Por: Elespectador.com/ Notimundo
Entre los acompañantes de la caravana figuran miembros de organizaciones internacionales y se espera la llegada de otras delegaciones de ONG.
Una caravana humanitaria internacional llegó a zona rural del departamento del Cauca, para acompañar a centenares de sus habitantes, campesinos e indígenas, que piden que el Ejército desmonte una base militar levantada en sus territorios.
"Venimos a acompañar a unas 1.500 personas de toda esta región para que se retire la base militar, pues hay mucho hostigamiento", dijo la exsenadora Piedad Córdoba, cabeza del colectivo Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP).
Entre los acompañantes de la caravana figuran miembros de organizaciones internacionales y se espera la llegada en los próximos días de otras delegaciones de ONG, añadió la activista humanitaria.
"Hay veedores internacionales de Inglaterra, de Francia y la semana entrante se aguarda a una comisión de varios países, muy grande", precisó Córdoba.
Los personas de la caravana se concentraron este jueves en la vereda Calandaima, en las montañas del municipio de Miranda y que desde hace meses se convirtió en un territorio de enfrentamientos intermitentes.
En esa región actúan facciones del VI frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En la misma zona la llamada Fuerza de Tarea Conjunta Apolo del Ejército colombiano levantó la base militar "Tres Cruces".
Desde comienzos de junio los habitantes de la región empezaron a protestar y a desplazarse por la presencia de la base, las continuas operaciones militares y los combates.
Asimismo, recordó la exsenadora Córdoba, las partes en conflicto colocaron minas antipersonal en la región. Uno de esos artefactos "mató en estos días a una persona", precisó la exlegisladora.
Actualmente más de 800 campesinos se encuentran desplazados en el casco urbano de Miranda y llegaron allí el pasado 23 de mayo.
Los campesinos que se concentran en la plaza central del municipio, le exigen al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos el retiro de esa base y de otros puestos militares instalados desde hace varios meses en áreas rurales de Miranda y otras localidades del Cauca.
Córdoba señaló también que desde el levantamiento de esa base "hay mucho hostigamiento a la población" que "no se quiere dejar sacar" de sus tierras y reclaman "atención humanitaria adecuada" y "garantías" para regresar a sus territorios.
Sin embargo, de manera arrogante, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, advirtió hace dos semanas que “la base no se moverá".
Además de manera irresponsable y temeraria afirmó que “se investigará si detrás de estas movilizaciones indígenas y campesinas, guerrilleros de las FARC estarían ejerciendo presión.
"Espero que la comunidad denuncie si está recibiendo presiones o si las están obligando a estar allí (...) las operaciones seguirán haciéndose en esta zona", señaló Pinzón el pasado 15 de junio.
“Las afirmaciones del ministro ponen en alto riesgo a la población civil que nada tiene que ver con el conflicto, pero es la que lleva la peor parte, porque a donde llegan los militares, también hacen su arribo los paramilitares”, le dijo un labriego a un medio local.
La primera desaparición forzada desde que las tropas de Estado ocuparon las fincas en la zona, según denunciaron a Notimundo las comunidades, se produjo el pasado 14 de junio cuando el campesino Gerardo Martínez, desapareció misteriosamente.