jueves, junio 14, 2012

Seguridad narcocrática/
Ejército tiene que pedir perdón por asesinatos a sangre fría de indígenas Wiwua
Los victimarios quieren obligar a los nativos a escuchar la petición de perdón en las instalaciones castrenses de donde salieron los asesinos
Por Camilo Raigozo

El Batallón de Artillería 2 de La Popa, fue condenado a pedir perdón a las comunidades indígenas de la etnia Wiwua por el asesinato de seis de sus miembros.

La orden fue proferida por el Juzgado Primero Administrativo de Valledupar, en fallo del 5 de agosto de 2010.

En cumplimiento de ese fallo judicial, el mencionado batallón citó para hoy a las comunidades indígenas para pedirles perdón dentro de sus instalaciones.

Sin embargo tanto los wiwuas, como los Kankuamos, se sintieron indignados por el lugar escogido por los malhechores para realizar ese acto obligado, por ser el mismo de donde salieron los criminales.

“Para los familiares de las víctimas es un insulto que se pretenda pedirnos perdón, precisamente, en el lugar de donde salieron quienes cometieron los crímenes que nos han enlutado por años”, advirtió una autoridad indígena a los medios locales.

Por tal motivo hoy a las 9 de la mañana radicarán una tutela contra el Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional, ante la sala penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de César.

En dicha tutela solicitan que se ordene el aplazamiento inmediato del acto, hasta tanto no se asegure un procedimiento de reconocimiento de responsabilidad que vincule a las víctimas y a su comunidad indígena.

También exigen que el alto tribunal revise los pormenores del acto público, se escoja otro lugar para la ceremonia y se les reconozca a los familiares de las víctimas el derecho a presidirla, como una forma de respetar el derecho a la memoria.

En la madrugada del 9 de febrero de 2005, Nohemí, de 14 años y su compañero Hermes Enrique Carrillo Arias, fueron sacados violentamente de su vivienda, ubicada en la vereda el Pontón, camino al corregimiento de Atanquez,-

por varios bandidos pertenecientes al Batallón de Artillería No. 2 La Popa, quienes los asesinaron a sangre fría y luego presentaron sus cuerpos como guerrilleros dados de baja en combate. Después se presentaron otros cuatro “falsos positivos”.

Por el doble crimen fueron condenados a penas de entre 31 y 34 años,  los terroristas estatales Boris Alejandro Serna Mosquera, Analdo Enrique Fuentes Estrada, Ómar Eduardo Vaquiro Benítez y Deimer Cárdenas Martínez.

En la actualidad el ministro de Defensa, altos mandos militares, el alto Gobierno, congresistas inescrupulosos y la extrema derecha, impulsan en el Congreso una reforma al fuero militar que deja en la impunidad los crímenes cometidos por miembros de la fuerza pública.



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