobre estos casos.