viernes, agosto 17, 2012

Parauribismo/
Santos y Navas pidieron perdón a los indígenas pero siguen los asesinatos
Por Camilo Raigozo

Un niño murió en Caloto, Cauca, a causa de la explosión de una granada lanzada por sicarios paramilitares contra una vivienda.

En el atentado, además del niño fallecido, la madre del menor y la abuela quedaron gravemente heridas.

Ximena Secuo, madre del menor, con cinco meses de embarazo, fue traslada a un hospital de Cali, donde los galenos luchan por salvar las dos vidas.

Los hechos ocurrieron en el resguardo indígena de El Nilo, municipio de Caloto, cuando dos ‘paras’ que se movilizaban en moto lanzaron una granada contra una vivienda.

El nuevo crimen ocurrió a menos de 48 horas de que el ptrsidente Santos y el comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas, les pidieran perdón-

a las comunidades indígenas y campesinas del Cauca, por las constantes violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario a que las han sometido.

Esos crímenes son consecuencia de los señalamientos irresponsables  del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, la cúpula militar, el Presidente y los medios, entre otros determinadores, contra las comunidades y sus líderes, de estar infiltrados o colaborar con la guerrilla.

Los señalamientos y estigmatizaciones del régimen contra las diversas organizaciones sociales y sus protestas, son en realidad órdenes de asesinato o exterminio, que los ejércitos paramilitares o sicariales saben entender y ejecutar.

Para desviar la atención los mismos determinadores manipulan a la opinión pública y fabrican la impunidad para los verdaderos criminales,  recitando el libreto de siempre: “fueron actos de la guerrilla”


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