Seguridad narcocrática/
Ejército tiene que pedir perdón por asesinatos a sangre fría de
indígenas Wiwua
Los victimarios quieren obligar a los nativos a escuchar
la petición de perdón en las instalaciones castrenses de donde salieron los
asesinos
Por Camilo Raigozo
El Batallón de Artillería 2 de La Popa, fue condenado a
pedir perdón a las comunidades indígenas de la etnia Wiwua por el asesinato de seis
de sus miembros.
La orden fue proferida por el Juzgado Primero Administrativo
de Valledupar, en fallo del 5 de agosto de 2010.
En cumplimiento de ese fallo judicial, el mencionado
batallón citó para hoy a las comunidades indígenas para pedirles perdón dentro
de sus instalaciones.
Sin embargo tanto los wiwuas, como los Kankuamos, se
sintieron indignados por el lugar escogido por los malhechores para realizar
ese acto obligado, por ser el mismo de donde salieron los criminales.
“Para los familiares de las víctimas es un insulto que se
pretenda pedirnos perdón, precisamente, en el lugar de donde salieron quienes
cometieron los crímenes que nos han enlutado por años”, advirtió una autoridad
indígena a los medios locales.
Por tal motivo hoy a las 9 de la mañana radicarán una
tutela contra el Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional, ante la sala
penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de César.
En dicha tutela solicitan que se ordene el aplazamiento
inmediato del acto, hasta tanto no se asegure un procedimiento de
reconocimiento de responsabilidad que vincule a las víctimas y a su comunidad
indígena.
También exigen que el alto tribunal revise los pormenores
del acto público, se escoja otro lugar para la ceremonia y se les reconozca a
los familiares de las víctimas el derecho a presidirla, como una forma de respetar
el derecho a la memoria.
En la madrugada del 9 de febrero de 2005, Nohemí, de 14
años y su compañero Hermes Enrique Carrillo Arias, fueron sacados violentamente
de su vivienda, ubicada en la vereda el Pontón, camino al corregimiento de
Atanquez,-
por varios bandidos pertenecientes al Batallón de Artillería No. 2 La
Popa, quienes los asesinaron a sangre fría y luego presentaron sus cuerpos como
guerrilleros dados de baja en combate. Después se presentaron otros cuatro “falsos
positivos”.
Por el doble crimen fueron condenados a penas de entre 31
y 34 años, los terroristas estatales Boris
Alejandro Serna Mosquera, Analdo Enrique Fuentes Estrada, Ómar Eduardo Vaquiro
Benítez y Deimer Cárdenas Martínez.
En la actualidad el ministro de Defensa, altos mandos
militares, el alto Gobierno, congresistas inescrupulosos y la extrema derecha,
impulsan en el Congreso una reforma al fuero militar que deja en la impunidad
los crímenes cometidos por miembros de la fuerza pública.