martes, marzo 23, 2010

Parauribismo/
Vuelven las masacres a las vecindades del Ubérrimo
Por Camilo Raigozo

Las últimas masacres han ocurrido en Córdoba, departamento en el que está situada la hacienda El Ubérrimo, de Álvaro Uribe Vélez. Departamento en el que según analistas y defensores de derechos humanos como Iván Cepeda y Jorge Rojas, se gestó el modelo paramilitar que después se reprodujo en el resto del país.

Al respecto, Cepeda y Rojas, cuentan en su libro, “A las puertas del Ubérrimo”, como en el corazón de ese departamento no solo se gestó un modelo paramilitar, sino también, como la demencial estrategia fue aceptada por la sociedad cordobesa y las figuras públicas.

El modelo paramilitar cordobés, extendido o copiado posteriormente en el resto del país, era el mismo que quería para Bogotá Francisco Santos, según testimonio de los cabecillas paramilitares Mancuso y “Jorge 40”.

Pues en ese departamento de múltiples fosas comunes, desplazamiento, llanto y dolor, en menos de 24 horas fueron asesinadas al menos 17 personas, entre ellas un periodista que se atrevió a denunciar la corrupción, el paramilitarismo y las alianzas de estos con la clase política y la fuerza pública.


El pasado 19 de marzo, en Montería, Córdoba, fue asesinado el periodista Clodomiro Castilla Ospino, quién denunciaba constantemente la corrupción y el paramilitarismo en el departamento.

El 21 de marzo anterior, en horas de la noche, en el corregimiento San Juan, municipio Puerto Libertador, Córdoba, paramilitares acribillaron a siete campesinos inermes en un establecimiento público.

Las víctimas fueron los hermanos Francisco Javier y María Inés Pertuz de 14 y 16 años de edad respectivamente, Hamilton José Herrera Ortiz de 17 años, Edilberto Torres Palacio de 23 años, Wilber Pantoja Sotelo de 20 años, Francisco Emiro Rodríguez y Antonio Soto Santamaría de 26 años.

En el corregimiento de Juan José, del mismo municipio, los ‘paras’ asesinaron a tres personas y desaparecieron a otra. En el corregimiento Santa Rosita, municipio de La Apartada, paramilitares masacraron a un padre, a su hijo y a un amigo que los acompañaba. Lo mismo sucedió en Montelíbano, donde fueron asesinadas otras dos personas.

La comunidad se pregunta: ¿Esa es la aplicación o es el fracaso de la tan cacareada “seguridad democrática"?


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