sábado, enero 21, 2012

Gobierno culpa a la guerrilla del robo de tierras basado en supuestos correos
¿Quién le garantiza al país que los supuestos correos electrónicos que el Gobierno dice tener son ciertos y no son otros falsos positivos propagandísticos?
Por Camilo Raigozo

Como en la guerra la verdad es la primera que se pierde, se tiene como táctica utilizar la llamada propaganda sucia o guerra sucia mediática para desacreditar a los enemigos. Esa parece ser la estrategia del presidente Santos,-

altos representantes de su administración y los influyentes medios de comunicación, al tratar de convencer al país sin presentar pruebas contundentes de que los grupos subversivos también robaron 90 mil hectáreas de tierras.

La estrategia busca en primer lugar el descrédito de sus enemigos y en segundo lugar justificar el robo por medio de motosierra y plomo por parte de la estrategia paramilitar del régimen, de más siete millones de hectáreas de tierras despojadas a campesinos, comunidades indígenas y afrodescendientes.

Con gran despliegue propagandístico de los influyentes medios de “comunicación”, fueron difundidas este sábado las palabras del presidente Santos al respecto del “robo” de las FARC  y del ELN, desde Valledupar, donde realizó el quinto Acuerdo para la Prosperidad Democrática.

Desde allí el primer mandatario, experto en falsos positivos, reveló  varios supuestos correos de las FARC y del ELN que “ponen al descubierto el inventario de tierras de los dos grupos ilegales en varias regiones del país, así como la intención de legalizar dichos predios”.

Según Santos, uno de los correos interceptado a las FARC señala que “Tirofijo”, poseía en el sur de Cundinamarca y en Santander 57 fincas valoradas en más de 1.500 millones de pesos.

Otro supuesto correo, esta vez del frente 40 de las FARC, señala que el grupo subversivo posee 36 fincas, la gran mayoría en el Meta.

Siguiendo la misma tónica, el Gobierno tiene en su poder un informe del frente Yarí que hace referencia de 76 fincas en su poder, que suman 89 mil 240 hectáreas. Al respecto dijo Santos que “Este es simplemente un pedacito de lo que encontramos del ‘Frente Yari”. 

Para involucrar a otro grupo alzado en armas en el supuesto robo de tierras, el Presidente halló  otro correo en el que un miembro del ELN, a quién identificó con el alias de “Mosquera”, señaló la urgencia de “legalizar” fincas, parcelas y viviendas en el sur del departamento de Bolívar.

Utilizando la misma estrategia de “encontrar” supuestos correos o supuestas interceptaciones de comunicaciones de la guerrilla, en el gobierno de Uribe, fueron perseguidos periodistas, estudiantes,-

profesores, sindicalistas, defensores de derechos humanos y políticos de la oposición, entre otras víctimas, en lo que llamaron “farcpolítica”, inventada para amainar el escándalo de la parapolítica.

La Corte Suprema de Justicia dio fin a la diabólica estrategia al argumentar que ese tipo de pruebas no eran válidos, pues como en el caso del computador de Raúl Reyes, no se pudo comprobar que existieran tales correos.

¿De dónde salen esos correos tan puntuales para cada ocasión? ¿Son ciertos o son inventados en la táctica de guerra contra la subversión? ¿Son falsos positivos propagandísticos, como los supuestos correos del supuesto computador de ‘Raúl Reyes’, desestimados por la Corte Suprema de Justicia? ¿Son otra diabólica estrategia del Estado para expulsar a los campesinos de las supuestas fincas de la guerrilla?

El director de la Unidad de Consolidación y Reconstrucción Territorial, Álvaro Balcázar, le dijo a El Tiempo, sin exhibir pruebas, que “el despojo cometido por las FARC ha sido inmenso sobre todo en el suroriente del país.

“Podemos decir con toda seguridad que en los departamentos de Meta y Caquetá hay haciendas de entre 5.000 y 42.000 hectáreas que están en manos de testaferros”.

Para dramatizar más “el robo de tierras de las FARC”, el funcionario agregó que: “Se han llevado a los niños, aunque sus padres no estén de acuerdo. Los ponen a cumplir ciertas funciones y la familia que se niega se tiene que ir.

“Cuando empezaron a acabarse los cultivos ilícitos, mucha gente quedó sin empleo y abandonó fincas que eran muy distantes y ahora las FARC están poniendo allí a personas que cumplen funciones logísticas y estratégicas. Esta es una especie de repoblamiento invisible”.

Ya El Tiempo había señalado temerariamente el pasado 19 de septiembre bajo el título “La reforma agraria de Jojoy”, que supuestamente los indígenas, afrodescendientes y campesinos asentados en varias zonas de San Vicente del Caguán y La Macarena, son testaferros de la guerrilla, lo mismo que sus organizaciones sociales.

Al respecto de esas señalizaciones de El Tiempo, la organización defensora de derechos humanos Caguán Vive, las desmintió e invitó a la comunidad nacional e internacional vigilar-

las posibles acciones que tome el Gobierno contra las organizaciones sociales, sus líderes y afiliados, luego de ser objeto de estigmatización, fuertes señalamientos y continuas persecuciones. Foto Presidencia de la República.


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