Siete militares infiltrados en protestas sociales fueron
entregados por indígenas del Cauca
Por: Camilo Raigozo
Por: Camilo Raigozo
La Guardia Indígena le entregó a la Defensoría 7
militares que el ejército había infiltrado en las protestas de campesinos cultivadores
de café e indígenas en el Cauca que apoyaron la protesta.
Los infiltrados fueron retenidos por indígenas cuando
trataron de mezclarse entre la gente que protestaba en el paro de cafeteros y
los indígenas que apoyaban la acción legítima para exigirle al régimen el cumplimiento
de su deber.
Voceros castrenses apoyados en los medios de comunicación
del régimen trataron de desviar la atención argumentando que los militares vestidos
de civil “se disponían a disfrutar de un descanso y que decidieron cruzar los
bloqueos en inmediaciones de Caldono, en el norte del Cauca”.
Los soldados vestidos de civil fueron pillados por los
indígenas quienes les encontraron en su poder bolsas en las cuales llevaban
prendas militares, brújulas y radioteléfonos. Los militares fueron devueltos al
comandante de la Brigada 29 del Ejército.
Las infiltraciones son una estrategia perversa y criminal
del régimen por intermedio de sus fuerzas militares, policiales y paramilitares,
para sabotear las protestas sociales y para fotografiar, filmar y espiar a los
dirigentes sociales.
La información recogida por los infiltrados es utilizada
para fabricar falsos positivos judiciales contra las personas que protestan, y
muchas veces es entregada a los escuadrones de la muerte y la desaparición
forzada, para que hagan su trabajo dentro de la macabra estrategia.