martes, noviembre 22, 2011

El presidente Santos admite que solución del conflicto social y armado es por la vía política
Por Camilo Raigozo

El presidente Juan Manuel Santos aceptó desde Londres que el fin del conflicto social y armado que padece Colombia desde hace casi cinco décadas se soluciona por la vía del diálogo.

“La llave está en mi bolsillo y estoy dispuesto a abrir las puertas porque creo que el fin debe ser a través de una solución política, pero necesito claras indicaciones de que esta gente no van a traicionar la confianza del pueblo colombiano”, dijo el presidente.

A renglón seguido añadió que espera que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC-EP, demuestren voluntad de dejar las armas y se sienten a negociar la salida al conflicto.

“Necesito claras indicaciones de que ellos se van a sentar a negociar de buena fe y no he recibido estas indicaciones; si las recibo sería el más entusiasta en sentarme para tratar de encontrar un acuerdo.

“Cualquier presidente colombiano sueña con dejar este país en paz tras 50 años de guerra, yo espero que esto me suceda a mí pero no estoy afanado”, manifestó. Finalmente afirmó que "si hay buena fe de su parte habrá buena fe de la mía".

Alfonso Cano, máximo comandante de las FARC asesinado recientemente en el suroccidente colombiano, había enviado varios mensajes tanto en videos, como en comunicados escritos, expresando la voluntad de esa guerrilla para sentarse con el gobierno a construir la paz que tanto anhelan los colombianos.

“Hombre, conversemos”, le repitió varias veces el extinto líder insurgente al gobierno. Sin embargo, a los planteamientos de Cano el gobierno hasta ahora había prestado oídos sordos y la respuesta ha sido intensificar el conflicto.

La negociación es entre dos ejércitos, entre dos posturas militares y políticas en las que no hay en el momento ni vencedores ni vencidos.  Por lo tanto poner condiciones unilateralmente al adversario para sentarse con él a dialogar la paz es dejar la sinceridad a un lado.

Sin embargo el mensaje del Presidente es una luz de esperanza para el pueblo colombiano. Ojalá no sean solo argucias para darse vitrina internacional o alguna estrategia diabólica para profundizar aún más el conflicto.

Sí las palabras del mandatario suramericano son sinceras, es un deber apoyarlo.

Porque no es fácil enfrentar a la todopoderosa “mano negra” (sin racismo), al narcoparamilitarismo, a la ultra derecha, a los guerreristas, a los que viven y se enriquecen con la sangre de los colombianos ya sean soldados, guerrilleros o civiles,-

que mueren cada día en la demencial guerra impuesta por la oligarquía nacional y extranjera al pueblo colombiano. Foto El Tiempo.


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