Vivienda del atentado |
Terrorismo de
Estado
El Ejército o paramilitares siembran terror en Mesetas, Meta
Por Camilo
Raigozo. Notimundo
Tres sujetos fuertemente
armados que se identificaron como miembros del Ejército Nacional llegaron hasta
la vivienda del labriego Yasmany Navas, a las 10 y media de la noche del pasado
15 de julio, en la vereda San Miguel, municipio de Mesetas, Meta.
Los criminales
golpearon la puerta a patadas, agredieron verbalmente a los moradores y
amenazaron con arrojar una granada al interior de la casa hasta que Navas salió
de ella.
Cuando el
labriego salió fue encañonado por los agresores delante de su esposa y de sus
hijos menores de edad, quienes lloraban y suplicaban que no los mataran,
denunció el defensor de derechos humanos José Samuel Rojas.
Por fortuna los
vecinos de dieron cuenta del atentado y se acercaron al sitio de los hechos
obligando a los atacantes a identificarse. Estos contestaron que eran miembros
del Ejército Nacional y que habían sido los mismos que el 8 de julio anterior los
habían retenido en La Uribe.
Jardines de Peña, Mesetas, Meta |
Ante la presión
de la comunidad que en su mayoría se había hecho presente en el lugar los
criminales emprendieron la huida dejando un casco y dos guantes de cirugía, que
están siendo analizados por las autoridades.
Los campesinos
de la región, altamente militarizada, denunciaron los hechos y la presencia de sujetos
fuertemente armados que llegan a las fincas en camionetas, motos y a pie.
Los pobladores
señalan que los sicarios son presuntamente militares adscritos al Batallón 29
del Ejército que opera en la jurisdicción de Mesetas y La Uribe.
Según Samuel
Rojas se está analizando un material fotográfico para tratar de colaborar con
las autoridades y encontrar a los responsables del desplazamiento forzado de campesinos,
amenazas, tentativa de homicidio, terrorismo y traumas sicológicos en adultos y
niños.
Varios
pobladores indicaron que los delincuentes estuvieron como a las 9 de la noche y
por espacio de 40 minutos en un sitio llamado La Y. Una vez cometido el atentado
entraron horas después tranquilamente a La Uribe por el oriente donde hay un
control de la Policía Nacional.
Los campesinos
se encuentran preocupados por que los militares realizan censos,
empadronamientos y registran los nombres de los transeúntes en un libro con
fines desconocidos.
En los últimos 15
días se han presentado tres casos similares y las familias afectadas piden que
se les garantice la vida y que el Estado les de medidas cautelares y de
protección.
Las comunidades
responsabilizan directamente al Ejército y a la Policía de lo que les pueda
ocurrir a los moradores de la zona. Fotos: fuente.