sábado, julio 19, 2014

Vivienda del atentado
Terrorismo de Estado
El Ejército o paramilitares siembran terror en Mesetas, Meta
Por Camilo Raigozo. Notimundo

Tres sujetos fuertemente armados que se identificaron como miembros del Ejército Nacional llegaron hasta la vivienda del labriego Yasmany Navas, a las 10 y media de la noche del pasado 15 de julio, en la vereda San Miguel, municipio de Mesetas, Meta.

Los criminales golpearon la puerta a patadas, agredieron verbalmente a los moradores y amenazaron con arrojar una granada al interior de la casa hasta que Navas salió de ella.

Cuando el labriego salió fue encañonado por los agresores delante de su esposa y de sus hijos menores de edad, quienes lloraban y suplicaban que no los mataran, denunció el defensor de derechos humanos José Samuel Rojas.

Por fortuna los vecinos de dieron cuenta del atentado y se acercaron al sitio de los hechos obligando a los atacantes a identificarse. Estos contestaron que eran miembros del Ejército Nacional y que habían sido los mismos que el 8 de julio anterior los habían retenido en La  Uribe.

Jardines de Peña, Mesetas,
Meta
Ante la presión de la comunidad que en su mayoría se había hecho presente en el lugar los criminales emprendieron la huida dejando un casco y dos guantes de cirugía, que están siendo analizados por las autoridades.

Los campesinos de la región, altamente militarizada,  denunciaron los hechos y la presencia de sujetos fuertemente armados que llegan a las fincas en camionetas, motos y a pie.

Los pobladores señalan que los sicarios son presuntamente militares adscritos al Batallón 29 del Ejército que opera en la jurisdicción de Mesetas y La Uribe.

Según Samuel Rojas se está analizando un material fotográfico para tratar de colaborar con las autoridades y encontrar a los responsables del desplazamiento forzado de campesinos, amenazas, tentativa de homicidio, terrorismo y traumas sicológicos en adultos y niños.

Varios pobladores indicaron que los delincuentes estuvieron como a las 9 de la noche y por espacio de 40 minutos en un sitio llamado La Y. Una vez cometido el atentado entraron horas después tranquilamente a La Uribe por el oriente donde hay un control de la Policía Nacional.

Los campesinos se encuentran preocupados por que los militares realizan censos, empadronamientos y registran los nombres de los transeúntes en un libro con fines desconocidos.

En los últimos 15 días se han presentado tres casos similares y las familias afectadas piden que se les garantice la vida y que el Estado les de medidas cautelares y de protección.

Las comunidades responsabilizan directamente al Ejército y a la Policía de lo que les pueda ocurrir a los moradores de la zona. Fotos: fuente.



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