lunes, abril 07, 2014

Los ataques con ácido son una forma de violencia extrema contra las mujeres
Por Gloria Inés Ramírez Ríos. Senadora de la República

A raíz de la agresión de la cual fueron víctimas esta semana Natalia Ponce de León, de 33 años y Sorleny Pulgarín, de 23, la sociedad colombiana se ha vuelto a levantar indignada, demandando de las autoridades-

mayor contundencia y efectividad en las medidas de prevención, protección y sanción de esta forma de violencia extrema que se ejerce contra las mujeres, por la razón de ser mujeres, lo que sin lugar a dudas, podría constituirse en una tentativa de feminicidio.

La práctica criminal de atacar a mujeres con agentes químicos se sustenta en los estereotipos discriminatorios que sobre la condición de ser mujer subyacen en la sociedad, tanto en Colombia como en resto del mundo, buscando demostrar la superioridad del hombre o de infligir un castigo ante las renuencias al sometimiento sentimental o sexual por parte de la pareja o de un integrante del núcleo familiar o social.

Según las investigaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, durante el periodo del 2010 al 2012 ocurrieron 295 ataques con agentes químicos, lo que representa una de las tasas más altas del mundo. 

De esta cifra nacional, la mayoría de los casos ocurrieron en Bogotá (69) y en Antioquia (50), constituyendo el 37% de los casos de violencia física en Colombia.

En el mismo informe la entidad forense resalta que el 83,8% de las víctimas de este tipo de ataques son mujeres entre los 26 y 35 años de edad y el 79,5% de los agresores son hombres.

Víctima de la violencia contra
la mujer. Foto: Internet
De esta cifra, 48,6% de los casos corresponden a mujeres cabeza de familia y el 29,7% corresponden a personas jóvenes, razón por la cual en el año 2011, Colombia se situó en el primer lugar de países en el mundo donde las mujeres sufren ataques con ácido, que no solo marcan y deforman sus cuerpos, sino que destruyen las posibilidades de una vida digna y libre de discriminaciones y violencias.

Si bien es cierto para 2013 las cifras bajaron, pues se registraron solo 35 casos, la realidad es que Colombia se sitúa dentro de los países que más enfrenta este hecho de barbarie después de Paquistán y Bangladesh.

En opinión del director de Instituto de Medicina Legal, Dr. Juan Carlos Valdés, los ataques con ácido “son los que mayor daño provocan, ya que las lesiones en el rostro son consideradas gravísimas, porque incluyen desfiguración o pérdida de órganos”.

Así mismo, sobre los victimarios manifiesta, que generalmente, “se trata de una persona que ha tenido, desea o tiene una relación sentimental o afectiva con la víctima”.

Lo cierto es que aquellas víctimas que sucumben a las lesiones, sufren una muerte dolorosa, por cuanto el ácido les corroe la piel dejando heridas que se infectan rápidamente y causan septicemia, entre otras graves complicaciones y, las que sobreviven, quedan marcadas de por vida con terribles cicatrices que las obligan a ocultar sus rostros y sus cuerpos ´destrozados´.

A parte de esta tragedia que ha tocado a mujeres de todos los estratos y condiciones, Colombia no cuenta con cifras unificadas sobre la ocurrencia de este delito, bien porque los mecanismos de medición del fenómeno no son claros o por la desarticulación de las instituciones-

que llevan los registros de indicadores de violencia basada en género, lo que dificulta la puesta en marcha de políticas públicas dirigidas a prevenir, proteger y prestar la atención integral a las sobrevivientes.

Víctima de ataque con ácido
Foto: Internet
Con la promulgación de la Ley 1639 de julio de 2013, se fortalecieron las medidas de prevención, protección y atención integral a las víctimas de ataques con ácido; se aumentaron las penas a los agresores; -

se impusieron medidas de control en la comercialización de los químicos que producen las quemaduras y se ordenó la institucionalización de una ruta de atención integral cuyos servicios deberán suministrarse en forma gratuita.

No obstante, nueve meses después de haber sido promulgada, el Gobierno Nacional no ha  proferido su reglamentación en dos aspectos relevantes de su contenido:

el primero referido a la regulación y control de la venta de ácidos (Art. 3°), y el segundo en cuanto a la creación de la Ruta de Atención Integral a las Víctimas (Art. 4°), aspecto que impide su cabal ejecución y la realización de una pronta y cumplida justicia, por lo cual, hasta el momento no se ha producido ninguna condena contra los agresores, prevaleciendo una flagrante impunidad.

Por lo anterior, la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer del Congreso de Colombia elevará ante las autoridades competentes, la solicitud de promulgación urgente de las medidas que se deben adoptar por vía reglamentaria,-

a efecto de volver expeditos los mecanismos de prevención y protección de las víctimas de esta forma de violencia extrema contra las mujeres, por la razón de su género, y exigirá del gobierno nacional la observancia de la recomendaciones del Comité contra la Eliminación de Discriminación contra Mujeres, Cedaw (por sus siglas en inglés) especialmente la Recomendación General 19/92 alusiva a la Violencia contra la Mujer.


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